Andalucía

Los 'trackings' de PP y PSOE hunden a Espadas (28-30) y sitúan a Moreno en más de 50

El sustituto de Susana Díaz al frente del PSOE andaluz se asomaría al abismo y no lograría siquiera igualar su resultado de 33 escaños, cuando ella ganó las elecciones en 2018 pero no pudo gobernar

Andalucía examina al presidente del Gobierno
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el candidato del PSOE andaluz, Juan Espadas, durante un acto de campaña en Andalucía. Europa Press

La previsible debacle electoral del candidato del PSOE andaluz, Juan Espadas, sobrevuela ya la sede central socialista de Ferraz. El secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se prepara para asimilar una derrota en toda regla que marca el inicio de un nuevo ciclo político hasta las elecciones generales. Los últimos 'trackings' que manejan en el principal partido del Ejecutivo central apuntan a que Espadas podría bajar hasta los 28 escaños. Es una cifra que también es manejada con solvencia en Génova 13, cuartel general del Partido Popular. Desde allí Alberto Núñez Feijóo seguirá el recuento en la noche electoral de lo que puede suponer su primera gran victoria en una "etapa volante". Será antes de llegar a "la meta" de La Moncloa, expresiones ciclistas utilizadas con frecuencia en esta campaña por el coordinador nacional del PP y jefe de campaña de Juanma Moreno, Elías Bendodo, a su vez consejero de Presidencia en la Junta.

De los datos demoscópicos que manejan ambos partidos nacionales, a los que ha tenido acceso Vozpópuli, se desprende que el sustituto de Susana Díaz podría caer no ya por debajo de los 33 escaños de la expresidenta en 2018 –al ganar las eleciones y no poder gobernar–, sino por debajo del llamado suelo psicológico de 30 diputados y quedarse en 28.

Ya de por sí, situarse en tres parlamentarios menos que la expresidenta Díaz sería considerado un fracaso en toda regla, porque Espadas confiaba, al inicio de su campaña, en mantener el suelo de 33 logrado por Susana Díaz, como peor resultado de la historia. De hecho, a lo largo de estas dos intensas semanas de actos y mítines electorales la candidatura del también secretario general de los socialistas andaluces ha ido de más a menos, perdiendo fuelle en todas las encuestas.

La contundente derrota de Espadas es, a su vez, también del propio Sánchez. El presidente del Gobierno se ha implicado sobremanera con numerosas visitas a Andalucía y presencia personal en mítines conjuntos con el candidato, así como numerosos ministros que han protagonizado actos. El gran hándicap que ha tenido el exalcalde de Sevilla se sitúa en haber tenido una campaña diseñada y teledirigida por Ferraz, centrada en destacar los logros del Ejecutivo que preside el líder nacional del PSOE, mucho más que en bajar al terreno de la clave andaluza. Tal circunstancia ha hecho que Espadas salga, a priori, muy penalizado, porque "Sánchez, lejos de sumar, resta", señala otra fuente socialista andaluza consultada.

A lo anterior se suma la falta de movilización de los alcaldes socialistas andaluces, detectada por Ferraz, como ya informó este medio digital. La falta de implicación de los mandatarios municipales del PSOE, que son mayoría en Andalucía, causó la alarma desde los primeros inicios de la campaña. Estos regidores no desean que se les asocie a una marca como la de Sánchez, plenamente amortizada y perdedora, cuando afrontan elecciones municipales el año que viene y se juegan mucho en sus municipios, ante el previsible cambio de ciclo político que marcará el 19-J.

Ahora, para el PSOE andaluz y Ferraz bajar hasta 28-29 apuntaría a "una auténtica tragedia política", considera un exmiembro de los gobiernos socialistas de la actual senadora autonómica, que no ha protagonizado un solo acto, centrada como está en sus programas de tertulias vespertinas en la cadena Cuatro de Mediaset.

Quedar por debajo de 30 supone, como primera conclusión, no alcanzar el millón de votos, algo que sería histórico, además del cambio político y sociológico que representa en Andalucía una victoria clara y contundente del PP de Moreno Bonilla, con un trasvase de voto socialista de 2018 que ya alcanza más del 17% y puede llegar, según adelantó Vozpópuli, a un porcentaje del 20%, en virtud de la estimación propia de Génova. El gobernante centrista, candidato a la reelección, superaría el famoso techo de Arenas en 2012 (50 escaños).

Para la "poderosa maquinaria política del PSOE andaluz", como la califica en campaña el propio candidato del PP-A a la reelección, tal escenario de menos de 30 escaños provocaría, incluso, un debate interno y conduciría al abismo no sólo Espadas, sino también a Pedro Sánchez, en su camino hacia los próximos comicios municipales y generales, apuntan las fuentes socialistas consultadas.

El propio Espadas tiene dicho, así consta en las hemerotecas, que su proyecto político es "a ocho años" y confía en alcanzar la presidencia de la Junta en las futuras autonómicas, a celebrar en 2026. Se trata del mismo discurso que empleó Juanma Moreno cuando se hizo con la presidencia del PP andaluz en marzo de 2014, tras ser designado por Mariano Rajoy frente a quien iba a ser el elegido, José Luis Sanz, ahora candidato a la Alcaldía de Sevilla.

Moreno cayó derrotado en su primer envite electoral de 2015, contra Susana Díaz, y obtuvo 33 escaños. En la segunda confrontación contra la baronesa autonómica, el 2 de diciembre de 2018, cosechó el peor resultado en la historia del compendio que suponen Alianza Popular y su sucesor refundado, Partido Popular. Fueron 26 valiosos escaños que sirvieron para sumar junto a los 21 de Ciudadanos y los 12 de Vox y desalojar del palacio de San Telmo al socialismo,tras 37 años de hegemonía.

En Ferraz asumen una "amplia victoria" de Moreno Bonilla y preparan ya el relato para la noche electoral. Lo hacen después de que la vicesecretaria general, Adriana Lastra, una especialista en bajar al barro político, declarara días atrás que "el domingo 19 hay que movilizarse, para no tener que hacerlo a partir del lunes". Una advertencia que sólo puede interpretarse desde la no aceptación de un resultado democrático, legitimado en las urnas. Ya en enero de 2019, cuando Moreno tomó posesión, el PSOE andaluz llegó a fletar autobuses para rodear el Parlamento en Sevilla, en protesta por contar con Vox en su investidura.

El próximo domingo será la segunda vez en la historia democrática de Andalucía que el socialismo andaluz caiga derrotado en las urnas en unos comicios autonómicos, pero con una diferencia sustancial entre ambos fracasos. En el de 2012, frente al candidato del PP-A, Javier Arenas, los socialistas pudieron salvar los muebles, al quedarse el centro derecha en 50 escaños, a 5 de la mayoría absoluta y constituirse una alianza bipartita entre el ahora condenado a pirisión por el 'caso ERE', Pepe Griñán, y la izquierda comunista más ortodoxa, encabezada por el entonces coordinador regional de Izquierda Unida Convocatoria por Andalucía (IU-CA), Diego Valderas.

Un veterano exdirigente del PP andaluz sostiene, en privado, que más allá de las claves sobre la posible alta abstención del domingo, fundamentada en la ola de calor reinante y las altas temperaturas que animan a una gran escapada hacia las playas, "los electores pueden votar en clave autonómica, o en clave nacional, para castigar a Pedro Sánchez".

Afirma esta fuente citada que cuanto más voto de castigo haya hacia el presidente del Gobierno, "más se puede disparar Moreno hacia los 55". El exdirigente conservador va más lejos y ofrece dos horquillas: "Si la gente vota más en clave nacional, para castigar las políticas de Sánchez y sus socios, el PP lograría 52-53 escaños. Si sólo la clave autonómica prima sobre la primera Moreno se puede quedar en 45-47", incide en el segundo escenario, menos probable, opina.

Además de lo anterior, en el contexto de votar más en clave autonómica que nacional, hay que tener en cuenta los cientos de miles de votantes que eran fieles a Susana Díaz en 2018 y ahora van a votar al PP de Moreno como voto útil prestado. Es la teoría del llamado "dique de contención" para frenar a Vox en un futuro gobierno. Concepto que comenzó a emplear meses atrás el CEO de Deimos Estadística, Ramón Alberca, en diferentes análisis elaborados para este medio digital.

Una mayoría de Moreno que superaría los 50 escaños

Los 'trackings' internos de Génova y Ferraz coinciden también en pronosticar una amplia mayoría para el candidato del PP a la reelección, Juanma Moreno, que podría superar los 50 escaños y alcanzar los 52. De hecho, la última encuesta de Gad3 para Abc, le situaba en 53, a sólo 2 de lo que este jueves, durante un acto con Nuevas Generaciones celebrado en El Puerto de Santamaría, Moreno denominaba "mítica cifra de 55". Mantiene el presidente de la Junta que aspira a quedar muy cerca de lo que le garantiza, de forma automática gobernar con mayoría absoluta.

Vox no despega y se ha estancado en 14-17 escaños, algo que que sería un auténtico fracaso para la candidatura de Macarena Olona, así como para su jefe de filas, Santiago Abascal, en caso de no alcanzar siquiera los 20, frente a los 12 actuales. Máxime cuando el líder nacional llegó a hablar de conseguir los 26 con que cuenta actualmente el PP-A. Por no hablar de Olona, que ha basado una errática campaña, alejada por completo de la realidad de Andalucía. A ello se suma "el delirio" que para Moreno Bonilla supuso que le ofreciera ser su vicepresidente en el segundo debate televisivo, celebrado en Canal Sur el pasado lunes 13 de junio.

Olona, con el tono histriónico que le caracteriza, le espetó a Moreno en Canal Sur que Vox no le apoyaría en una investidura aunque le faltara un escaño. La reacción del presidente andaluz fue inmediata: al día siguiente, en Granada, dejó claro que aspiraba a no tener que negociar "absolutamente nada con Vox", incluida su investidura. De ahí que piense abrir el arco hacia su izquierda, cuando el escrutinio esté cerrado en la madrugada del lunes, y vea con qué margen de escaños cuenta para no tener que incluir a la derecha extrema en su Ejecutivo.

"Estamos a la derecha de la izquierda y a la izquierda de la derecha", suele repetir Elías Bendodo para elogiar el talante pactista de Moreno y el PP andaluz durante estos tres años y medio de legislatura, sacando decretos y leyes "basculando a derecha e izquierda", salvo el Presupuesto 2021. Fue tumbado por Vox, PSOE, y el resto de la izquierda en noviembre de 2021.

El líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo ha llegado a pedir la abstención del PSOE para facilitar la investidura del candidato del PP. "Si al PSOE le molesta tanto Vox, que lo acredite", le espetó esta semana. Sin embargo, Espadas ya ha dejado claro que no se abstendrán bajo ninguna circunstancia.

Cs tendría asegurados 2 escaños al haber remontado Marín

Los sondeos internos del Partido Popular son optimistas en cuanto a Ciudadanos. Al partido que lidera Juan Marín, vicepresidente de la Junta y candidato, le auguran un máximo de 2 escaños. Uno por Sevilla, el de Marín, y otro por Málaga, que sería el de la cabeza de lista, Nuria Rodríguez, delegada de Turismo.

Si la formación liberal no lograra entrar por Cádiz, algo que se antoja muy complicado, la presidenta nacional vería cómo sus planes de situar a la consejera de Políticas Sociales, Rocío Ruiz, se desbaratan. La sucesora de Albert Rivera maniobró para quitar a Marín la candidatura por Cádiz, su provincia natal, y le envío a Sevilla, por donde tenía, en principio, menos posibilidades de salir.

El maquiavelismo de Arrimadas era evidente: buscaba poner a Ruiz por Cádiz en lugar de su Huelva natal, donde tenía nulas posibilidades de salir, y auparla al control del partido en Andalucía, en caso de no salir elegido Marín por Sevilla. Ahora le podría salir el tiro por la culata a la jerezana que lanzó a Ciudadanos en Cataluña de la gloria al fracaso más absoluto y la irrelevancia.

Si Moreno Bonilla queda cerca de 55 y suma con Cs la absoluta, o se queda a muy poco de hacerlo, se da por hecho que formaría gobierno de nuevo con ellos, aunque con un peso bastante menor que el que tienen ahora, apuntan desde el PP regional. Vozpópuli ya adelantó que el presidente de la Junta estaría dispuesto a forzar su investidura con el horizonte de reeditar sus actual coalición de cetro derecha.

Por el momento, la única formación de izquierdas que se ha mostrado dispuesta a "reflexionar" para facilitar la investidura de Moreno, en caso del anunciado bloqueo de Vox, es Por Andalucía, el espacio a la izquierda del PSOE que abandera en Andalucía la ministra Yolanda Díaz. Sin embargo, la candidata de esta formación, Inmaculada Nieto, ha reculado en las últimas horas: "el señor Moreno tiene un gazpacho con la extrema derecha y se lo tendrá que beber él, con nosotros que no cuente", ha dicho para destacar la abstención, sabedora de que si lo mantenía se le podían ir votantes al PSOE.

Las previsiones apuntan a que Por Andalucía y Adelante Andalucía, las dos fuerzas de la izquierda radical podrían sumar juntas hasta un total de 10 escaños (8 la primera y 2 la liderada por Teresa Rodríguez).