El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha movilizado dos aviones del Ejército del Aire para asistir a la Cumbre del Clima que estos días se celebra en Egipto. Se trata del Airbus A310, conocido como el Air Force One español, y el Dassault Falcon 900. Precisamente uno de los objetivos de dicha cumbre es la de acordar medidas de ahorro energético ante la crisis que se vive en el mundo, por la escasez de combustibles fósiles y la guerra en Ucrania. No obstante, países como Rusia, India o China, que figuran entre los más contaminantes del mundo, no asisten al encuentro.
Las aplicaciones de seguimiento de tráfico aéreo revelan los movimientos de las dos aeronaves del Ejército del Aire -integradas en el 45 Grupo de Fuerzas Aéreas- que trasladan a Pedro Sánchez y a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a la COP27, como se conoce a la Cumbre del Clima que tiene lugar en Egipto. Los dos aviones despegaron desde el aeropuerto de Torrejón de Ardoz, como es habitual, para volar hasta el país africano, bajo los indicativos AME4576 y AME4599.
La agenda oficial del presidente Sánchez recoge una batería de encuentros que celebrará con motivo de dicha cumbre, acompañado de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Presidente y ministra asisten junto a sus respectivos equipos. El Airbus A310 tiene una capacidad superior al medio centenar de pasajeros, mientras que el segundo tiene 19 asientos, si bien no han trascendido datos de la comitiva que acompaña a los dos representantes del Gobierno.
Según las estimaciones ofrecidas por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), el Airbus A310 consume una media de 5.816,08 litros de keroseno por hora. En el caso del Falcon, la cifra es de 1.313,54 litros por hora. No obstante, el Gobierno opta por no facilitar ninguna información relacionada con el uso de estos medios a los diputados que registran sus preguntas parlamentarias en las Cortes, al considerar que se trata de "materia clasificada" porque afectan a aeronaves militares en activo.
El objetivo de la COP27
La movilización de las dos aeronaves del Ejército del Aire para volar hasta Egipto contrasta con el objetivo perseguido en la Cumbre del Clima. Los organizadores aspiran a que la COP27 sea "el punto de inflexión donde el mundo se unió y demostró la voluntad política necesaria para enfrentar el desafío climático a través de una acción concertada, colaborativa y de impacto"; entre otros, para minimizar el impacto de los combustibles fósiles en el ecosistema mundial.
No es la primera ocasión que Pedro Sánchez moviliza dos aeronaves militares en sus viajes, atendiendo a las necesidades planteadas por el equipo de seguridad de Moncloa
En este sentido se expresó el propio Pedro Sánchez poco antes de movilizar los dos aviones del Ejército del Aire para asistir a la Cumbre del Clima: "La ciencia nos dice que nos encontramos en la última década de la que disponemos para cambiar el rumbo. Debe ser la década de la acción. No de la planificación. No de las promesas". Desde Egipto anunció, además, que destinaría 30 millones de euros adicionales destinados a varios fondos relacionados con la lucha contra la crisis climática.
No es la primera ocasión que Pedro Sánchez moviliza dos aeronaves militares en sus viajes, atendiendo a las necesidades planteadas por el equipo de seguridad de Moncloa. En su gira reciente por África, el presidente del Gobierno también requirió los servicios del Airbus A310 y del Falcon; el último de ellos habría volado "en vacío", según una iniciativa registrada en el Congreso por el diputado Pablo Cambronero.
Limitar el uso del Falcon
Tras diversas polémicas relacionadas con el uso del Falcon -la oposición ha denunciado en numerosas ocasiones lo que considera un uso abusivo de las aeronaves militares-, el Gobierno manifestó su compromiso para usar estos medios "siempre que no haya opción". Así se expresó la propia Teresa Ribera poco antes de tomar un avión regular con destino a Praga para participar este mismo mes de octubre en una cumbre informal de ministros de Energía de la Unión Europea.
La controversia más reciente tuvo lugar el pasado fin de semana, cuando el presidente del Gobierno voló hasta Vitoria en Falcon, donde participó en un acto particular del PSOE. Ese mismo día, Moncloa cuadró una visita oficial del presidente del Gobierno a una empresa tecnológica para justificar el desplazamiento a bordo del avión militar; una práctica que se repitió con frecuencia en el pasado, después de que Sánchez asistiera a mítines en Málaga, Alicante, Gran Canaria, Bilbao, Murcia y Santiago Compostela, entre otros.
