Quantcast

España

Pedro Sánchez usará a su homólogo belga para intentar oficializar el catalán en la UE como exige Puigdemont

El primer ministro belga, Alexander de Croo, que ostentará la presidencia de turno del Consejo a partir de enero, se compromete con Sánchez a mantener vivo el debate del catalán

Pedro Sánchez usará a su homólogo belga para la oficialidad del catalán en la UE como exige Puigdemont
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el primer ministro belga, Alexander de Croo. Pool Moncloa

Pedro Sánchez ha encontrado un aliado en Bruselas para seguir complaciendo a Carles Puigdemont. Bélgica, que hereda de España la presidencia de turno del Consejo a partir del 1 de enero del 2024, se ha comprometido a mantener viva la reivindicación del Gobierno de PSOE y Sumar a favor de la oficialidad del catalán en la Unión Europea, según afirman fuentes comunitarias a Vozpópuli.

Sánchez ha renunciado a someter a votación la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera en la Unión Europea, consciente de su más que segura derrota. Un cambio de esta naturaleza exige el acuerdo unánime de los jefes de Estado y de Gobierno de los 27.

El Gobierno introdujo el reconocimiento de las lenguas cooficiales en Europa tras el pacto alcanzado con Puigdemont para la Mesa del Congreso el pasado agosto. Desde entonces, y con la presidencia de turno en sus manos, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha llevado sistemáticamente este debate al Consejo de Asuntos Generales de la UE (CAG), que es el órgano que fija las prioridades de la agenda europea.

Sánchez convence al belga De Croo

El Gobierno ha reconocido la inviabilidad de provocar un cambio durante su presidencia, pero ha conseguido mantener vivo el debate, tal y como le exige Puigdemont. El aliado de Sánchez es el primer ministro belga, Alexander de Croo, que ostentará la presidencia de turno de la Unión a partir de enero.

De Croo, de origen flamenco, se ha comprometido con Sánchez a que el uso de las lenguas se mantenga entre las prioridades del Consejo, a pesar de las reticencias de un buen número de países y de que, hoy por hoy, la unanimidad de los 27 entorno a esta cuestión es una quimera.

El mandatario belga, que pertenece a la familia liberal, lidera una coalición de siete partidos entre los que están socialistas, democristianos y ecologistas. De Croo excluyó de su Gobierno a los independentistas flamencos de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA), que habían ganado las elecciones en Flandes. N-VA ha sido el gran valedor de Puigdemont en la Eurocámara.

De Croo acompañó recientemente a Sánchez en su polémico viaje a Israel y Palestina. Ambos se reunieron con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Las autoridades israelíes criticaron el tono de los presidentes europeos y la rueda de prensa que dieron en el paso de Rafah, en la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto.

Puigdemont ha hecho un extenso comentario en sus redes sociales sobre la renuncia del Gobierno a plantear una votación sobre el uso del catalán en Europa. El socio de Sánchez ha agradecido el trabajo del titular de Exteriores, José Manuel Albares, y ha acusado al PP español y al europeo de torpedear esta iniciativa.

"Han españolizado la política europea más allá de lo que nos podíamos permitir, y han acabado provocando situaciones delirantes como la del ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, liderando la oposición a la propuesta del Estado (español)", ha dicho Puigdemont.

Puigdemont, satisfecho

Puigdemont también ha recordado el escaso "entusiasmo" de los diplomáticos españoles en Bruselas. Este diario informó del malestar que había generado el tema de las lenguas, que el Gobierno solo introdujo por la necesidad de los siete diputados de Junts per Catalunya para sacar adelante la investidura de Sánchez.

"No lo han hecho por convicción -como tampoco no lo hacen con la ley de amnistía, y no parece que la estructura política y técnica de la Representación Permanente ante la UE haya desbordado entusiasmo", ha afirmado.

En cualquier caso, Puigdemont ha conseguido que el país al que se fugó en 2017 mantenga viva la llama de la oficialidad, que en su opinión ha iniciado un camino "irreversible" hacia su reconocimiento. Incluso llegando a los tribunales.

"Si es necesario, litigando en el Tribunal de Justicia de la UE donde el Estado debe defender sin complejos que no es necesario reformar los tratados de la UE para que una lengua sea oficial", ha afirmado.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.