La ley de Vivienda enfría el pacto PSOE-PNV con el poder de las Juntas Generales como telón de fondo

La nueva Ley de Vivienda ha puesto de manifiesto el alejamiento entre el PSOE y el PNV. La capitalización de esta norma que ha hecho EH Bildu ha indignado a los nacionalistas vascos. Pero la brecha, que también ha llegado a su Gobierno de coalición en el País Vasco, es evidente desde hace meses. Y tiene como telón de fondo las próximas elecciones del 28 de mayo, en las que se renovarán las Juntas Generales de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa y todos los ayuntamientos vascos.

"Cuando el PNV sobreactúa es que están verdaderamente cabreados", explican fuentes parlamentarias a Vozpópuli. El nacionalismo vasco ha esgrimido diversos argumentos para posicionarse en contra de la ley de Vivienda del Gobierno de coalición. Por un lado, ha sido la izquierda abertzale y no ellos los encargados de negociar el acuerdo. Por otro, denuncian una "invasión competencial" de la ley estatal.

Pero según ha sabido este diario el nudo gordiano de la polémica no está en este choque y otros recientes. Las elecciones del 28-M barruntan un cambio en el statu quo de las instituciones forales y los principales municipios vascos por la irrupción de Bildu como actor protagonista de los pactos postelectorales. El PSOE y el PNV gobiernan las Juntas Generales de las tres provincias vascas desde el 2015, cuando sellaron su primer acuerdo. El pacto se renovó en 2019, incluyendo ciudades. Además, gobiernan el País Vasco en coalición desde 2016.

PSOE-PNV, en las Juntas Generales

Las Juntas Generales son el núcleo del poder vasco. Cada institución provincial elige a 51 junteros. Álava, Vizcaya y Guipúzcoa tienen su propio diputado general, que nombra su propio Ejecutivo con consejeros, directores generales y una lista innumerable de cargos. "El verdadero poder del País Vasco está en las Juntas", señala un ex diputado autonómico vasco a este diario.

La reedición de un tercer pacto PNV-PSOE en las diputaciones está en duda. La entrada de Bildu en la geometría de acuerdos ha sembrado de dudas a los líderes de las principales formaciones vascas. La izquierda aberzale ha jugado un papel relevante en la legislatura nacional y las encuestas le brindan la posibilidad de ser decisivo en Navarra. La alianza PSOE-Bildu no es imposible, aunque fuentes socialistas la califican de "complicada".

"La posibilidad de un acuerdo con Bildu es bastante complicada", explican desde el socialismo vasco. "Primero hay que votar. Y luego tenemos qué pasa en Navarra, Pamplona y el papel que la izquierda abertzale en Euskadi".

Un viejo dirigente vasco sostiene que el pacto PSOE-Bildu es "imposible" y que se repetirá el acuerdo con el PNV porque hay "demasiadas cosas en juego". Según fuentes de la dirección del PSE actual, sigue existiendo un "abismo ético y moral" entre ambas formaciones, que no ha impedido acuerdos puntuales no solo en el Gobierno de España sino también en algunos ayuntamientos.

"Nos quieren reprochar que no explicamos a nuestros votantes qué haremos con nuestros votos. Pero otros partidos tampoco lo hacen", señalan. "Los votantes saben que el PSOE no va a estar en proyecto de ruptura, lo protagonice quién lo protagonice. No tenemos pulsión interna ni externa, ni la ansiedad de hacer ningún experimento como nos plantea Podemos del tripartito de izquierdas".

Bildu entra en la ecuación

En ese sentido, la dirección del socialismo vasco recuerda que Arnaldo Otegi tampoco ha cerrado la puerta a acuerdos de gobernabilidad con el PNV al estilo "procés catalán". Lo han hecho en el pasado, señalan estas fuentes. "El acuerdo de Estella-Lizarra, el plan Ibarretxe o las bases para reforma del Estatuto de Guernica son algunos ejemplos", dicen.

Desde el PSOE insisten en que muchas cosas le separan de Bildu, pero también del PNV. Por eso, dicen, los acuerdos de coalición en las Juntas Generales, municipios o el propio Gobierno vasco son "muy detallados". Eso no quita, explican, para surjan discrepancias. En ese sentido, recuerdan los problemas que hubo en la coalición vasca para implementar las ayudas al transporte que aprobó el Gobierno tras la pandemia.

Ahora, los problemas surgen con la ley de Vivienda, que según el PNV invade competencias. El propio líder del PSOE vasco, Eneko Andueza, ha descartado esta controversia. Las competencias de vivienda corresponden a los socialistas en la coalición vasca. El País Vasco tiene su propia ley de Vivienda desde 2015. Una ley, recuerdan en el PSOE, que se sacó adelante con UPyD y Bildu. Es decir, con la oposición, porque el PNV no quiso apoyarla.

"Entendemos que no hay peligro con respecto a las competencias", dicen estas fuentes. "La inquietud del PNV viene porque no es especialmente partidario de regulaciones en materia de vivienda. Nunca han tenido especial predilección y no nos extraña que esté incómodo".