Quantcast

España

Pontevedra, Málaga y Noáin: tres ejemplos de ciudades que luchan contra el cambio climático

Fotografía del centro de Pontevedra.

"Cada uno dentro de su responsabilidad política tiene que ejercer sus competencias con valentía. No hay excusas para no tomar medidas". Así de contundente se mostraba Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra desde 1999, en el acto 'Agenda urbana y cambio climático' enmarcado en la Cumbre del Clima que esta semana y hasta el próximo viernes 13 se celebra en Madrid.

La ciudad gallega, junto a Málaga y Noaín (Navarra), ha sido invitada a participar en esta jornada en la que se ha puesto de relieve el papel de las ciudades y del urbanismo en la lucha contra el cambio climático y en la mejora de la resiliencia. Los tres municipios son ejemplo en este aspecto al haber tomado medidas para tratar de minimizar la contaminación.

A pesar de que frenar el calentamiento de la atmósfera es un reto global, el impacto de las zonas urbanas es evidente. De acuerdo con ONU-Habitat, las ciudades consumen el 78% de la energía mundial y producen más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero

Pontevedra

Con la premisa de que "es imposible" arreglar el tráfico, en Pontevedra decidieron robarle espacio a los coches y destinarlo a las personas, y en un principio, como ha reconocido el alcalde, no lo hicieron pensando en el clima. Casi sin quererlo, la ciudad se ha convertido en un referente con un Plan de Urbanismo que curiosamente data de 1989. La urbe ha sido premiada en diferentes ocasiones y esta es la segunda vez que es invitada a una cumbre del clima tras la celebrada en París en 2015.

"Se puede mejorar la calidad de vida en las ciudades y mejorar el planeta desde lo local si cada uno cumple con sus competencias", señaló el alcalde durante su ponencia.

Tras una remodelación casi completa de la ciudad, en la que "el 70 por ciento del espacio estaba destinado a los coches", tal y como explica el regidor, Pontevedra afronta ahora otros retos como el compostaje urbano o la disminución de la contaminación acústica.

Noáin (Navarra)

Otro caso reseñable es el de Noáin, un pequeño municipio navarro situado a escasos kilómetros de Pamplona. Con algo más de 8.000 habitantes y alrededor de 800 empresas, desarrollan desde 2007 un Plan Municipal de Cambio Climático que fue premiado por Naciones Unidas como la mejor práctica ambiental y de mejora de las condiciones de vida en 2010 y 2012, además de recibir otros galardones del Gobierno de Navarra o por parte de la Red de Ciudades por el Clima.

"Los políticos han sido permeables a los técnicos y nos han dado libertad para adelantar camino", resaltaba Mikel Baztán, responsable del área municipal de Sostenibilidad de Noáin. El plan de esta localidad para luchar contra el cambio climático se basa principalmente en cuatro líneas de acción: eficiencia energética, fomento de energías renovables, aumento de sumideros de C02 y sensibilización de la ciudadanía. 

Málaga 

Bajo el nombre de 'Alicia', y enmarcado en el Plan de Clima de Málaga, la ciudad andaluza se ha marcado el ambicioso objetivo de alcanzar la neutralidad carbónica para el 2050. Para ello quieren convertir la "petrópolis" en "ecópolis" a través de "corredores y anillos verdes", así como fomentando el uso de energías renovables, como ha explicado Paola Jiménez, ambientóloga del Observatorio de Medio Ambiente de la ciudad andaluza. 

A su vez, Málaga se enfrenta a importantes fuentes de emisión de gases contaminantes como una cementera -responsable de un 46% de emisiones-, una central de ciclo combinado, el aeropuerto o el puerto de la ciudad. "Hay mucho que hacer", admitía Jiménez.

Por su parte, Pedro Saura, secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, ha reivindicado que "la agenda urbana y la ordenación del territorio tienen que formar parte de las grandes políticas del Gobierno de España".

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.