Política

El declive de Sumar: la pinza del PSOE y la pujanza de Irene Montero destrozan las expectativas de Yolanda Díaz

La entrada como tertuliano en TVE de Pablo Iglesias es un nuevo misil en la línea de flotación del partido de la vicepresidenta segunda, incapaz de articular una opción unitaria y sólida a la izquierda de los socialistas

Yolanda Díaz
Yolanda Díaz EUROPA PRESS

Pocas veces se ha visto en política algo igual. Sumar, un experimento ideado para unificar un espacio político disperso e impredecible, con poco más de una semana de vida oficial -su asamblea constituyente fue el pasado 23 de marzo-, está en declive. La entrada como tertuliano en TVE de Pablo Iglesias es un nuevo misil en la línea de flotación del partido de la vicepresidenta segunda, incapaz de calmar el ruido interno, los navajazos y las peleas por los puestos en las listas electorales. En Moncloa ya han pasado de la preocupación a la acción. Por eso, el PSOE está devorando cada centímetro de ese espacio.

El equipo electoral de Pedro Sánchez sabe que siempre habrá un voto de izquierdas que no apostará por el PSOE. Ese es el motivo por el que tras la salida de Iglesias de Moncloa y de la política se impulsó a la vicepresidenta, designada por el propio exlíder de Podemos. Si Ferraz quiere optar a formar gobierno, necesita coalición y, por tanto, un espacio a su izquierda sólido y articulado.

El riesgo para el PSOE es que la amalgama de partidos de izquierda integrados en Sumar se fragmente aún más -Més Mallorca ya ha avisado de que rompe con Yolanda Díaz e irá con ERC, Bildu y BNG en las europeas- o sea demasiado débil. Más Madrid y los comunes tampoco reman a favor de la implantación de Sumar. Y es que piensan que la ministra de Trabajo está en deuda con ellos, que son quienes la han alzado y, por eso, deben tener una cuota de poder interna a su altura. Además, no dejarán que Díaz sitúe a nadie de los suyos en los territorios.

La desconocida candidata de Sumar en las europeas

Esa debilidad interna implicaría la caída del Gobierno, como ocurrió en las municipales y autonómicas del pasado 28-M, cuando se fueron por el sumidero varios ejecutivos autonómicos socialistas de coalición. Dado que en Ferraz no le encuentran el pulso al partido de Díaz, la tentación de ampliar votos por su izquierda crece día a día en la sede federal del PSOE. Aunque seguramente una vez pasen las elecciones europeas del 9 de junio, en las que la suma de bloques no importa y no están en juego escaños para gobernar juntos, Moncloa cortará los ataques a Sumar.

Pero el problema de Sumar en las europeas es doble. No solo el PSOE está dispuesto a merendárselo, la pujanza de la candidata de Podemos, la exministra de Igualdad Irene Montero, destrozará, previsiblemente, las opciones de la cabeza de lista designada por Yolanda Díaz: la directora de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Estrella Galán. Toda una desconocida que tendrá casi imposible ganar en repercusión a los morados.

Lo más probable, según reconocen en privado fuentes de Sumar, es que Podemos quede por encima de ellos en estas elecciones y se coma el otro pedazo de la tarta. Por si fuera poco, la irrupción de Iglesias en el programa matutino de TVE como tertuliano, pese a estar vinculada a la fuerte presencia de consejeros de Podemos en el convulso consejo de administración, no ha sentado nada bien a Yolanda Díaz. Iglesias ya se sentaba cada lunes ante el micrófono de la Cadena Ser, la radio más escuchada del país, pero la presión de Yolanda Díaz, entre otros, terminó con ese espacio en el programa Hora 25 que dirige el periodista Aimar Bretos y que también contaba con Carmen Calvo (exvicepresidenta primera y presidenta del Consejo de Estado) y con José Manuel Margallo (exministro de Exteriores del PP).

Yolanda Díaz, fuera de juego en Moncloa

Sumar está fuera de juego en Moncloa. La vicepresidenta segunda ha pasado en menos de dos años de arrastrar toda la atención mediática a casi ser ignorada por la prensa. Para más inri, el equipo de comunicación del Ejecutivo está potenciando la figura del ministro Ernest Urtasun, de los comunes. Hasta el momento, solo el viaje que tiene planeado a Palestina sin el concurso (y la autorización) de Exteriores ha sido una seria llamada de atención al PSOE. Pero lo cierto es que el bagaje legislativo de Sumar es nulo en lo que va de legislatura. La vicepresidenta tan solo puede arrogarse la última subida del Salario Mínimo Interprofesional.

Y ni eso, ya que se trata de un decreto prerrogativa del todo el Ejecutivo. Las propuestas de Sumar se han ido encontrando, una a una, con el muro socialista: desde gravar los márgenes de las empresas de distribución para bajar la inflación de los alimentos a subir las rentas del capital en el IRPF para atacar el 60% de los ingresos de los altos directivos, pasando por revisar el "marco colonial" en los museos de España y terminando con eliminar los vuelos dentro de España con una duración menor de 2 horas y media.

La vicepresidenta segunda y líder de Sumar está completamente desdibujada. El peso de la legislatura lo lleva el PSOE y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no va a darle oportunidad de armar ruido. En especial ahora que se viene un ciclo electoral potente en el que Ferraz se lo juega todo. Tras el fiasco de las elecciones gallegas, el equipo electoral de Moncloa pone todas sus esperanzas en las elecciones vascas del 21 de abril para reeditar el gobierno con el PNV y en las catalanas del 12 de mayo, donde esperan que el PSC de Salvador Illa entre al mando de la Generalitat. El examen final serán las europeas del 9 de junio, pero esas son más temidas tanto en el PSOE como en Moncloa. Y en las que Sumar probablemente reste.

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