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Política

Rajoy buscará la abstención del PSOE con la mirada puesta en las urnas

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy.

Mariano Rajoy está dispuesto a entablar cuanto antes una negociación con la gestora que dirige los designios del PSOE desde la noche del sábado. El presidente del Gobierno insiste en que es urgente formar Gobierno para desbloquear una situación que tiene paralizado al país desde hace diez meses. Todo depende del nuevo PSOE. Si insiste en las exigencias inaceptables, se romperá la baraja. “Ahora las elecciones serían para nosotros un regalo de Navidad”, comentaba una fuente de Génova.

Los populares han mantenido su silencio a lo largo del fin de semana. Dolores Cospedal, en un acto en Toledo, no hizo referencia alguna a la fractura socialista. Rajoy ha convocado para este lunes a su Comité Ejecutivo. Allí se estudiará la línea de acción. El escenario político ha cambiado drástica y radicalmente. Si hace tan sólo una semana los populares se mostraban dispuestos a llevar a cabo importantes concesiones a un PSOE enrocado en el ‘no, no y no’ de Pedro Sánchez, ahora no habrá demasiado margen para la flexibilidad. Ni se admitirán chantajes ni se harán más concesiones que las justas. Rajoy ha repetido con insistencia que es preciso formar un gobierno fuerte con un amplio respaldo parlamentario para afrontar los enormes asuntes pendientes, desde aprobar presupuestos a poner en marcha medidas impopulares que vienen exigidas desde Bruselas. Apenas queda tiempo. El Parlamento se disuelve el 31 de diciembre. El PSOE, en estado de shock, debe reaccionar y rápido.

El precio de la investidura ha bajado

El paquete de reformas que tenía ultimado el equipo de Moncloa para lograr la anuencia de los socialistas, incluía importantes cesiones, desde la Educación a la Justicia, pasando por la Constitución o la Seguridad Ciudadana. Ese material, de momento, se guarda en el cajón. “Hay que ver en qué tono vienen, hay que ver qué planteamientos nos hacen”, mencionan en la dirección del partido. “No estamos dispuestos ahora a pagar un precio tan alto por la abstención”, insisten. Se harán algunos guiños para facilitar el acuerdo. Poco más. En las últimas horas han aumentado en el partido las voces favorables a concurrir a las urnas si lo que queda de Ferraz no modifica radicalmente su actitud. Susana Díaz jamás se pronunció a favor de facilitar un Gobierno del PP. Ahora ni siquiera podría insinuar un relevo de Rajoy a cambio de la abstención. El PSOE está destrozado, no tiene candidato, ni proyecto, ni estrategia. “Se les podría ganar por goleada”, añaden.

El propio presidente en funciones, que siempre ha puesto por delante el objetivo de formar Gobierno y evitar ‘el ridículo mundial’ de ir de nuevo a las urnas, empieza también a ver las cosas de otra forma. Intentará una negociación abierta y franca con el PSOE, eso se da por hecho. En el caso de encontrarse demasiados obstáculos en el camino, no dudará en desistir de su empeño y enfilar el camino que conduce al 28 de diciembre.  

Moncloa va a reclamar a Javier Fernández una actitud de responsabilidad y colaboración que nunca encontró en Sánchez, con quien no pudo siquiera entablar un mínimo amago de negociación. También exigirá un compromiso en aspectos cruciales, como los presupuestos

Moncloa va a reclamar a Javier Fernández una actitud de responsabilidad y colaboración que nunca encontró en Sánchez

Las primeras voces que llegan desde las filas socialistas, tras la hecatombe del sábado, no se muestran demasiado sensibles. Fernández Vara, promotor de la idea de una ‘abstención en el último momento’ para permitir formar Gobierno, hacía este domingo un llamamiento a “vencer al PP en las urnas”. Miquel Iceta seguía con su jaculatoria anti Rajoy y Ximo Puig surfeaba con el ‘no’ por delante. “La pelota sigue en su tejado”, piensan en Génova. Aunque las cosas ahora son bien distintas. “Sánchez sabía hasta dónde éramos capaces de llegar para superar el laberinto y evitar las urnas”.

La celebración de unas terceras elecciones actuarían ahora como una catapulta para el PP, que podría incluso acceder a una investidura tan sólo con el respaldo de Ciudadanos. El partido de Rivera ha efectuado una nueva apelación al entendimiento entre las tres fuerzas constitucionalistas, algo, de momento, imposible.

El PSOE deberá celebrar un Comité Federal en los próximos días para decidir qué se hace con la abstención. En el Gobierno en funciones se acariciaba la idea, en la noche del sábado, de que no habría problemas para alcanzar una ‘investidura exprés’. Los socialistas tienen que ganar tiempo y llegar sin demasiados traumas a la celebración del Congreso de su refundación. Sumergirse ahora en un proceso de primarias para la elección de candidato para unas nuevas generales sería hurgar en unas heridas que todavía sangran estrepitosamente. “Necesitan un periodo de pacificación. No pueden ni pensar en ir de nuevo a unos comicios”, se comenta en el PP.

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