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Política

"Euskadi y Cataluña van a su aire" y dejan a Ferraz solo con un comité electoral para las europeas

Las federaciones vasca y catalana del PSOE cuentan con sus propios equipos y no quieren interferencias del tándem Ferraz-Moncloa, que ya erraron el tiro en los comicios gallegos

Pedro Sánchez, en una reunión de la ejecutiva del PSOE.
Pedro Sánchez, en una reunión de la ejecutiva del PSOE. PSOE / POOL

El PSOE activará un comité electoral, pero solo para las elecciones europeas del próximo 9 de junio, según confirman fuentes socialistas. El núcleo de estrategas de Ferraz y Moncloa decidirá solo el plan para esos comicios, de marcado carácter nacional. Y todo porque "Euskadi y Cataluña van a su aire", explican en la planta noble del partido. De manera que tanto el PSE-EE como el PSC tendrán plena autonomía para desarrollar su propia estrategia de campaña. Eneko Andueza, el candidato a lehendakari, y Salvador Illa, el candidato a 'president' intentarán que el ruido de la política nacional enturbie lo menos posible sus carreras de fondo.

No obstante, el caso de Illa es diferente, puesto que el presidente Sánchez sí se volcará en Cataluña. Eso no quiere decir, explican las fuentes consultadas, que el líder socialista vaya a tutelar a su exministro de Sanidad, porque Illa, según explican en Moncloa, "tira solo", pero sí que el marco de los comicios catalanes es propicio para que el presidente saque la bandera de la amnistía que tanto le penaliza en el resto de España. Cabe recordar que el 62% de los catalanes está a favor de la medida de gracia, frente al 29% que está en contra, según el último barómetro del Centro de Estudios de Opinión -el CIS catalán-.

La Moncloa se estrelló en las elecciones del 28 de mayo porque el equipo del presidente, con Óscar López y Antonio Hernando al frente, pensaron que exponerle en cada mitin daría sus frutos. Pero nada más lejos de la realidad. "Su participación es el error de estos supuestos estrategas que no tienen ni idea. ¿Qué le aportó a Ximo Puig que fuera Sánchez a hacer la campaña? Nada. Al revés, le resta. Ser el niño en el bautizo, el novio en la boda, el muerto en el entierro, eso es muy viejo PSOE, que es Óscar López, que es Antonio Hernando. Un desastre", explicó en El Confidencial Jaime Miquel, uno de los gurús demoscópicos de Sánchez hasta este verano pasado.

El triunfo del 23-J no es del equipo que fracasó en mayo Jaime Miquel

Es cierto que después vino el triunfo de las elecciones del 23 de julio, pero ese, según Miquel, "no es del equipo que fracasó en mayo, que es el mismo que se estrella en las elecciones gallegas". "El 23-J fue también una segunda semana de campaña sorprendente con un protagonismo importante de Sánchez en los medios hostiles, llamémosles así, y con su participación en [el pódcast] La pija y la quinqui, que fue una maniobra importante y que prosperó porque se fraguó por un circuito ajeno a los jefes de la Moncloa", zanja el demoscópico valenciano.

En el PSOE ya están instalados en modo campaña. Los socialistas se ven fuertes. Y el presidente del Gobierno lo dará todo en la campaña de esos comicios. Cataluña es casi un asunto personal para el líder. Este mismo fin de semana se celebra el congreso del PSC y Sánchez va dispuesto a arrollar con su discurso de reconciliación y con la amnistía bajo el brazo.

El núcleo duro del presidente no ve problemas en la convocatoria catalana pese a que les ha impedido sacar adelante los Presupuestos de este año. "No nos impide seguir gobernando. Que nadie deduzca que esto ponga en riesgo la estabilidad del Gobierno", explica un fiel colaborador suyo. Todo parece indicar que las elecciones eran buscadas también por Moncloa, que quiere un nuevo reparto de cartas para clarificar la legislatura. Si Moncloa consigue que Illa, que ya ganó las elecciones de febrero de 2021, llegue al Gobierno catalán, Sánchez cree que podrá hacerse menos dependiente de los independentistas. Pero la aritmética en Madrid no cambiará.

El examen de Illa y la amnistía que negó

El PSOE arrasó el 23-J en Cataluña. El PSC, su partido hermano, le brindó la friolera de 19 escaños en Madrid. Los socialistas catalanes bebieron en gran medida del banco de votos que en su día aupó a Inés Arrimadas (Ciudadanos) a la estéril victoria que no pudo frenar el desembarco de un nuevo ejecutivo secesionista en San Jume. Pero hay una seria diferencia. El 24 de julio, un día después de las elecciones catalanas, el propio Illa rechazó tajantemente la amnistía y el referéndum.

Y ahora le toca defenderla. Los electores catalanes que entonces optaron por la papeleta del PSOE lo hicieron sin saber que Sánchez tramitaría la ley e intentaría que Carles Puigdemont, quien proclamó la independencia, fuera exonerado de todos sus delitos. Y eso es fundamental. Si las elecciones gallegas, las primeras tras la ley, fueron un golpe duro para el PSOE, las catalanas serán el test definitivo. Antes, el 21 de abril, se celebrarán las vascas. Pero el Euskadi es otro planeta políticamente.

Precisamente, los socialistas vascos quieren la menor presencia posible de Sánchez. Fuentes de la dirección socialista de Euskadi, en conversación con este diario, avisan a Ferraz de que no quieren que se cuele en la campaña ni un solo mensaje en clave nacional. El PSE-EE se juega mucho y, según las fuentes consultadas, intentará que el presidente del Gobierno aparezca lo estrictamente necesario por allí durante la campaña.

La pelota vasca del PSOE

Los socialistas vascos apuestan por una reedición del pacto con el PNV. Lo cierto es que hay alguna posibilidad, según los sondeos internos de Bildu, de que la izquierda abertzale supere a los nacionalistas. Pero esta sigue siendo una posibilidad remota. Los de Arnaldo Otegi, además, no ven al PSE-EE virando. Es cierto que ellos serán la llave del próximo equipo de Ajuria Enea, pero tanto Bildu como las fuentes socialistas consultadas explican que el candidato, Eneko Andueza, ha sido muy claro. Su plan no es darle el poder a Bildu.

En el PSOE no están por la labor de volar los puentes en Madrid con el PNV. En Ferraz y en Moncloa son conscientes de que darle el gobierno vasco a Bildu, si hubiera posibilidad, implicaría demoler los puentes de entendimiento con el PNV, que no tendría incentivo alguno en seguir apoyando al Gobierno de Pedro Sánchez. Los peneuvistas podrían complicarle mucho la legislatura a la coalición de PSOE y Sumar. La última campaña electoral, en Galicia, no le ha salido bien al PSOE. Y en algunos sectores del partido apuntan al papel de Sánchez.

El presidente se volcó con José Ramón Besteiro. No solo cerró la campaña con dos actos seguidos, sino que movilizó al partido en torno al proyecto gallego y la figura del candidato. Cabe recordar que Sánchez organizó la última conferencia política del partido en La Coruña hace justo un mes. Pero la 'nacionalización' de la campaña no surtió efecto. Los gallegos se enfrentaron a una dicotomía entre el PP y el presidente y votaron hasta darle la mayoría absoluta, a los populares. Esas fueron las primeras elecciones tras la tramitación de la ley de amnistía. Y el resultado escoció en Ferraz. Ahora intentarán resarcirse dando autonomía.

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  • E
    Ernesto Tagliavini

    Ah, claro: PSE y PSC hacen la guerra por su cuenta y dejan solo al PSOE. Menuda novedad: el PSC y el PSC son marcas blancas del secesionismo desde que Sánchez está ahí. Desde entonces, es el PSOE quien no es más que un SUBALTERNO, un TÍTERE de PSC y PSE. A los cuales, por cierto, debe el psicópata estar ahí: en el partido, primero, y en el gobierno después.

    Siendo esto así, COMO ES, el día en que yo llegue a comprender cómo es posible que quede algún andaluz, algún madrileño, algún extremeño, canario, aragonés, valenciano, etc., etc. que vote al PSOE, igual le cojo gusto a los enigmas y me atrevo con el misterio de la Santísima Trinidad. Seguro que lo entiendo antes.