El proceso de victimización de Pedro Sánchez a cuenta de la protesta registrada en Nochevieja junto a la sede de Ferraz gusta tan poco en el PP como el propio hecho de que se apaleara una piñata que representaba la figura del presidente del Gobierno.
No es casual que varios ministros del gabinete que preside Sánchez salieran en tromba ayer, festividad de Año Nuevo (hoy ha mantenido viva la llama el portavoz del grupo socialista, Patxi López), para denunciar unos hechos atribuibles a una minoría conformada por unas decenas de personas que nada tienen que ver con el PP y, sin embargo, están reportando un rédito a los socialistas empeñados en sacar partido a este tipo de episodios mediante ese proceso de victimización que ahora denuncian los populares.
En este sentido, el PP recuerda a los socialistas que el propio Alberto Núñez Feijóo también ha sido objeto de ataques similares como la quema de "muñecos" con su imagen. Del mismo modo, los populares se muestran sorprendidos por la indignación del PSOE "por una piñata con la cara" de Sánchez y su conformidad con que la quema de fotos del Rey o de la bandera de España no tenga consecuencias penales.
"No nos gusta lo que pasó esa noche y todo lo que no entre dentro de los límites del respeto cuenta con nuestro rechazo y condena", apuntan los 'populares', que también recalcan que en la concentración de fin de año en Ferraz "también se insultó de extrema gravedad a cargos del PP", como al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.
En este contexto, desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid también se ha condenado la protesta en Ferraz del pasado 31 de diciembre pero ha exigido al PSOE la misma contundencia en la condena de acciones similares que se han llevado a término en la figura de la jefa del Ejecutivo regional, Isabel Díaz Ayuso.
Insultos al alcalde de Madrid
En este contexto, el partido pregunta al partido de Pedro Sánchez "qué opina de los insultos" que dedicaron al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, "los mismos que golpearon la piñata".
"¿Y qué opina de la quema de muñecos con la imagen de Feijóo en Galicia? ¿Y de la quema de imágenes del presidente del PP en la Diada?". "Nuestra postura es la misma en todos los casos. La suya, no", concluye el PP.
Los episodios en los que se ha expresado violencia hacia la figura de dirigentes del PP son frecuentes sin que ninguno haya contado con una condena explícita del PSOE o del Gobierno.
Las muchas veces que el PSOE calló
El pasado mes de julio durante la Diada LGBTI en Barcelona se pudo ver a un individuo apaleando dos figuras de cartón de su líder, Santiago Abascal, y de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sin que el episodio motivara ninguna palabra de condena en las filas socialistas.
Lo cierto es que el PSOE tiene una lista de situaciones similares, comenzando con los casos de corrupción. Mientras Sánchez y su equipo se han pasado años llamando corrupto al Partido Popular por los diversos casos en los que ha estado envuelto, desde Ferraz han callado o incluso defendido las causas propias. El actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, aseguró el pasado verano que la sentencia contra Chaves y Griñán fue "injusta" y que considera "inocentes" a ambos exdirigentes del partido en Andalucía.
EL PSOE también guardó silencio el pasado mes de octubre cuando una asociación juvenil independentista vinculada a EH Bildu organizó el 'tiro al facha': colgaron en un instituto de Éibar una pancarta con las caras de Carlos Iturgaiz (Vox en País Vasco), Juan Carlos I o Julián Iantzi, presentador de TVE. El gobierno municipal de la ciudad, que es del PSE, calló sobre este hecho en lugar de condenarlo.
Otro caso de 'doble rasero' tiene que ver con el lema 'Borbones, a los tiburones', un cántico que se ha escuchado en múltiples ocasiones en manifestaciones de ultraizquierda y que ahora utilizan en Ferraz para quejarse de la inacción de Felipe VI ante 'el golpe' de Pedro Sánchez. Unos cánticos que el PSOE ahora condena y que antes no.
También el PSOE no ha asumido aquel acto de los integrantes de las Juventudes Socialistas en la comarca de la Vega Baja alicantina en que simularon pasar por la guillotina a un muñeco que representaba a Mariano Rajoy, un episodio que destapó el presidente de Vox, Santiago Abascal, durante su intervención en el debate sobre la ley de amnistía en el Congreso de los Diputados.
