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Política

El regreso de Irene Montero reabre el debate sobre el liderazgo en Podemos

La portavoz del grupo de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, y el secretario general del partido, Pablo Iglesias

Podemos está viviendo desde hace meses un invierno demoscópico y mediático que, según coinciden no pocos en ese partido, y también rivales y analistas consultados por Vozpópuli, tiene mucho que ver con las sucesivas desapariciones de la pareja que lo lidera: Pablo Iglesias e Irene Montero. Eso, y el aciago 2018 que ha vivido la formación morada con el episodio de la compra del chalé familiar en Galapagar (Madrid), poco acorde con la austeridad predicada en los inicios.

Sin duda, hay un antes y un después del episodio traumático del 3 de julio con el nacimiento prematuro de sus dos mellizos -solo seis meses de embarazo-. Iglesias y Montero, muy afectados, se quitaron de en medio todo el verano para cuidarlos; y, aunque en septiembre regresó él a la actividad política, para entonces ya estaban sobre la mesa las primeras señales de alarma.

Ahora es Pablo Iglesias quien se ha despedido para cuidar a los mellizos durante los próximos tres meses -solo volvería si a Sánchez se le ocurre convocar aprisa y corriendo elecciones generales este marzo- y vuelve la portavoz parlamentaria, Irene Montero, después de medio año de baja maternal.

Montero va a protagonizar un gran acto este miércoles en Matadero que ha levantado sospechas de que el relevo en el liderazgo de la formación puede no estar tan lejano

Montero no vuelve de cualquier forma. Ella misma se encargo de publicitar el 3 de enero en su Facebook que la vuelta será mañana, miércoles, por todo lo alto: en el transcurso de un acto en las naves del antiguo Matadero de Madrid titulado con toda la intención La vida, en el centro. Participarán pensionistas, militantes, activistas, con Vox y sus ataques contra la Ley contra la violencia de género estarán en el centro del debate.

El despliegue no pasa desapercibido

Ni en Podemos, donde el debate sobre la sucesión de Pablo Iglesias sigue siendo un tema tabú -excepto para los seguidores de Íñigo Errejón- ni en el resto de partidos ha pasado desapercibido semejante despliegue. Y ya hay quien en el PSOE quiere ver "una operación para que ella acabe siendo cabeza de cartel"; No para las siguientes elecciones generales, que secretario general de Podemos ya se ha encargado de dejarlo todo bien atado- pero sí "a medio/largo plazo", se dice en Ferraz y en La Moncloa.

Pero mucho va a tener que corregir el rumbo la portavoz parlamentaria de los morados ahora que coge las riendas del partido, porque el barómero del CIS de diciembre es demoledor: augura un mayor descalabro aún para los morados, bajando del 18% de voto al 14,9%...y poniendo en riesgo la alianza de progreso que pretenden los socialistas para la siguiente legislatura.

Iglesias cede el liderazgo a su pareja después de dejar Podemos muy lejos de su mejor marca; y eso que el PSOE le ha 'mimado' políticamente durante todo el otoño

De poco le ha servido al PSOE haber mimado políticamente a Iglesias todo este otoño dándole protagonismo en la negociación presupuestaria hasta el punto de acceder a la subida del salario mínimo a 900 euros este uno de enero por expresa petición suya; y de de firmar un acuerdo en La Moncloa con membrete del Gobierno y Podemos.

Por dejarle, Sánchez le cedió espacio político, con protestas por lo bajini, eso sí, hasta para acudiera a la prisión de Lledoners (Girona) a entrevistarse con el líder de ERC, Oriol Junqueras, para ver si apoya los presupuestos; incluso a Waterloo (Bélgica) para lograr lo mismo de Carles Puigdemont. Pero nada.

"Se han juntado el hambre y las ganas de comer", señala una fuente morada. Es cierto que el Gobierno capitaliza siempre los acuerdos políticos, pero a Podemos le llegaron las mieles cuando estaba descabezado y todavía lamiéndose las heridas del tropiezo del chalé.

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