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Política

CONVERSACIONES IRREVERENTES

Inocencio Arias: "Pido a Sánchez que se ponga una pajarita con la bandera de España cuando negocie con ERC"

Entrevista con el exdiplomático español. "Piden marginar a Pemán porque aduló a Franco, pero ensalzar a Alberti, que fue un turiferario y un "pelota" del criminal mayor del siglo XX , el llamado Pepe Stalin".

Inocencio Arias
Inocencio Arias Plaza y Janés

Son tiempos de conflicto –o casi- y es ahora cuando entra en juego la diplomacia. Las llamadas apresuradas, las charlas de pasillo, las decisiones y los renuncios. Por eso es un buen momento para llamar a Inocencio Arias, quien fuera embajador de España ante las Naciones Unidas, secretario de Estado de Cooperación y subsecretario de Asuntos Exteriores.

Arias acaba de publicar un nuevo libro, Esta España nuestra: Mentiras, la nueva Guerra Fría y el tahúr de Moncloa, en el que expresa su punto de vista sobre algunas de las grandes dolencias de este país. Por tanto, en esta charla se mezclan asuntos de política internacional con otros de ámbito doméstico. Su discurso está salpimentado, además, con un ingrediente corrosivo que seguramente provoque quemaduras en más de una persona.

Pregunta: Esta España Nuestra se ha convertido en un país donde la mentira es una seña de identidad, asegura usted. ¿Debemos ser pesimistas?

Respuesta: Este fenómeno no sólo ocurre aquí. De hecho, puede decirse que Pedro Sánchez está junto a Johnson -y precedidos por Donald Trump-, a la cabeza del listado de mentirosos occidentales. Muy destacados sobre el resto, además. Ojo, Putin también es un campeón del embuste.

P: Vamos a contar mentiras. Nos dijeron que de ésta saldríamos más fuertes...

R: Es quizás es el eslogan más estúpido de toda la transición. Recuerda a algunas frases de carcajada de Zapatero.  Porque vamos, era obvio que aún quedaba pandemia, que iba a causar muchas muertes y que le economía iba a darse un batacazo.  Un chaval de 12 años podía entenderlo, pero el triunfalista Sánchez nos lanzó a todo trapo lo de "vamos a salir más fuertes". Todo un presidente del Gobierno, viajado, pregonando esa parida buenista. Es de pena.

P: Miente el presidente... 

R: Pero no es sólo el Presidente, la mentira está generalizada. El PSOE de mi tierra insiste en que los altos cargos andaluces desconocían el alcance y el meollo de los ERES de Andalucía. Nos toman por idiotas. Yo puedo creer que éste o en aquel estaba de algún modo in albis, pero no me creo que ningún alto cargo se diera cuenta. Esto es propio de Gila, de Mota o de un buen humorista.  En cuanto a los embustes de los indepes catalanes..., también son catedráticos en difundirlos, desde que hicieron una guerra de secesión en 1714 (que fue una trola) hasta que aseguraron que España les roba o que les asfixiamos culturalmente. ¿Cómo los asfixiamos?  ¿No pueden hablar catalán, boicoteamos a los artistas catalanes, prohibimos los libros en catalán, silenciamos su televisión aunque a menudo siembre el odio hacia España?  Nada de eso es verdad, pero lo pregonan a los cuatro vientos. Son embustes rentables. 

P: El 2022 no pinta bien. Todo parece indicar que se encarecerá la deuda y que la economía se verá en dificultades. Y en política..., tenemos lo de Ucrania. ¿Qué será de nosotros, los españoles? 

R: Vamos a perder posiciones inevitablemente. Si examinamos los índices económicos podemos apreciar que estamos en la cola en casi todos. Hay más paro, más deuda, mas absentismo laboral..., una subida de precios escandalosa (el gas, la electricidad, la cuota de los autónomos....). Sin embargo, el Gobierno nos da a entender que somos cojonudos y que nuestra "resiliencia, transversalidad y feminismo" nos hacen imbatibles.  Y entonces, cateto, yo, pregunto: ¿por qué estamos en la cola?

P: Visto que el papel de España en la OTAN es muy secundario, ¿debemos tener fe ciega en la organización?

R: Ciega, no. Aparte del detalle de que no cubre a Ceuta y Melilla, la OTAN, sobre todo, está muy dividida. En el tema de Ucrania, debe haber como cuatro posiciones diferentes entre sus miembros. La OTAN no está con respiración asistida, como dijo Macron, pero la división interior la hace menos eficaz. 

P: Usted se metió en su día en problemas por criticar la teoría de las armas de destrucción masiva. Con razón...

R: En efecto , yo creí a pies juntillas durante el conflicto de Irak que Sadam Hussein poseía las armas de destruccion masiva (también lo creían enemigos de la guerra, como el francés Chirac o el egipcio Mubarak).  Ahora bien, si derrotado el sátrapa iraquí, con Estados Unidos dueño de Irak, las armas no afloraban aquello te obligaba a cuestionarlo. Por eso, dije que si las armas no aparecían habría que replanteárselo todo.  Es decir, nuestra justificación de la intervención en Irak renqueaba. Eso no gustó a mis superiores y, ojo, en parte lo entiendo. Yo llevaba razón pero en política, a veces, no puedes tener razón antes de tiempo.  Por cierto, Aznar apoyó políticamente a Estados Unidos, de forma decidida, pero es mentira que enviara tropas a la guerra. Las envió después y la ONU las bendijo. Esto para mucha izquierda española es difícil de admitir.

Europa es una comparsa bien vestida pero sin garra

P: Se lo planteo sin eufemismos: ¿Nos encaminamos hacia un gran conflicto mundial?

R: Creo que no. No descarto que Rusia invada Ucrania, podría ser, pero Occidente no va a replicar con la fuerza. Ni Gran Bretaña, ni Polonia, ni España, ni Estados Unidos lo van a hacer. Nuestra fragata no va a lanzarse a disparar con la enorme superioridad militar de Rusia en la zona y Estados Unidos no quiere entrar en otra guerra. Lo que sí es probable es que repliquemos poniendo sanciones de diverso tipo a Rusia. Hay que estudiar cuáles porque varias de ellas perjudicarán tanto a varios miembros de la OTAN, Alemania, por ejemplo, como a Rusia. Por eso, Alemania, líder en otras cosas, tiene una posición tan paniaguada, inevitablemente egoísta. 

P: ¿Cómo suele actuar la diplomacia en estos momentos previos al estallido?

R: En estos momentos suele haber reuniones febriles y muchas llamadas telefónicas o de vídeo.  Fundamentalmente, entre Rusia y Estados Unidos, pues Europa es una comparsa bien vestida pero sin garra. Las discusiones internas entre nosotros son premiosas. Los pies se arrastran porque la Unión o la OTAN, cuando se enfrentan a un problema grave, remolonean porque no nos ponemos de acuerdo. Hay mil ejemplos.

P: ¿Recuerda alguna anécdota personal previa a tiempos de conflicto? Varias pero son largas de contar.

R: Recuerdo cómo 'el PSOE serio', de Felipe González cambió de postura con respeto a la OTAN y se volcó para ganar el referéndum. ¡Llegaron a agobiar a RTVE! También recuerdo la desmembración de Yugoslavia y cómo ciertos políticos, como Fernández Ordóñez, no querían apresurarse, pero Alemania se adelantó al reconocer a alguna de sus naciones.

Putin no traga que Ucrania, un país que en el fondo considera parte de Rusia, tenga una política independiente de verdad.

P: Habrá gente que lea esta entrevista y, en medio de la confusión, se pregunte, ¿por qué Ucrania ahora?  

R: Hay una única razón, si somos objetivos: Putin no traga que Ucrania, un país que en el fondo considera parte de Rusia, tenga una política independiente de verdad. Por ejemplo, que se acerque a la Unión Europea o que incluso quiera estar, en diez o doce años, casi en la OTAN. Le da repelús y muestra su cinismo.  Coloca unos 100.000 hombres en la frontera con Ucrania, a la que ya ha invadido en dos ocasiones y manda otros pocos miles a su vasallo de Bielorrusia. Entonces, Ucrania pide ayuda, le hacemos caso, enviamos unos barquitos y una decena de aviones y Putin grita: ¡me están amenazando!  No, querido Vladimir, tú has empezado a amenazar ostensiblemente y ellos se quieren defender.

P: Cambiemos de tema. ¿Teníamos los españoles más motivos para estar felices allá en los 80 y los 90, cuando esto crecía y no habíamos descubierto tantos fallos del nuevo sistema?

R: Pensábamos que la democracia iba a ser un edén. Y nos equivocábamos. La deriva es mala y el país está muy polarizado. Los dos bloques son un tanto excluyentes pero hay más celeridad en el PSOE y sus socios para demonizar al adversario. ¿Puede un socialista, metido en la cama con Podemos, un miembro de Podemos, de ERC o de Bildu, tachar rápidamente de "fascista" no sólo a Vox sino también al PP?  Es curioso porque el que tiene resabios de fascista es Podemos, de izquierda pero fascista. 

Pensábamos que la democracia iba a ser un edén. Y nos equivocábamos. La deriva es mala y el país está muy polarizado.

-Al presidente hay quien le apoda 'cum fraude'..., ¿cómo creer en el sistema?

Mintió en su tesis, llegó al poder en base a una frase vidriosa, mintió en las cifras de la pandemia, en los pactos que iba a hacer o no hacer, mintió organizando una manifestación masiva sabiendo que la pandemia galopaba, cosa que usted y yo desconocíamos..., esto rozó lo criminal. Los tribunales fallan que toma medidas anticonstitucionales. Dice que el referéndum chapuza fue rebelión y luego indulta a los autores. Paga lo que sea por estar en el poder.

P: Y el partido...

R: Hay una carencia de escrúpulos que afecta al PSOE. Es curioso porque casi ninguno protesta por lo que hace el Gobierno y eso habrá que recordarlo en el futuro. En cualquier caso, hay que esperar y desear que, cuando pase el sanchismo, los socialistas vuelvan a ser un partido vertebrador y no desvertebrador, como ahora. La Ley de Memoria Histórica es un buen ejemplo de lo que digo. Es otro fraude. No podemos resaltar las tropelías de Franco y escamotear las que hizo el Frente popular. No podemos pasar por alto la barbarie de Paracuellos, cometida por funcionarios del Gobierno de izquierdas, con Largo Caballero a la cabeza. Resulta que es de mal gusto recordarlo. Hay que hablar de como murió García Lorca, pero olvidar cómo ejecutaron a Muñoz Seca. Marginar a Pemán porque aduló a Franco, pero ensalzar a Alberti que fue un turiferario y un "pelota" del criminal (junto con Hitler) mayor del siglo XX , el llamado Pepe Stalin. Todo esto es divisorio y conviene pasar página de una vez. Ahora bien, si se recuerda una cosa, es necesario también recordar las otras y no tener una visión selectiva del pasado.

Piden marginar a Pemán porque aduló a Franco, pero ensalzar a Alberti, que fue un turiferario y un "pelota" del criminal mayor del siglo XX , el llamado Pepe Stalin. 

P: Sigamos con las mentiras. Se nos vendió como una reunión al más alto nivel un encuentro de Sánchez con Biden que fue como el de dos vecinos esperando el ascensor. ¿Eso es habitual en esos círculos o nos engañaron?

R: No hubo tal. Los fontaneros de la Moncloa se equivocaron o se auto-engañaron. La entrevista no estaba amarrada en firme, pero los corifeos de Sánchez tenían que vender que nuestro presidente y Biden iban a tener una entrevista espaciada e importante. El paseíllo dio vergüenza. Parecía que Sánchez quería colocarle una póliza de seguros. No creo, para nada, que Biden quisiera desairarlo, sino más bien que estaba en otras preocupaciones y vio que un hombre que desconocía se le pegaba. Repito: Biden puede tener una cierta desconfianza hacia un señor que tiene en su gobierno a un puñado de políticos que aprecian más a Maduro o al castrismo que a Estados Unidos pero no quería desairarlo. Ocurre que la entrevista no tocaba y nuestros fontaneros, prisioneros de su triunfalismo, quisieron forzarla.

P: No me resisto a preguntarle por otra figura que ha causado decepción en una parte de la población: Juan Carlos I. ¿Usted apuesta por su vuelta a España? ¿Debería hacerlo?

R: Yo apuesto porque se le deje en paz hasta que los tribunales decidan. Y luego, si hay algo censurable, darlo a conocer sin olvidar todo lo que hizo por España en tres o cuatro momentos cruciales. Eso pesa más que sus cacareados deslices.

P: El título de su libro está inspirado en la canción de Cecilia. La conoció... 

R: Sí, la traté. Era hija de mi jefe en Argelia. Regalé muchos de sus discos y no sólo por amistad, sino porque me gustan.

P: Ahora hay quien ve mal incluso citar la palabra España... 

R: En efecto. De ahí viene el título del libro. El día que descubrieron una placa en la casa donde vivió Cecilia, en Madrid, yo residía en el piso superior. Entonces, me enteré de que el Ayuntamiento, imagino que sería el anterior, había intentado poner el nombre varias canciones de Cecilia y omitió el de Mi querida España. La familia quiso incluir esta y el Ayuntamiento aceptó. Pero el borrador delataba al equipo de gobierno y sus intenciones iniciales...

P: No me resisto a terminar con una pregunta. Usted es el gran especialista español en el tema: ¿qué pajarita le recomendaría al presidente para su próximo fotomontaje en el despacho? 

R: Yo creo que él se ve más atractivo con corbata convencional y jugando con sus gafas. Alguien le ha debido decir que eso le da aires de estadista. Yo le diría que cuando vaya a hablar con ERC se ponga una pajarita con los colores de la bandera española, ese trapo que da cagalera a algunos indepes, y que si le sacan el tema del referéndum que se levante o cambie de conversación, preguntando : ¿Van ustedes a echarle una mano generosa al Barcelona para que salga del hoyo económico en que se ha metido sin que el casposo y fascista Madrid tenga nada que ver?

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