El PSC devora al PSOE: “Lo que beneficia a los socialistas catalanes nos perjudica en el resto de España”

El PSC es casi el único poder fáctico del PSOE tras el 28 de mayo. Los socialistas catalanes gobiernan tres de las cuatro capitales de provincia catalanas (Lérida, Tarragona y Barcelona), han afianzado su poder en el área metropolitana de Barcelona, salvo excepciones como la Badalona de Albiol, y sus perspectivas con Salvador Illa para las próximas autonómicas son buenas.

El PSC es una excepción tras la debacle de mayo. Solo Emiliano García Page ha salvado los muebles en Castilla-La Mancha. Otras federaciones históricamente relevantes como Andalucía atraviesan sus horas más bajas. Valencia o Aragón acaban de perder sus Gobiernos autonómicos. Y Juan Lobato ha recuperado pulso en Madrid, pero sigue lejos de la Puerta del Sol. El avance del PP convierte al PSC en determinante para el futuro del partido, tanto si Pedro Sánchez sigue como si pierde La Moncloa tras las elecciones del 23 de julio.

“La estrategia federal les beneficia a ellos, ni siquiera al PNV porque Bildu es una cosa distinta al separatismo catalán”, explican fuentes socialistas a Vozpópuli. “Los indultos, la reforma del Código Penal, el papel de ERC… Hace tiempo que la política española se ha convertido en un juego de espejos en el que lo que beneficia al PSC perjudica al PSOE en el resto de España”.

Sánchez mima al PSC

Un alto cargo de la actual dirección del PSOE niega que exista conflicto. “No hay diferencia” entre PSC y PSOE. “Estamos centrados en ganar las elecciones”, añade un barón sin Gobierno autonómico.

Sánchez ha mimado a los socialistas catalanes desde que recuperó las riendas del PSOE en 2017. Cataluña fue uno de los pilares sobre los que asentó su victoria en las primarias. Y sus servidumbres posteriores con el separatismo para ganar la moción de censura han afianzado el poder del PSC tanto en el Gobierno como en Ferraz.

Sánchez ha entregado a su partido hermano en Cataluña un poder económico sin precedentes en Madrid. Marc Murtra, en Indra; Maurici Lucena, en AENA; Raül Blanco, en Renfe; o Jordi Hereu, en Hispasat, son los principales cargos del PSC colocados en empresas públicas.

Por su parte, el PSC ha recompensado a Sánchez con creces. Suya ha sido la única victoria clara de los socialistas en las municipales de mayo. Y Cataluña es la comunidad en la que la izquierda resiste mejor el crecimiento de Alberto Núñez Feijóo. El partido de Salvador Illa fue la fuerza más votada el 28-M en Cataluña -712.949 votos, a gran distancia de Junts per Catalunya, con 552.089; y ERC, con 519.833-.

“La política son ciclos y estamos en un ciclo bueno para el PSC”, señala un veterano del PSOE. “Su peso es evidente y han buscado acomodo en los puestos donde se maneja el dinero”.

La izquierda resiste en Cataluña

Todos los análisis demoscópicos, como uno realizado recientemente por la empresa Future Politics, coinciden en que Cataluña es el vivero más importante que le queda a la izquierda el 23-J. También el futuro de Illa es prometedor. No es suficiente. Desde el PSOE insisten en que, desde José Luis Rodríguez Zapatero, la reforma del Estatut y el pacto del Tinell, lo que beneficia al PSC en Cataluña acaba perjudicando al partido en otros muchos territorios.

Además, dicen, un buen resultado en Cataluña no basta por sí solo para recuperar la ventaja del centro derecha en todas las encuestas. “Cataluña no es suficiente para ganar”, dicen estas fuentes. “Antes se compensaba en Andalucía, Madrid o Valencia, pero ahora estamos muy débiles en estos territorios”.

¿Qué pasará si Sánchez pierde La Moncloa? Lo último que quiere el PSC es regresar a un choque constitucionalismo vs. separatismo tipo procés en Cataluña. “Es lo que más daño les hizo”, dicen. Pero el PSOE, añaden, tendrá que hacer su propia reflexión.

El PSC, aseguran estas fuentes, ha tenido tradicionalmente dos líneas. La de los alcaldes del área metropolitana "más españolistas" frente a unas élites del partido, que eran nacionalistas. Ese equilibrio se mantuvo más o menos estable hasta la llegada de Pasqual Maragall al liderazgo del partido, que inclinó la balanza hacia las tesis más independentistas.

“Fruto de aquella situación nació Ciudadanos, que no deja de ser una escisión del PSC”, recuerdan desde el PSOE. “Es una reflexión que, como muchas otras, tendrá que abrirse si se pierde La Moncloa. Ahora son tiempos de paz, pero no sería la primera vez que se tensa la cuerda entre el PSOE y el PSC”, añaden.

Relación entre el PSOE y el PSC

Desde La Mancha, territorio que tendrá mucho que decir en el futuro del PSOE, ven "divergencias" naturales, pero no "puntos de quiebra".

"Los mejores resultados del PSC se deben, en gran medida, al discurso y la posición de Illa desde que es candidato: diálogo sí, pero desde las posiciones originales del PSC y del PSOE, apartando el debate el derecho a decidir y combatiendo al bloque independentista en su incapacidad para gestionar", dice un alto cargo próximo a Page. "Eso es lo que les ha servido para crecer recuperando voto tanto de ERC como especialmente de Ciudadanos".

Ferraz ha barajado la posibilidad de lanzar su propia marca en Cataluña en varias ocasiones. La última de ellas fue en la convulsa época previa a las primarias, cuando el PSC, con Miquel Iceta al frente, se opuso a la abstención ante la investidura de Mariano Rajoy en 2016. La sangre no ha llegado nunca al río. Y lo más normal, dicen, es que se mantenga el acuerdo pase lo que pase con Sánchez.

"Es imposible saber qué pasará en el futuro. Pero lo que está claro es que la influencia es para quien quiera ejercerla", afirma un destacado dirigente de la federación madrileña.