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España

Pedro Sánchez entrega a Cataluña el poder económico del Estado tras el asalto a Indra

El Gobierno siembra el terreno para la negociación "económica" con el independentismo catalán. El PSC copa las principales empresas públicas y Giró toma las riendas de Economía en la Generalitat

Sánchez entrega a Cataluña el poder económico del Estado tras el asalto a Indra
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Bruselas. Pool Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa

Con los indultos a los líderes del proceso separatista descontados, el Gobierno prepara una nueva fase en la negociación con Cataluña que será, sobre todo, económica. Así enmarcan varias fuentes consultadas por Vozpópuli movimientos como el relevo en la dirección de Indra o el nombramiento del exdirectivo de La Caixa Jaume Giró como consejero de Economía de la Generalitat.

El Gobierno espera culminar la salida de Fernando Abril-Martorell esta semana. El nuevo presidente de Indra será Marc Murtra, que debe ser ratificado en un consejo de administración que probablemente se celebre el jueves. La figura de Murtra está vinculada al PSC. Y es una persona de confianza tanto de Miquel Iceta como de Salvador Illa.

Murtra se suma a una larga lista de cargos del socialismo catalán colocados en empresas públicas. Son casos como el de Maurici Lucena, consejero delegado de Aena; el exalcalde de Barcelona, Jordi Hereu, en Hispasat; y el presidente de Renfe, Isaías Táboas.

Puerta giratoria del PSC

Todos estas "colocaciones" sorprenden en el seno del propio PSOE, aunque lo de Indra va un poco más lejos. Se trata de una multinacional cotizada y ni los más veteranos de pasados gobiernos socialistas recuerdan una situación como la que ha propiciado el Gobierno.

"Este control político es una puerta giratoria en toda regla", dicen estas fuentes. "Pedro Sánchez sigue premiando al PSC por los servicios prestados, y sigue ocupando el espacio del poder económico para la negociación que está por venir con el independentismo catalán: la pela".

El caso de Indra ha provocado una enorme "incredulidad" y "malestar" en sectores empresariales. El grupo tecnológico español es una compañía cotizada. El Gobierno controla el 18,7% del capital de Indra a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). El caso de Indra es la comidilla entre los altos ejecutivos de las grandes empresas, que ni se explican el relevo de Abril-Martorell ni conocen a Murtra. Este diario ha informado de la valoración favorable que recibió el presidente saliente. Fuentes empresariales temen que Sánchez siga moviendo fichas en otras empresas con participación pública.

"La caída de la acción prueba el respaldo que generaba Abril-Martorell", sostienen estas fuentes. "No se puede prescindir de una persona que tiene una capacidad de interlocución reconocida con todos los sectores industriales del país. Esta politización no tiene sentido en una empresa nuclear para el proceso de recuperación económica en España", añaden.

"Cambio de etapa" en Indra

Fuentes próximas al Gobierno enmarcan la propuesta de Murtra en un "cambio de etapa", pero no cuestionan la labor que ha realizado Abril-Martorell al frente de Indra. "Estamos en otra etapa, y se requiere otro perfil", aseguran. La portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha asegurado que no hay que buscar razones políticas.

Otras fuentes sostienen que el relevo de Abril-Martorell se produce por la negativa de éste a la compra de la empresa ITP Aero, tal y como han publicado algunos medios. Y sostienen que La Moncloa lleva tiempo buscando un nuevo presidente en Indra. El otro candidato, además de Murtra, era otra figura del socialismo catalán: el exsecretario de Estado de Energía, Ignasi Nieto.

Indra sería el segundo 'golpe' del Gobierno a una empresa del Ibex 35, pues cabe recordar que hace apenas dos semana el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dependiente del Ministerio de Economía, votó en contra de los sueldos de los directivos de Caixabank en su Junta General de Accionistas, tal y como adelantó Vozpópuli en exclusiva.

El organismo que preside Paula Conthe ostenta un 16% de la actual Caixabank por lo que su voto no pudo 'tumbar' la remuneración de la cúpula, pero sí ha servido para dejar constancia del descontento de Nadia Calviño con la entidad que se ha fusionado recientemente con Bankia.

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