El PP se compromete a 'reclutar' 10.000 nuevos militares hasta alcanzar los 140.000 en las Fuerzas Armadas

El Partido Popular contempla un aumento sustancial en el número de efectivos de las Fuerzas Armadas, hasta alcanzar la cifra de 140.000 militares. Esto supone un incremento cercano al 7,7%, teniendo en cuenta que actualmente hay alrededor de 130.000 hombres y mujeres repartidos entre los diferentes ejércitos. La formación liderada por Alberto Núñez Feijóo también se compromete a mejorar sus condiciones sociolaborales, aunque por el momento no especifica datos o el modo en que incrementaría las retribuciones.

La promesa de alcanzar la cifra de 140.000 efectivos, no obstante, está ligada a que el PP gobierne al menos durante dos legislaturas, tal y como describe en su programa electoral: “Elevaremos el número de efectivos de las Fuerzas Armadas durante dos legislaturas hasta alcanzar los 140.000 previstos por la ley”, detalla el documento, en su punto 336, incluido en el capítulo dedicado a Seguridad y Defensa.

Esta cifra supondría un aumento sustancial respecto a los 130.000 efectivos que actualmente componen las Fuerzas Armadas, según los datos de personal al servicio del Sector Público recogidos por la Administración General del Estado. O lo que es lo mismo, el compromiso pasa por incorporar 10.000 nuevos militares.

En este mismo apartado recogen su compromiso de mejorar “las condiciones sociolaborales” de los militares, aunque no especifican el modo concreto en el que se llevaría a cabo. La única referencia recogida son “los parámetros del Observatorio de la Vida Militar” y “con los principios de mérito y capacidad”.

El programa del PP también recoge la promesa de computar los años de servicio en las Fuerzas Armadas para “todas las ofertas públicas de empleo”, una medida que afecta a los efectivos de tropa y marinería que a los 45 años se desvinculan de los cuerpos militares.

El 2% del PIB

El partido de Alberto Núñez Feijóo mantiene además su compromiso de alcanzar el 2% del PIB en inversión de Defensa, una histórica reivindicación de la Alianza pero que nuestro país no ha cumplido en las últimas décadas. El Gobierno de Pedro Sánchez se comprometió en la cumbre de la OTAN en Madrid a alcanzar esa cifra antes del año 2030.

Con ese aumento presupuestario se prevé la financiación de un ambicioso programa de rearme que ya está en marcha, que incluye los nuevos vehículos blindados 8x8 del Ejército de Tierra, las fragatas F100 y submarinos S-80 para la Armada y nuevos cazas de combate para el Ejército del Aire y del Espacio, entre otros. Las asociaciones militares, no obstante, reivindican que el aumento de esta partida repercuta igualmente en una mejora de sus salarios.

El PP, finalmente, se compromete a desarrollar un nuevo modelo de reserva militar voluntaria "que mejore las capacidades operativas y haga realidad el compromiso ciudadano con la defensa nacional", a incentivar la industria de defensa nacional "como sector estratégico precursor de la I+D+i y dinamizador de la investigación civil", y a "promover la seguridad en el ciberespacio y la soberanía digital", afirmando que dotará al Estado de los "recursos técnicos y humanos adecuados" pero sin especificar de qué modo se articularía.

Relaciones exteriores

"Promoveremos la cultura de la defensa como elemento esencial para la seguridad interior y exterior de España -añade el programa electoral desvelado este mismo martes-. España necesita definir una Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa que identifique el interés nacional, fije los fines y objetivos estratégicos y cuente con los recursos materiales y humanos necesarios para su consecución".

En cuanto a los principales objetivos de seguridad en el exterior, incide en la necesidad de encontrar un nuevo equilibrio en las relaciones con Marruecos y Argelia, a "imprimir un impulso" con los países de Oriente Medio -"región clave para nuestra seguridad energética"-, y a ayudar al "desarrollo robusto y sostenible de África", así como a impulsar una "relación equilibrada" con los países del Magreb. Hay también referencias a la guerra de Ucrania, manteniendo el apoyo militar y económico a Kiev, además de las sanciones a Rusia.

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