Jornada intensa en Bruselas. La Comisión Europea ha acelerado su mediación para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tras advertir un intento del ministro de Justicia, Félix Bolaños, de descarrilar el acuerdo, según explican fuentes comunitarias a Vozpópuli.
A Bolaños se le sigue atragantando su estrategia en Bruselas. El ministro, que participaba el viernes en un consejo informal de ministros de Justicia de la Unión Europea, sorprendió a todos con unas declaraciones en las que hablaba de una gran “preocupación” de la Comisión por el bloqueo del CGPJ.
A la Comisión no le ha gustado este comentario, que ha interpretado como una forma de apuntarse un tanto que no le corresponde y que, además, ponía en jaque el diálogo para que Bruselas supervise la renovación de este órgano judicial.
“Bolaños ha venido a Bruselas a presionar al PP”, explican estas fuentes. “Al Gobierno no le gusta que la propuesta de que la Comisión actúe como supervisor con el CGPJ sea de Alberto Núñez Feijóo”.
Condiciones de la Comisión Europea
Ante esta situación, y el temor al eterno pulso PSOE-PP sobre el reparto de culpas en el bloqueo judicial, la Comisión ha decidido intervenir. El comisario de Justicia, Didier Reynders, ha enviado sendos escritos a sus interlocutores en el PP y el PSOE para que aceptasen unas condiciones mínimas de calendario y plazos de negociación para llegar a un acuerdo o se retiraban. Las elecciones europeas son el 9 de junio y Reynders no tiene mucho tiempo.
Bolaños no ha tenido más remedio que recular. “Lo que quería Bolaños es que renunciara el PP o al menos que le temblasen las piernas a Génova”, señalan desde Bruselas. “Pero lo que no podía de ninguna manera era rechazar la oferta de la Comisión, que ha actuado rápido para evitar que ambos partidos le utilizasen como excusa para no sentarse de una vez a dialogar”.
Lo que ha ocurrido a posteriori ha sido una batalla comunicativa por echarse la culpa del bloqueo del CGPJ y, al mismo tiempo, arrogarse el paso dado para solucionarlo. La realidad es que Reynders ha exigido a las dos partes celebrar una reunión a tres bandas –PSOE, PP y Comisión- a la mayor brevedad posible. El encuentro está previsto para el próximo miércoles 31 de enero.
El pulso PSOE-PP en el CGPJ
Feijóo ha agradecido al comisario Reynders que quiera ayudar con la fórmula de “diálogo estructurado” que el PP propuso a Sánchez en su última reunión en diciembre en el Palacio de la Moncloa. En esta propuesta ha colaborado activamente Adrián Vázquez, presidente del comité de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara y secretario general de Ciudadanos. Reynders pertenece a la familia liberal al igual que Vázquez.
El líder del PP espera que la supervisión de la comisión permita volver a “respetar la igualdad de los ciudadanos ante la ley, la independencia de los jueces y que España comience a reconducir el deterioro del Estado de derecho”.
El Gobierno, por su parte, también ha gradecido el gesto de la Comisión. Y ha vinculado la acción de Reynders a la presión que ha ejercido Bolaños en el consejo informal. Además, ha acusado al PP de mantener bloqueado la renovación del CGPJ durante los últimos cinco años. “El PP ha pvocado una crisis institucional en el poder judicial y un gran deterioro del servicio público de justicia”, han dicho fuentes del Gobierno. “El Gobierno trabajará para que el CGPJ recupera el prestigio institucional que merece este órgano”.
La negociación para desbloquear el CGPJ se va a producir en plena batalla política y jurídica por la ley de amnistía. La Comisión ha enviado ya varios recados al Gobierno de Pedro Sánchez sobre lo poco que le gusta la norma.
Reynders quiere esperar a la aprobación definitiva de la legislación, pero está permanentemente informado de lo que ocurre en el Congreso y de las recientes enmiendas para incluir delitos de terrorismo pactadas entre el PSOE y Carles Puigdemont.