Política

La estrategia de Casado para desgastar a Sánchez en el tramo final de la campaña

Pablo Casado.

Pablo Casado cree haber encontrado el leit-motiv de la recta final de la campaña del PP en la pregunta "sin respuesta" que le hizo a Pedro Sánchez durante el debate del pasado lunes: "¿Va usted a pactar con Torra tras el 10-N?". El presidente del PP, explican a Vozpópuli fuentes de la dirección nacional de los populares, se centrará hasta el viernes en resaltar las contradicciones del PSOE en materia de pacto y, también, en el drama del paro, que en octubre subió en casi cien mil personas.

"Ahora todo el mundo entiende por qué Sánchez impuso el debate el lunes y no el martes, para no tener que enfrentarse al mayor aumento del paro desde 2012", sostienen las citadas fuentes en referencia a que el PSOE se resistió con firmeza a que el debate entre los cinco líderes se celebrara en la noche de este martes, precisamente para no tener que hablar del empeoramiento de la economía.

El pésimo dato del paro en octubre confirma, según el PP, que la política económica de los socialistas tras la moción de censura con la que tumbaron a Rajoy "es un fracaso"

Después de 16 meses de Gobierno socialista de Sánchez, insiste el PP, en España hay cerca de 15.000 parados más que en junio de 2018, cuando los socialistas forzaron una moción de censura para tumbar al Ejecutivo de Mariano Rajoy y llegar al Gobierno tras la sentencia del caso Gürtel. Y esa es, señalan, "la prueba del algodón de que su política en materia de empleo del PSOE ha resultado ser un fracaso".

Solo con esos dos ejes, paro y Cataluña, según estiman en el cuartel general de los populares en la calle Génova, Casado puede poner al presidente en funciones en aprietos. Sobre todo, porque el mérito de esa pregunta no respondida a lo largo del debate es suyo, no de Santiago Abascal o Albert Rivera.

Consciente de que la mayoría de los sondeos de urgencia sobre lo ocurrido en el plató de la Academia de Televisión en la noche del lunes dan vencedor al líder de Vox, Santiago Abascal, Casado no perdió un minuto este martes en Cantabria, el primer mitin tras el debate, y horas más tarde en Asturias, para pedir el voto útil de toda la derecha al PP si se quiere sacar a Pedro Sánchez de La Moncloa.

"Ayer (lunes), Pedro Sánchez, delante de millones de espectadores, dejó muy claro que quiere volver a pactar con Torra y con Junqueras. Hay silencios atronadores, y quien calla, otorga. Contestó con su silencio que quiere volver a pactar con JxCat y ERC y que no descarta la abstención de los proetarras de Bildu y Otegi", insistió Casado.

A por la investidura

Porque "lo que no se una en torno al PP se unirá en torno al PSOE", ha alertado, sobre todo cuando "quien pretende presidir España dice que no existe la nación, que es plurinacional", recalcó el dirigente popular en referencia a la otra pregunta que le reiteraron por activa y por pasiva tanto él como Rivera: "Señor Sánchez: ¿cuántas naciones hay en España?".

Y es que el PP está convencido, tras el debate, señalan las fuentes consultadas, de que, más allá de los sondeos apresurados que dan a Abascal como más "brillante" que Casado, los 8,6 millones de españoles que vieron el debate pudieron comprobar que lo que está en juego el 10-N es que sea presidente Pablo Casado o lo siga siendo Pedro Sánchez. Y que están a poco de conseguir que el bloque de centro derecha más Vox supere en escaños al que forman PSOE, Unidas Podemos y Más país.

Si eso ocurre, el presidente del PP se planteará presentarse a una investidura, no tanto para resultar elegido en primera instancia -sabe que los independentistas de ERC, JxCat, Bildu y otros partidos lo impedirían-, sino para obligar a Sánchez a retratarse: primero, porque rechazaría a un candidato constitucionalista, y segundo, porque sería investido con el voto afirmativo del independentismo; no valdría solo con la abstención de los de Gabriel Rufián, como tras los comicios fallidos del 28-A.