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Política

Abascal alerta contra la "intoxicación del PSOE" por temor a repetir un suflé como el del 28-A

El líder de Vox, Santiago Abascal, durante un acto de precampaña

El pasado 28-A Vox logró pasar de cero escaños en el Congreso de los Diputados a un total de 24 diputados. Pero muchos percibieron este salto como un fracaso. Las encuestas y tertulias previas habían aumentado tanto las expectativas en torno al partido de Santiago Abascal -y más desde la sorpresa de las elecciones andaluzas- que cualquier resultado final parecía poco.

Hoy, un día después del debut del candidato de Vox en el debate y a cuatro jornadas de la nueva cita con las urnas, varios sondeos catapultan a la formación a tercera fuerza. Abascal es el político que mejor parado ha salido de la disputa televisiva, según los lectores de la mayoría de medios.

Consciente de que parte de la población interpretó su triunfo en los pasados comicios como un patinazo, Abascal llama a la cautela

Conscientes de que una parte de la población interpretó su triunfo en los pasados comicios como un patinazo, en el partido han optado por llamar a la cautela ante el 10-N y advierten sobre una posible "intoxicación" socialista que buscaría obtener rédito electoral azuzando el llamado voto del miedo.

"Cuidado con las encuestas, que algunos las utilizarán para agitar el miedo, y otros para menospreciar el resultado que nos den las urnas. Nosotros a lo nuestro, sin euforia y sin miedo. Con los diputados que nos den los españoles construiremos la gran alternativa patriótica", escribió Abascal en Twitter 24 horas antes del debate.

Júbilo en el partido

Pero su paso por TVE ha desatado la euforia entre los simpatizantes y miembros del partido. "España ha conocido por fin a Santiago Abascal sin filtros ni manipulaciones. Y le ha gustado", opinaba el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch. "Una noche para la historia", resumió.

Abascal continúa tratando de contener el júbilo. "Hay unanimidad en todas las encuestas de los medios. Abascal ha ganado claramente un debate en el que sus rivales, presos de la ñoñería y el encorsetamiento ideológico, han sido incapaces de entrar a debatir los temas propuestos por Vox", celebraba el diputado de Vox por Cádiz y candidato a la reelección Agustín Rosety.

"No hay color. Me arde Whatsapp. Ha hecho llorar al perrete", tuiteaba el candidato por la provincia de Badajoz Víctor Sánchez del Real. Aupado por las encuestas y por su propio equipo y militantes, el dirigente de Vox ha advertido este martes que no se van a dejar llevar por los "cantos de sirena". "No, no tenemos expectativa. Es un profundo error", ha insistido en una entrevista para Es la Tarde de Dieter.

"Intoxicación del PSOE"

Abascal ha atribuido a la "intoxicación del PSOE" el hecho de que el pasado 28-A hubiese personas que pensaron que iban a tener un resultado mejor. Los 24 diputados, reconoce, se percibieron "como un fracaso y no como una gesta". "No queremos que nos vuelva a pasar", ha zanjado. Según el dirigente del partido, Vox trata de sacar mejores resultados y de no ser la muleta de otras formaciones. "Nuestro objetivo es ganar las elecciones. Todo lo que este por debajo de eso es no alcanzar lo que nosotros pretendemos", ha asegurado para después señalar que aceptarán "con tranquilidad" lo votos que les den los españoles.

Nuestro objetivo es ganar las elecciones. Todo lo que este por debajo de eso es no alcanzar lo que nosotros pretendemos

Si bien ha reconocido que durante la primera parte del debate pudo haber intervenido más, Abascal asegura que están "muy satisfechos". "Nos veníamos quejando de que el mensaje llegaba distorsionado, así que, para nosotros, la oportunidad de que el mensaje llegase sin traducción simultánea es un gran triunfo", ha dicho. "Lo hemos hecho sin asustar a nadie y sin que algunos puedan dibujar a Vox como a un gran coco", ha sentenciado.

Cabe destacar que Vox fue el partido que más votos perdió en abril, por lo que no las tienen todas consigo. Entendiendo por votos perdidos aquellas papeletas que en una circunscripción resultan insuficientes para convertirse en un escaño, el partido de Abascal fue el peor parado. Bien porque la candidatura no alcanzó el mínimo legal del 3% o porque en la distribución de los escaños al aplicarse la fórmula de la Ley D'Hondt no consiguieron obtener ninguno.

Pese a que Vox logró 24 diputados en la Cámara Baja, cerca de 700.000 votos que fueron a parar al partido de Abascal no se tradujeron en escaños.

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