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España

Podemos reniega ahora de Yolanda Díaz y la 'esconde' en Castilla y León

El partido sabe que la imagen de la vicepresidenta segunda tras alumbrar la reforma laboral con más partidos de derecha que de izquierda ha quedado tocada

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, en una sesión de control al Gobierno, en el Senado, el pasado 1 de febrero.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, en una sesión de control al Gobierno, en el Senado, el pasado 1 de febrero. EUROPA PRESS

El lío de la reforma laboral empieza a generar consecuencias. Lo cierto es que la mayoría que convalidó el real decreto, con más partidos de derecha que de izquierda, ha supuesto una suerte de punto inflexión en la relación entre Podemos y Yolanda Díaz. Hasta el punto de que ahora los morados reniegan de ella y la 'esconden' en la campaña de Castilla y León, donde solo irá a un acto en el municipio vallisoletano de Castronuño (860 habitantes).

Ni Podemos ni Yolanda Díaz se ponen de acuerdo sobre cómo se gestó la visita de la vicepresidenta segunda del Gobierno a este pueblo. Esa contradicción a la hora de ofrecer versiones saca a la luz la tensión que existe entre ambos tras la aprobación de la reforma laboral. Unos dicen que la visita se cerró hace varios días y otros que no. Unos aseguran que Díaz eligió el destino y otros que no, que fue un acuerdo.

Y es que fuentes de Podemos reconocen a Vozpópuli que la situación de Díaz tras la carambola de la reforma es "complicada", porque no ha logrado su gran objetivo. Ella misma habló de "fracaso" tras no poder sumar a ERC y EH Bildu, los dos grandes socios de izquierda de la coalición, al pacto de empresarios y sindicatos. Algo que los morados achacan en parte, al poco cuidado que ha tenido Díaz con la mayoría de la investidura.

La 'casi' dimisión

La situación es tan delicada que la titular de Trabajo insinuó el mismo día de la votación que hubiera dimitido si su proyecto estrella se hubiera chocado con el 'no' mayoritario del Congreso. Un error de un diputado del PP lo impidió. El golpe político que ha sufrido Yolanda Díaz, aún con la reforma aprobada, es fuerte. En Podemos reconocen que la ha tocado más a ella que al partido, que ahora está centrado dar una nueva batalla al PSOE con la reforma fiscal.

Y es que Podemos abrió este lunes otro frente para que se deje de hablar de la reforma laboral. Los morados organizaron un acto en Madrid junto al líder laborista británico, Jeremy Corbyn, en el que presentó medidas concretas sobre fiscalidad. Todo un misil dirigido a los socialistas que lideran el Ministerio de Hacienda en el que trabaja un grupo de expertos que pronto elevará su propuesta al presidente del Gobierno.

(I-D) La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, el laborista británico Jeremy Corbyn, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, este lunes en Madrid.
(I-D) La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, el laborista británico Jeremy Corbyn, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, este lunes en Madrid.EUROPA PRESS

Podemos da a entender que todo lo que no concuerde con su plan no contará con su visto bueno. Y Díaz, que se encontraba reunida con los agentes sociales para abordar la subida del salario mínimo, matizó a los suyos y pidió que no se confunda el plan morado de fiscalidad con la que aprobará finalmente el Gobierno, que está "liderada" por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Y, en ese contexto, Díaz se presenta para hacer campaña y arropar al número uno de la lista de Unidas Podemos y coportavoz del partido, Pablo Fernández. Lo curioso es que lo hará después de que el propio Fernández la presionara diciendo que su candidatura era el primer paso del frente amplio, algo que, según fuentes moradas, no sentó muy bien a la vicepresidenta segunda.

El mundo al revés

Lo más llamativo es el vuelco que se ha producido en la relación de intereses que une a Podemos y Yolanda Díaz. La titular de Trabajo siempre renegó de la marca morada por restar más que sumar. Y en Podemos, conscientes de ello, intentaron arrastrar a Díaz a sus actos para aprovechar su tirón electoral. Es más, la presionaron para que armara candidaturas autonómicas de su plataforma.

Pero su 'no' fue tajante. Ella está centrada en un proyecto de país que hable a toda España. No está dispuesta a dar batallas regionales. El problema es que ahora es Podemos quien se ve obligado a no sacarla por la puerta grande y, por eso, no estará el próximo 11 de febrero en el cierre de campaña al que sí acudirá la cúpula del partido (Ione Belarra, Irene Montero y Lilith Verstrynge).

Yolanda Díaz, además, enfrenta otro problema. Pese a que ella reitera cada vez que tiene ocasión que sus planes electorales pasan por alejarse de la izquierda a la izquierda del PSOE, un espacio que considera "pequeño y marginal", lo cierto es que el grueso de sus apoyos electorales vendrán de ahí. No por casualidad Unidas Podemos repite machaconamente que ella y solo ella es la líder tras la salida de Pablo Iglesias. Pero lo cierto es que a Díaz le ha tocado la reforma laboral.

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