Pedro Bofill avisa a Sánchez: "El Gobierno no puede depender de un prófugo ni del chantaje independentista"

Los cargos históricos del PSOE tienen miedo de lo que pueda pasar con el futuro Gobierno: no quieren que se sustente en el independentismo y en los prófugos por esta causa. De hecho, varios exdirigentes del partido han mandado una petición formal al PSOE y el PP para que sus líderes se pongan de acuerdo con el objetivo de no permitir que Carles Puigdemont se convierta en "árbitro" de la gobernabilidad de España. 

La demanda viene desde el colectivo Fernando de los Ríos, un grupo que une a figuras históricas del PSOE, críticas con el rumbo impulsado por Pedro Sánchez como secretario general de los socialistas. La voz del grupo es el ex secretario general del PSE-PSOE, Nicolás Redondo Terreros. Uno de los grandes nombres que forman parte del grupo es el exportavoz de la Ejecutiva Federal y exdiputado del PSOE Pedro Bofill (1946, Alcazarquivir, Marruecos), que junto a Redondo, participó en un acto este miércoles para pedir oficialmente a los dos grandes partidos que aúnen fuerzas y apuesten por el diálogo.

Bofill ha concedido una entrevista a Vozpópuli en la que ha profundizado en la petición que realizan, ha analizado los resultados electorales, ha hablado de la figura de Pedro Sánchez y ha planteado cómo debería ser el futuro de la política.

Pregunta: ¿Está sorprendido con los resultados de estas elecciones?

Respuesta: Estoy contento de que los españoles hayamos definido clara y nítidamente que lo que queremos es volver a un bipartidismo sólido, que permita gobiernos estables que solucionen los problemas y los retos que tenemos los españoles. Porque ahora lo importante es saber cómo se gobierna. Y para eso necesitamos un gobierno estable y sólido.

P: ¿Y cómo se gobierna?

R: Un gobierno integrado por las minorías independentistas genera un gobierno débil e inestable. Y la situación española requiere, especialmente por los retos que tenemos, un gobierno que dé seguridad, que permita que los inversores depositen sus medios económicos en España; necesitamos abordar temas tan importantes como son la solidez y la adaptación institucional para la España del siglo XXI; hacer frente a los retos territoriales que existen en España... Pero todo eso requiere de acuerdos muy sólidos.

Por eso creemos que el gobierno que se forme no puede depender de un prófugo, de Puigdemont, ni del chantaje que puedan hacer los partidos independentistas. Lo que España necesita en estos momentos es un gobierno sólido, formado por acuerdos, a los que lleguen los grandes partidos con respecto a las políticas que van a solucionar nuestros problemas.

Por tanto, creemos que al menos tiene que haber un esfuerzo por parte de los dos grandes partidos para iniciar un diálogo que ni siquiera existe en estos momentos. Un diálogo claro, exitoso, que permita llegar a acuerdos para solucionar esos problemas. Los dos grandes partidos han recibido un mandato muy claro de la sociedad española. Han depositado la mayor parte de los votos, el 65% de los votos, en dos opciones: el PSOE y el PP. Y ese mandato tiene que ser escuchado. Al menos que se sienten a dialogar.

P: ¿Ven este diálogo realmente posible, estando la política tan politizada y tan dividida como está?

R: Este es el momento de los estadistas; es el momento de que piensen en los ciudadanos. Indudablemente es una situación de crisis. Pero de las situaciones de crisis también se puede salir muy exitoso y con grandes soluciones.

Yo, que he tenido la suerte de vivir un momento crítico de la política española, como fue en el periodo de la transición y entonces fuimos capaces [los representantes de los españoles] de sentarnos a dialogar. Y el resultado fue muy exitoso.

P: ¿Eran ustedes mejores políticos que los de ahora?

R: Yo no creo que los dirigentes de aquella época fuéramos mejores o peores que los de ahora. Lo que fuimos es más generosos y pensamos en los ciudadanos antes que en sus propios intereses.

Ellos ahora tienen que ser generosos y establecer canales de comunicación. Es lo mínimo que se puede hacer para responder a las demandas de los sectores de los ciudadanos españoles: un diálogo sincero, eficaz, abierto; no un diálogo trampa.

P: ¿De qué tienen que dialogar?

R: Tenemos retos tremendos para el año que viene. Ajustar los problemas económicos. Hay que pensar que España tiene un 114% de deuda, superior al PIB. También el reto de la productividad; el reto del empleo de los jóvenes de menos de 25 años; el reto de la educación, de la energía, de la transformación digital... Hay muchos retos.

Y hoy tenemos una gran suerte que no teníamos en el '77: hay una gran cantidad de dinero que viene de la Unión Europea que no podemos negar. Tenemos que aprovecharlo. Por tanto es necesario que se pongan de acuerdo.

Y te repito. El gobierno de España no puede depender de Puigdemont, que es un prófugo. Ni puede depender de partidos independentistas que lo único que quieren es romper España o poner en peligro España o acabar con la propia Constitución. Lo que necesitamos son estadistas, dirigentes que piensen en los ciudadanos y en el interés de todos. Este es el argumento de por qué tienen que ir en conjunto.

P: ¿Y no va a suponer una brecha en la sociedad? Que los votantes socialistas se sientan traicionados si Sánchez se sienta con Feijóo y viceversa, generando más crispación...

R: No estamos hablando de coalición. Defendemos primero un diálogo. Si ya luego quieren hacer un gobierno de coalición, pues casi mejor.

Si se lo toman mal... yo no puedo interpretarlo. Pero supongo que si han votado los dos grandes partidos, lo habrán hecho con el interés de que haya un gobierno sólido, dialogante, que llegue a acuerdo para solucionar nuestros problemas. ¡Esto no se puede tomar como si fuéramos forofos de equipos deportivos!

Alguno habrá que le siente mal. Pero el sentido común lo que está indicando es que nos pongamos a acuerdo para solucionar los problemas. España no puede perder la oportunidad que se le presenta con los fondos europeos y tenemos que ser capaces de afrontar los retos para que España siga creciendo económica, social y políticamente. Que seamos un ejemplo de nuevo, que volvamos a recuperar nuestro peso en la Unión Europea.

P: El ya presidente en funciones Pedro Sánchez ha tenido una legislatura llena de polémicas. Pero parece que las urnas le han dado una posible nueva oportunidad. ¿Ha sido entonces buen presidente?

R: Yo creo que los españoles nos han dado ese mensaje muy claro: han dicho 'no' a los extremismos. De ahí que Vox haya bajado 19 escaños y que Sumar haya perdido 7. Y casi hemos vuelto al bipartidismo.

Es verdad que ha habido cosas que no nos gustan, como ciertos aspectos de la Ley de Memoria Democrática, pero está claro el mensaje que dejan los resultados de las elecciones. Y eso es un mértito del PSOE: frenar las veleidades de un gobierno con la extrema derecha.

Y ahora la izquierda tiene que aprovechar la oportunidad que le están dando los españoles de que no tenga que depender de una serie de partidos políticos que lo que quieren es destruir la convivencia, la constitución y España.

P: El líder del PP ahora es Feijóo; ¿pero qué pasaría si fuese Ayuso? ¿Dialogar con el PP sea cual sea su líder?

R: Yo no hablo de nombres. En nuestro sistema no se elige un presidente. Elige unos representantes y éstos se tienen que poner de acuerdo. En este momento, uno se llama Feijóo y el otro se llama Pedro Sánchez. Esos son los que tienen la capacidad de iniciar un diálogo sincero y de llegar a acuerdos. A mí las diferencias internas de los partidos me parece algo absolutamente secundario. Este no es el momento de Ayuso ni de otras personas. Este es el momento de que nuestros representantes, los que hemos elegido para que vayan al Congreso de los Diputados, se pongan de acuerdo. Yo no veo en la lista de nadie que se llame Ayuso.