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El PP vasco se lanza a por lo que queda de Cs: "Nuestras puertas están abiertas"

Tras el fichaje de Luis Gordillo, que era la cara visible del partido naranja en Euskadi, Iturgaiz y los suyos redoblan la apuesta. La operación resquebraja la coalición, pero es difícil que haya ruptura

Luir Gordillo y Carlos Iturgaiz en el Parlamento vasco.

"Nuestras puertas están abiertas para quien quiera dar este paso". Con ese frase referida al sonado fichaje de Luis Gordillo, el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, dejaba claro este jueves que su formación quiere contar con los militantes que quedan en Ciudadanos en el País Vasco. La operación ha molestado entre los dirigentes naranjas y ha despertado las suspicacias entre los socios, pero no parece probable que haya una ruptura a corto plazo.

Algunos en el Parlamento vasco daban por hecho que el movimiento de Gordillo iba a producirse. Pero la verdad es que en las filas naranjas este cambio de partido ha sorprendido y molestado a partes iguales a sus dirigentes. Por eso, a primera hora de la mañana lanzaban un comunicado donde tildaban lo ocurrido como "ataque sin pies ni cabeza que perjudica más que a nadie a los constitucionalistas vascos".

La coalición de PP y Cs, que tan difícil fue de conseguir para las elecciones de 2020, queda ahora mismo resquebrajada. Los recelos son mutuos. Sin embargo, las fuentes consultadas por Vozpópuli ven inviable que ahora mismo la alianza pueda romperse. Porque unos se necesitan a otros. Y porque las elecciones autonómicas todavía están muy lejos.

"Puertas abiertas"

Más allá de hipótesis sobre el futuro, lo que está claro es que el PP vasco redobla su apuesta. Va a por todas. Esa frase de Iturgaiz sintetiza la estrategia: "Nuestras puertas están abiertas para quien quiera dar este paso". A ello el líder de los populares vascos ha añadido que "para nosotros es muy importante ensanchar el espacio del centroderecha para que tengan cabida conservadores, liberales y socialdemócratas con el objetivo de ganar a Sánchez y a todos sus socios".

En esa misma línea, el propio Gordillo, al que hoy todos buscaban en el Parlamento vasco, ha justificado su cambio del naranja por el azul porque "La única manera de ganar al PSOE y sacar a Sánchez de La Moncloa es unir al centroderecha liberal apoyando a Casado como candidato a presidente del Gobierno". Lejos quedan los tiempos en que defendía la autonomía de Cs, si bien es cierto que siempre abogó por la unidad de ambos partidos constitucionalistas.

El exlíder de Cs en Euskadi ha dicho que se trata de una "decisión personal" que es "fruto de una larga reflexión" durante meses. Su cambio ya está aquí. Lo que hay que ver es si otros correligionarios deciden seguir sus pasos o no.

Una larga batalla

Lo ocurrido este jueves con el cambio de partido de Gordillo es solo una escaramuza más de una batalla más larga entre ambos partidos en el País Vasco. El PP vasco eludió todo lo que pudo una coalición electoral con Cs hasta que Génova casi la impuso. Alfonso Alonso iba a ser el candidato de la alianza pero todo estalló por los aires poco antes de la fecha prevista para los comicios (tuvo que cambiarse por la pandemia).

Incluso después de haber cerrado su alianza, en las filas naranjas siempre se quejaban del trato de suficiencia que les daban los populares. No puede perderse de vista que el PP vasco es un partido de una importante historia en Euskadi mientras que Cs siempre ha obtenido resultados marginales.

Tras muchos tiras y aflojas, con fuertes tensiones y algunas zancadillas entre ambos, finalmente concurrieron juntos en las autonómicas de julio de 2020. El resultado no fue espléndido, ni mucho menos, pero ambos salvaron los muebles al aliarse. La batalla, no obstante, siempre se ha mantenido. Porque después de haber entrado juntos al Parlamento de Vitoria, hubo más fugas desde Cs hacia el PP vasco. Así, por ejemplo, en marzo de este año seis ex dirigentes de Cs de Álava se afiliaron al PP.

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