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España

La rocambolesca historia detrás del esmoquin de Pablo Iglesias

Pablo Iglesias vestido de esmoquin durante la ceremonia de los Goya 2016.

Desde que el cofundador y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, puso un pie en el hall del hotel Madrid Marriott Auditorium el pasado sábado enfundado en un esmoquin para asistir a la ceremonia de los Goya 2016 no han sido pocos los comentarios generados sobre su vestimenta. La crítica más manida nacía de los diputados adversos, quienes afearon a Iglesias que no acudiese acorde a la etiqueta propuesta en otras ocasiones como la reunión con Felipe VI en Zarzuela en el marco de la ronda de contactos con los distintos grupos parlamentarios de cara al proceso de investidura, un encuentro al que el dirigente político decidió asistir en vaqueros y con la camisa remangada.

Según explicó el propio líder de la fomación morada en una entrevista para Cuatro "quería tener ese gesto" hacia el cine español, ya que supone para él, al igual que el cine en general, "una religión". "Yo nunca he pretendido ser rebelde en mi forma de vestir, sino ser sencillo. Cuando uno ocupa un cargo público lo importante es que haga bien su trabajo y que trabaje duro y no tanto si lleva corbata o no", explicó ente las críticas. "Antonio Resines me dijo 'como vengas sin esmoquin, tú y yo tenemos un problema", bromeó.

Desde el entorno de Trajes Guzmán barajan la posibilidad de que fuese alguien con medidas similares de peso y estatura a probarse el traje en lugar de Pablo Iglesias

Sin embargo, los chascarrillos sobre el esmoquin de Iglesias han traspasado el terreno político y han llegado hasta las principales casas de alquiler de trajes de etiqueta de la capital.

Si bien las firmas consultadas aseguran que el dirigente de Podemos no ha visitado sus establecimientos, y algunas de ellas se atreven a decir que "jamás le dejarían ir así porque le queda grande de anchura y largo de mangas" o se niegan "a que se asocie su marca con el atuendo lucido por Pablo Iglesias", desde el entorno de Trajes Guzmán, empresa dedicada al alquiler y venta con tiendas en las calles Serrano, Juan Bravo y Alberto Aguilera, barajan la posibilidad de que fuese alguien con medidas similares de peso y estatura a probarse el traje en lugar del político."Fue una persona con sus mismas medidas y talla a una de las tiendas para reservar un traje para un invitado a los Goya, desde luego que el de Iglesias era similar a los de la casa, pero lo sabríamos al 100% solo viendo la etiqueta", aseguran desde Trajes Guzmán.

Mensajes al electorado

Este año, la empresa ha vestido a más de 20 asistentes a la gala de los Goya, pero por confidencialidad no pueden revelar sus nombres y, aunque reconocen que el traje vestido por Iglesias "es muy similar" a los suyos, dicen que tampoco revelarían si el secretario de Podemos hubiese visitado sus locales. "Alquilar una chaqueta, pantalón, pajarita y fajín sin carácter de urgencia puede costar desde 69 euros", señalan.

Pese a que en esta ocasión la vestimenta de Iglesias ha causado un revuelo mayor, cabe recordar que ya en otros momentos el líder de Podemos, al igual que otros tantos políticos, juega con la imagen para lanzar mensajes al electorado. Así, justo dos meses antes de los premios Goya, el cofundador de Podemos se anudó una corbata en el Día de la Constitución. Pero no lo hizo durante el acto oficial celebrado aquella mañana de domingo en el Congreso, sino por la tarde, para proponer su gran reforma basada en cinco grandes acuerdos ante sus simpatizantes. "Vamos al homenaje a la Constitución y allí sin corbata. Pero con vosotros sí, todo el respeto de la corbata, compañeros", dijo.

Moda en política

Para Isabel Yuste, asesora de imagen que dirige el curso Personal Shopper del IED Madrid, el esmoquin "no le sentaba bien porque era unas tallas más grande, pajarita mal puesta, camisa arrugada, mangas demasiado largas...", pero afirma que es la forma de mantener su estilo descuidado aún acercándose a las etiquetas que requiere el protocolo. "Si hubiese ido con un traje impecable sería demasiado y hubiese ensuciado el mensaje que quiere transmitir", considera.

Según Yuste, en otros países hace mucho tiempo que son conscientes del poder de la imagen en una campaña política y muchos de los grandes dirigentes mundiales tienen un fuerte gabinete de imagen detrás midiendo cada paso. "Es obvio que aquí el cambio actual ha empezado con Pablo Iglesias y su 'cuidadísima imagen descuidada'. Es consciente de la controversia que levantan sus decisiones estilísticas y las utiliza muchas veces para ser el centro de atención", señala.

"Con su 'sin querer queriendo' [Iglesias] está concienciando al resto de la clase política de la importancia del mensaje que transmiten con su imagen", indica Isabel Yuste

En la gala de los Goya no había discurso, de acuerdo a la personal shopper, el líder político no podía influir con su palabra, pero no quiso dejar de ser el centro de los focos y utilizó su imagen para conseguirlo. "Iglesias ha estudiado Ciencias Políticas y sabe bien lo que hace. Más allá de que su estilo pueda gustar más o menos es fascinante lo que está haciendo ya que con su 'sin querer queriendo' está concienciando al resto de la clase política de la importancia del mensaje que transmiten con su imagen", indica.

Con ella coincide Marta Rebolledo, profesora de comunicación política en la Universidad de Navarra, quien asegura que en la política la moda sirve para lanzar mensajes y tiene que ser un aspecto que los políticos tiene que controlar. "Si, por ejemplo, estamos en un periodo de contracción económica y lanzamos el mensaje de que los recortes son necesarios, es incongruente llevar puesto un anillo o un reloj de lujo", dice. "Se trataría de una incongruencia con respecto al contenido y se perdería credibilidad", añade.

De acuerdo a la académica, a primera vista puede que ver a Pablo Iglesias con esmoquin resulte para muchos una "incongruencia", pero considera que el político "ha seguido su línea y no se aleja de su toque personal al llevar la pajarita caida". "Como es tan insólito verle así vestido, él ya sabía que iba a captar la atención de todos los medios de comunicación. Forma parte de la estrategia política para adquirir mayor protagonismo", concluye.

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