Detenido un ladrón que se escondió en el maletero del coche de un párroco del barrio de Salamanca (Madrid)

Un ladrón de motos fue 'cazado' por la Policía Nacional escondido en el maletero del coche de un párroco de Madrid, según adelantan fuentes policiales a Vozpópuli. La increíble intervención de los agentes no estuvo exenta de dificultad porque tuvieron que tirar de perspicacia para descubrir en qué vehículo se había escondido el delincuente. Los funcionarios consiguieron recuperar la motocicleta marca Yamaha, modelo Tmax, que está valorada en más de 10.000 euros.

El detenido es familiar de un conocido butronero que cuenta con múltiples antecedentes y ha sido investigado en varias operaciones policiales. Este hombre ha trabajado para las bandas más famosas de delincuentes de la capital, según estas mismas fuentes.

En este complicado suceso intervinieron varias patrullas de los agentes de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Policía Nacional de Salamanca. Se remonta al pasado martes 16 de abril a las 00.15 horas. Un hombre llamó a la sala 091 porque le habían robado la moto unos minutos antes en el número 81 de la calle Príncipe de Vergara. La víctima tenía monitorizada la geolocalización de su teléfono móvil.

Hasta la zona se personaron varios indicativos de la Policía Nacional. Los agentes comenzaron a realizar una requisa de las inmediaciones pero no localizaron la motocicleta en vía pública. Ante esta negativa ampliaron la búsqueda a los garajes y los aparcamientos de la zona. Todo ello sin éxito.

Por esta situación, los funcionarios pidieron a la víctima del robo que en caso de que la motocicleta vuelva a posicionar en algún lugar distinto contactara con el 091. También le transmitieron la necesidad de poner una denuncia en la comisaria.

La ayuda del párroco

Cuando los policías se disponían a abandonar el lugar se produjo un giro de los acontecimientos. El portón del garaje del número 103 comenzó a abrirse. Esta circunstancia fue aprovechada por uno de los actuantes que se bajó del coche policial y se introdujo en el aparcamiento.

En el interior había otras dos puertas con sendos garajes independientes. Mediante el método del escalo consiguió acceder al que se encontraba en el lado izquierdo. Su compañero se quedó en la entrada y escuchó como provenían ruidos del interior llegando a escuchar claramente el cierre de la puerta de un vehículo.

En la entrada se encontraba el cartel de la empresa de las puertas del garaje y los agentes contactaron con la compañía que les facilitó el teléfono del responsable del garaje: era el párroco de la Parroquia Virgen Peregrina de Fátima. El cura se acercó al lugar y les proporcionó el acceso al interior del segundo aparcamiento.

Ya en ese estacionamiento, los agentes localizaron aparcada la motocicleta sustraída. Solo había un acceso de entrada y salida por lo que el ladrón tenía que seguir en el interior. Comprobaron todos los vehículos y apreciaron que uno de ellos tenía daños en la puerta del copiloto. Alguien había forzado la misma cerca de la cerradura.

El escondite del ladrón: el maletero del coche del párroco

Se dio la circunstancia de que el propietario de dicho coche era el cura que les acompañó en todo momento. El párroco abrió su turismo y el ladrón fue localizado en la parte del maletero escondido. Los policías localizaron diversos efectos en un cuarto del garaje tales como: un casco de moto, una manta para la protección de la misma, un inhibidor de frecuencias, unos guantes de cristales y herramienta que le sirvieron para robar la motocicleta.

El delincuente fue detenido finalmente por los agentes de la Comisaría del distrito de Salamanca. La sala 091 se puso en contacto con la víctima, quien se trasladó al lugar y reconoció su vehículo. Al intentar arrancarlo con llave se dio cuenta de que los cables del interior habían sido manipulados. El ladrón dejó inutilizada la motocicleta. Una grúa tuvo que acudir para llevarse la misma.

Varios días después de este increíble suceso, el cura de la iglesia de Salamanca volvió a dependencias policiales. Su finalidad era interponer una denuncia contra el ladrón por los daños sufridos en su vehículo.