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España

Madrid incumple los plazos de su Hospital de Emergencias y no lo tendrá listo a tiempo

Imagen de las obras del hospital de Valdebebas

A pocos metros del estadio Alfredo Di Stefano se levanta estos días un hospital que tendrá una superficie equivalente a seis campos de fútbol. Se encuentra al lado del Campus de la Justicia -un sumidero de dinero público que nunca se inauguró- y a pocos metros del Aeropuerto de Barajas, en Valdebebas, terreno que ha sido propicio para las constructoras durante los últimos años y en el que dentro de unas semanas prestará servicio un nuevo centro especializado en el tratamiento de los enfermos de coronavirus. Como tantas veces ocurre, no estará listo en la fecha prevista.

Isabel Díaz Ayuso y su equipo anunciaron el proyecto el pasado junio con la idea de que sirviera para frenar el rebrote de covid-19 que se esperaba en otoño. Entonces, se afirmó que estaría valorado en 45 millones de euros y que serían más de una decena de empresas las que se implicarían en esta obra farónica. Entre ellas, Dragados (ACS), Ferrovial, Sacyr o San José.

La obra se puso en marcha en pocas semanas, con el 31 de octubre como fecha límite para estar terminado. De no ser así, estas constructoras se expondrían a sanciones. Y el plazo ha vencido y el hospital ni está terminado ni se espera que lo esté ese día. A menos que la cinta inaugural se corte con una parte sin terminar.

Imagen del hospital, este jueves por la tarde

“Esto no acaba, como mínimo, hasta diciembre o enero”, afirma en plena obra a Vozpópuli uno de los cerca de 1.350 operarios que levanta esta obra faraónica. Y como él, mas de una decena de trabajadores que aprovecharon su breve descanso para charlar con este medio y, en todos los casos, consideraron imposible que el hospital pueda estar antes de diciembre.

Desde la Comunidad de Madrid insisten a este medio que la obra civil se termina este sábado. "A partir del 1 de noviembre (el domingo) comienza el 'plan de montaje', para introducir equipos, tecnología, camas y mobiliario, y la 'puesta en funcionamiento', con suministros, centrales y calderas", detallan. 

Imagen de la obra del hospital, este jueves por la tarde

El equipo de Díaz Ayuso añade que durante ese período "testarán todo por seguridad y se concluirán trabajos exteriores de ajardinamiento, parterres y pavimentos superficiales con algunos remates derivados del plan de montaje". De momento, prefieren no revelar ninguna fecha de inauguración.

Una hoja de ruta que detallan mientras en los alrededores del terreno continúan los camiones, grúas, grandes vallas metálicas, montículos de arena, tubos, placas de pladur amontonadas, cables, casetas de obra y decenas de obreros que se mueven por la zona con rapidez, como si entraran y salieran de un hormiguero.

Obreros frente al Campus de la Justicia, este jueves por la tarde

Ninguno niega que el avance de la obra en tres meses es “alucinante”, aunque varios contestan con carcajadas cuando se les recuerda la fecha de entrega.

Estas risas se terminan cuando se habla de las sanciones que llegarán a sus pagadores por no llegar a tiempo. Sus contratos hacen referencia a las multas recogidas por el artículo 193 de la Ley de Contratos del Sector Público.

Una de ellas es una posible finalización del contrato, una decisión que retrasaría más la obra. La multa económica por cada día de retraso serían 0,60 euros por cada 1.000 euros del precio del contrato.

Si estas sanciones superan el 5% del contrato, el equipo de Díaz Ayuso podría imponer nuevas multas a las constructoras. “Los que pagamos somos siempre los mismos, porque la Administración sanciona a la constructora, la constructora a la subcontrata y el trabajador que se ha dejado ‘el lomo’ respirando polvo por cuatro duros, termina cobrando tres”, afirma un obrero mientras se quita el casco y se coloca su mascarilla.

Imagen del hospital

Una presión por trabajar contra reloj que ha calado en las condiciones laborales que han vivido los trabajadores en estos meses. Algunos incluso culpan de ello al fallecimiento del soldador de 44 años que se precipitó por uno de los andamios a principios de octubre. “A veces cuando tienes prisa por terminar la obra olvidas ciertas medidas de seguridad claves en este trabajo”, relata un instalador eléctrico de la parte de la obra de Dragados.

La filial de construcción de ACS es quien tiene el trabajo más avanzado. Mientras que Ferrovial y Sacyr cuentan todavía con mucha labor por hacer, pese a que todos ellos afirmaban hace dos semanas a este medio que entregarían la obra el 31 de octubre. La fase más atrasada del Hospital es la que opera San José, el lote más alto de todos valorado en 10 millones de euros. Una nave que pretende dar cobijo a 1.000 camas de hospitalización, si bien, como refleja este vídeo facilitado por un operario, todavía está lejos de albergar alguna de ellas.

Fuentes del sector consideran que esta obra no está exenta de los problemas que han afectado a las adjudicaciones en los últimos años, en las que se han impuesto precios muy bajos y se han fijado sanciones muy agresivas para los beneficiarios. En este caso, además, a la presión del tiempo se une la de la propia emergencia sanitaria. “Es decir, la obra necesita mucha gente y maquinaria para llegar a tiempo, pero en cuanto te pases lo más mínimo contratando pierdes dinero realizando esta adjudicación”, explican.

Lo único cierto es que Díaz Ayuso no tendrá a tiempo su Hospital de Emergencia para que su región, una de las más afectadas por el coronavirus en Europa, pueda afrontar la segunda ola. Y, mientras el debate se centra en de dónde saldrán los sanitarios para trabajar en este lugar, los operarios siguen trabajando día y noche para terminar lo antes posible y que no paguen “justos por pecadores”.

Imagen de la obra del hospital, este jueves por la tarde

Es media tarde, con horario de invierno, la luna llena gobierna el cielo crepuscular y un electricista se encuentra apoyado sobre el respaldo de uno de los bancos que hay a pocos metros del hospital. Cada medio minuto, pasa por delante de su figura un camión, una furgoneta o una cuadrilla de obreros del turno de tarde. El chaval, moreno, enjuto y con ese acento envalentonado madrileño tan característico, dice que vería raro que antes del final de 2020 esté la obra finalizada.

Reconoce que tiene mérito el haber hecho un hospital en tan poco tiempo y a cualquiera se le vienen a la cabeza los enormes mamotretos que levantaron los chinos a principios de 2020 para tratar a los enfermos de covid-19. En ese caso, la propaganda gubernamental del país asiático mostró excavadoras y grúas amontonadas sobre un terreno en el que se edificaba en un tiempo casi sobrenatural. Digamos que en Madrid también se ha actuado rápido, aunque los plazos no se han cumplido y eso hace que se planteen dos preguntas: ¿cuándo se terminará definitivamente? ¿Y las empresas adjudicatarias serán sancionadas por no cumplir el encargo en las condiciones en las que lo recibieron?

Imagen de las obras del hospital de Valdebebas, este jueves por la tarde

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