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España

La logística para la declaración de Corinna desde Londres obliga a aplazar de nuevo el primer juicio a Villarejo

Corinna zu Sayn-Wittgenstein, en una imagen de archivo.

El primer juicio contra el excomisario José Villarejo y la declaración como testigo de Corinna Zu Sayn-Wittgenstein para dar cuenta de las presuntas presiones sufridas por el CNI y el rey emérito tendrá que esperar un poco más. El inicio de este proceso estaba fijado para el próximo 10 de julio, pero el juez lo ha aplazado a mediados de septiembre.

Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, la razón es que el Juzgado de lo Penal número 8 de Madrid va a reservar la fecha del 10 de julio para hacer pruebas porque tienen problemas técnicos con la videoconferencia desde el Reino  Unido de la empresaria germano danesa. La fecha exacta en la que arrancará la vista está aún por determinar, según las mismas fuentes.

Es el tercer aplazamiento que sufre ya este juicio, fijado en un primer momento para el 7 de febrero. Problemas técnicos con la videoconferencia obligaron a retrasarlo hasta el 23 de marzo, pero la suspensión de los procesos judiciales por culpa de la pandemia llevó a buscar nueva fecha. 

Villarejo se sentará en el banquillo de los acusados tras la denuncia presentada contra él por ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán. La Fiscalía pide para él dos años de cárcel por calumnias y denuncia falsa.

Entre otras cosas, se acusa al polémico mando, en prisión preventiva desde 2017, de haber dicho en un programa de televisión que Sanz Roldán amenazó de muerte a Corinna y su familia tras el accidente del Rey Emérito en Botsuana en 2012. Corinna sostiene que eso es cierto y se comprometió a declarar en favor de Villarejo, pero desde Londres por videoconferencia, donde tiene fijada su residencia.

El contenido de lo que quiere expresar lo recogió el año pasado en una declaración ante notario a la que tuvo acceso Vozpópuli. Acusa a Sanz Roldán de haberla amenazado a ella y a su hijo en un hotel de Londres. 

Corinna añade incluso que por esas fechas el CNI recurrió a “mercenarios” para robarle documentación sensible. Vincula esas actividades de Sanz Roldán con un encargo del propio rey Juan Carlos.

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