España

Pablo Iglesias cede una vicepresidencia 'envenenada' a Yolanda Díaz al mantener el control de Podemos

El exvicepresidente del Gobierno encarga a la ministra de Trabajo sustituirle. Se trata de un ascenso que revela fricciones con Irene Montero, pero también genera problemas a Díaz, una figura que hasta ahora se ha acercado al PSOE

Pablo Iglesias cede una vicepresidencia 'envenenada' a Yolanda Díaz al mantener el control de Podemos
Yolanda Díaz en Barcelona. Europa Press

El encargo de Pablo Iglesias a Yolanda Díaz para que ocupe su vicepresidencia se ha convertido en un "regalo envenenado". Así lo califican varias fuentes del partido morado, que consideran que Díaz ha trabajado a lo largo de estos meses para proponerse como figura neutral en los enfrentamientos internos. Ahora, sin embargo, deberá defender el perfil autónomo del partido morado frente al PSOE, lo que inevitablemente conduce a una encrucijada.

"Ahora Yolanda tiene que salir y dar la cara, no le queda otra", zanjan desde el partido morado para comentar el nuevo nombramiento. Díaz compaginará las tareas del Ministerio de Trabajo con la vicepresidencia. Iglesias lanzó su candidatura pocos minutos después de explicarle a Pedro Sánchez su intención de ir de candidato en la Comunidad de Madrid.

Pero Sánchez dio su visto bueno a esta opción horas más tarde. Díaz, en cambio, mantuvo el silencio hasta la tarde de ayer, cuando publicó dos tuits en su cuenta personal alabando la "valentía" de Iglesias al lanzar su candidatura en Madrid.

Choque entre Díaz y Montero

El nombramiento de Díaz quita protagonismo a Irene Montero. La número dos de Podemos y ministra de Igualdad mantiene un enfrentamiento directo con Díaz, según varias fuentes del partido, y ahora tiene una mayor fuerza internamente. "El problema de Yolanda es que no tiene partido. No tiene un ejército, e Irene sí", comentan fuentes gubernamentales. Se refieren a que, salido Iglesias del Gobierno, Montero tendrá el control del grupo político de Unidas Podemos en el Congreso, y cuenta con la estructura de la formación, mientras que Díaz no tiene detrás a una organización e incluso fracasó en las últimas elecciones autonómicas en Galicia, en la que Podemos quedó fuera del parlamento autonómico.

La ministra de Igualdad, Irene Montero.Europa Press

"Si no tienes detrás un territorio, en política no eres nada", señala un miembro del partido morado. Para él y otros en la formación no tardará en estallar un conflicto entre Díaz y Montero. "Dejarán pasar unos tres meses, pero será difícil el entendimiento", comentan. Más aún porque con Iglesias en la Asamblea de Madrid aumentará para Sánchez la tentación de adelantar los comicios para que se vote en 2022, es decir, antes de que explote la crisis de la deuda por la crisis económica.

El "fusible" de Podemos

Será en estos meses cuando Díaz tendrá muy difícil defender su legado. "Con cinco millones de parados, para ella no será fácil", comentan sus compañeros en el Ejecutivo. La cuestión no es baladí, porque de momento Díaz ha logrado tejer una alianza con los sindicatos, pero no se puede excluir que la situación no se complique si Sánchez no aborde algunas reformas en el ámbito laboral que desean las centrales sindicales.

Iglesias planteó el pasado lunes la posibilidad de que Díaz sea incluso la candidata de Unidas Podemos en las próximas elecciones. Pero el líder morado no se ha descolgado de la secretaria general. Es un asunto "clave", reconocen en el partido, porque esto significa que Iglesias seguirá controlando la organización y que posiblemente usará a la política gallega como "fusible" ante un probable fracaso en las elecciones.

En Podemos ven cómo los comicios generales pueden acercarse. Y calculan que en esos comicios sea quien sea el candidato de Unidas Podemos, el peligro a fracasar es elevado, y también el de quemarse. Por ello nadie excluye que el nombramiento de Yolanda Díaz pueda acabar en una envolvente de Iglesias y Montero contra la ministra de Trabajo, aunque la oportunidad es de las que no se pueden rechazar. "Yolanda no puede decir que no, aunque sepa que es un regalo envenenado. Aun así tendrá espacio y poder al convertirse en vicepresidenta, y esto es muy difícil de rechazar", zanjan en el partido.

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