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España

El suceso que rodea a Ana: su expareja muerta y su novio acusado de homicidio

Imagen de archivo de una prisión.

"Venía como loco a atropellarnos. Estaba energúmeno", explica Ana ante el tribunal. Aquel 14 de mayo de 2018, ella y David caminaban juntos a casa cuando un hombre se acercó en su coche "a toda velocidad". El sujeto se bajó inmediatamente del vehículo y "se abalanzó sobre David". Ana le reconoció: era su exnovio. Las versiones de lo que pasa después, varían. Según Ana, los dos hombres se abrazaron y uno cayó al suelo. Según la Fiscalía, David apuñaló al conductor, exnovio de su pareja. Siete meses después, la Audiencia Provincial de Madrid escucha declaraciones de los testigos para esclarecer el hecho.

El acusado se enfrenta a una pena de hasta quince años de prisión por un delito de homicidio. Aunque la defensa niega la acusación, los testigos de ambas partes coinciden en algo: el procesado se va y el herido languidece en un párking de Pozo de las Nieves de Torrejón de Ardoz (Madrid). 

Según la mujer, aquel 14 de mayo de 2018, a las 22.00 horas, "todo el edificio" vio lo que pasó. Pero la mayoría de los testigos solo dice haber escuchado gritos de auxilio y haber visto a un hombre en el asfalto. "Sangraba por la tripa", señala una de las mujeres citadas a declarar. 

La Audiencia Provincial.

"Aviso de pelea"

Los agentes de la Policía Nacional que acudieron aquel día al lugar aseguran al magistrado de la Sección 15 que solo prestaron ayuda a la víctima. "Recibimos un aviso de pelea", indica uno de los efectivos, quien insiste en que no había ningún testigo "que hubiese visto lo ocurrido", que ni siquiera Ana estaba en el lugar.

Cuando llegaron al párking, la víctima yacía consciente y sangraba a través de una "herida en el costado izquierdo". El hombre admitió a los agentes que llegó bruscamente al párking para "asustar" a dos personas, aunque no las identificó. Dijo que éstas, al pensar "que les iba a atropellar", le recriminaron la velocidad a la que conducía. Y que tras discutir, su interlocutor sacó un cuchillo y le apuñaló.

Imagen de archivo de un agente de la Policía Nacional.

"No manifestó cómo se llamaba, ni cómo estaba vestido", subraya desde el estrado uno de los policías locales. David, justo detrás, escucha su declaración; viste zapatillas deportivas rojas, un vaquero y un impermeable a rayas blancas y azules.

Minutos después, otro de los agentes hace hincapié en que la víctima cambió varias veces su versión: "No fue muy colaborador. Primero dijo que [el agresor] era un desconocido, después que era un amigo, después que solo le conocía de vista... Nos da a entender que no nos quiere decir quién era la persona". 

"Estaba molesto porque había rehecho mi vida"

La joven asegura que su expareja era una "persona muy violenta" y que poco antes del incidente se había acercado a ella de modo "agresivo". "Estaba molesto porque había rehecho mi vida", cuenta. 

Preguntada por si había contado lo sucedido a David, la joven titubea. Primero dice que sí y luego añade que no está segura. Tampoco tiene claro si su novio había bebido o consumido algún tipo de sustancias ese día, aunque señala que no le vio "ni mal ni incoherente". 

Durante el interrogatorio, la fiscal insiste en recrear la pelea más allá de la escena del abrazo que acabó con la vida de su expareja. "¿Escuchó la expresión 'me has apuñalado'?", pregunta. "¿Escuchó a David decir 'ahora vas a llorar'?", agrega. Ana responde negativamente.

Este viernes, declararán el resto de agentes citados en calidad de testigos. Y el 1 de abril se celebrará la prueba pericial. Será entonces cuando el tribunal delibere la condena o la absolución de David.

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