Cabreo entre el Ministerio de Sanidad y los expertos de la Ponencia de Alertas a cuenta de las mascarillas en el transporte público. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ya ha puesto fecha para el fusilamiento: 8 de febrero. Es una decisión que los técnicos de la Ponencia apoyan, pero no ocultan su malestar ante lo acontecido en la reunión de esta semana, cuando se supone que debían hablar del tema y el equipo de Fernando Simón lo vetó. El Ministerio de Sanidad quería apropiarse de una noticia que muchos españoles esperan y que estaba en manos de la Ponencia hasta este jueves. Acusan al equipo de Darias de manipular a los expertos por intereses políticos.
Si estuviéramos ante una serie de Netflix, el primer capítulo se remonta al 9 de enero. En aquel entonces, la Ponencia de Alertas decidió que había llegado el momento de quitar las mascarillas en el transporte público, como adelantó en exclusiva Vozpópuli. Los datos de contagios y ocupación de camas hospitalarias y UCIs (apenas el 2%) avalaban la decisión. La Navidad había transcurrido sin incidentes epidemiológicos. Antes de hacer efectiva su retirada, establecieron un período de prueba para ver qué efectos tenía en la incidencia la llegada de pasajeros desde China. No se fiaban de los datos del régimen comunista dada la experiencia pasada. Ese plazo terminaba esta semana.
Una semana después de aquella reunión, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes), con Fernando Simón al frente, convocó un nuevo encuentro de la Ponencia de Alertas. Empieza el segundo capítulo. La convocatoria iba acompañada de un orden del día en el que no había rastro de las mascarillas. Solo había un punto, referente a la evaluación de un sistema de vigilancia epidemiológica que está en fase de prueba en las comunidades autónomas.
La ausencia de las mascarillas en el orden del día tenía una razón. El monumental cabreo del Ministerio de Sanidad por la filtración de lo hablado en la última reunión, aquella de la que se hizo eco este periódico, donde se condenó a muerte a las mascarillas en el transporte público.
"Están manipulando a la Ponencia"
Capítulo 3. Llega el día de la reunión, ayer jueves. Uno de los técnicos pidió información hasta en dos ocasiones sobre el tema de las mascarillas. Fernando Simón había dicho un día antes que las mascarillas se quitarían en una o dos semanas, noticia que los expertos no tenían. La respuesta del Ministerio en la propia reunión fue que "desde hace 3 semanas el Ccaes está trabajando en una propuesta", sin detallar más su contenido.
En enfado ha sido mayúsculo, y varios técnicos han solicitado que conste en acta que el "Ministerio está manipulando a la Ponencia con fines políticos porque no se están debatiendo los temas de Salud Pública en el órgano competente". Una hora después, la ministra de Sanidad anunciaba públicamente que el próximo 7 de febrero elevará al Consejo de Ministros la "propuesta de la eliminación de la obligatoriedad de llevar mascarillas en los transportes públicos".
'Omertá' en el Ministerio de Sanidad
El Ministerio de Sanidad está que trina porque las filtraciones han reventado su gran momento para anunciar la retirada de mascarillas. Tanto es así, que en la reunión de este jueves, el Ministerio llamó la atención a los miembros de la Ponencia, y les hizo recordar que el contenido de sus conversaciones era confidencial. El Gabinete de Prensa de Carolina Darias se había quejado de que los periodistas sabían "incluso" la fecha en la que se iba a celebrar la reunión.
El Ministerio de Sanidad ha anunciado que hará firmar a los técnicos que se hayan incorporado más recientemente una declaración de confidencialidad, para que quede su compromiso por escrito. Argumentan que es para evitar recibir presiones externas por parte de las comunidades autónomas. Se impone así la 'omertá', la ley del silencio, en uno de los organismos clave para el transcurso de la pandemia.
