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España

La guerra que viene: Podemos se prepara para los navajazos por ir en la lista de Díaz

Los morados asumen que en la construcción de la plataforma de la vicepresidenta todos harán algo mal que provocará conflictos

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, en el pleno del Congreso el 15 de febrero.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, en el pleno del Congreso el 15 de febrero. EUROPA PRESS

La guerra a navajazo limpio en el PP tiene a Podemos roto de risa, aunque también flipando por la gravedad de las puñaladas. Creen que el espectáculo popular convierte en un juego de niños su fatídico Vistalegre II y la traición de su ex Íñigo Errejón. El problema es que los morados saben que las carcajadas se terminarán más pronto que tarde, cuando estalle la guerra que viene en la izquierda: la de los navajazos por entrar en la lista que conforme, si es que termina dando el paso, la vicepresidenta segunda y lideresa 'in pectore', Yolanda Díaz. Esa también les hará flipar.

Las fuentes consultadas en el partido son conscientes de que las relaciones entre la titular de Trabajo y la cúpula morada no atraviesan su mejor momento. Y, según ha sabido este diario, hay sectores de la formación que creen, directamente, que la secretaria general, Ione Belarra, y su 'número dos', Irene Montero están boicoteando cada paso de Díaz.

Y para muestra, la agenda: el mismo día que la vicepresidenta se lanzó a defender la reforma laboral en el Congreso, sus colegas moradas Belarra y Montero se ausentaron antes de que terminara su discurso porque tenían cerrado un acto en el ministerio de Derechos Sociales. Ninguna de las dos aplaudió el final de la ministra que lidera su espacio en el Gobierno en el día más importante de la ley más importante para el socio del PSOE.

Es inevitable que haya cosas suciasFuentes de Podemos

"Los partidos es lo que tienen, que son máquinas de conflicto y luchas por el poder", concede una fuente gubernamental morada, que explica: "Es inevitable que haya cosas sucias. Además, todos los actores del espacio que quiere unir Yolanda [Díaz] terminarán haciendo algo mal que enfadará y provocará tensiones entre el resto".

Lo cierto es que los "malos" resultados del partido en las elecciones de Castilla y León, en las que los morados perdieron uno de los dos diputados que tenían, están aflorando algunos movimientos que no están sentando muy bien en Podemos. Por ejemplo, el acercamiento del ministro de Consumo, Alberto Garzón, a Yolanda Díaz. El líder de Izquierda Unida se ha sumado a Ada Colau y compañía y está intentando hacerse un hueco en el proyecto de país pese a que los morados le dan por amortizado, una suerte de zombi sin hueco.

Lo más llamativo del asunto es que Izquierda Unida, además, esté iniciando el cortejo a Díaz al margen de Podemos, el partido mayor de la coalición de Unidas Podemos. Sin ir más lejos, Izquierda Unida se entregó en la Comunidad de Madrid al frente amplio que, por peso político, debería mover Mónica García (Más Madrid).

Apartarse de Podemos

Ese movimiento, además, irritó a los morados porque, como contaron a Vozpópuli varias fuentes del partido, supone un intento de Izquierda Unida de garantizarse su presencia en el proyecto político de Díaz al margen de Podemos. Ese es uno de los grandes hándicap del espacio que lidera la titular de Trabajo. Unidas Podemos es una coalición integrada por 'partidiños', como los refiere ella misma. En el barco está Izquierda Unida, que a su vez tiene dentro a Los Verdes y al PCE, En Comú Podem y Galicia en Común.

Toda esa amalgama de siglas repletas de nombres y apellidos están nerviosas, porque dependen de las preferencias de Yolanda Díaz para que las personas que están dentro puedan seguir teniendo un futuro en política. Mientras, las tensiones van en aumento. Los roces entre Podemos y Díaz están provocando chispas.

El partido se desespera por la imprecisión de su lideresa. Y todo porque, según ha sabido Vozpópuli, algunas encuestas internas detallan que los ciudadanos la ubican en el espacio de Unidas Podemos, pero no tienen muy claro qué piensa de las principales cuestiones políticas del momento, más allá de generalidades. Y eso mosquea en Podemos.

Es más, en el partido hay preocupación por el poco tirón electoral que ha demostrado la vicepresidenta segunda en Castilla y León pese a la buena valoración que tiene en las encuestas que la han catapultado al estrellato político. En el partido temen que el 'efecto Yolanda' no sea suficiente para lograr su objetivo: 'sorpassar' al PSOE. Eso sí, son conscientes de que ella es la única posibilidad. Y todos se pelearán por pegarse a ella. Tambores de guerra.

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