La Guardia Civil cerca al aparato militar de ETA por los explosivos de los zulos de Francia

La Guardia Civil cerca a la cúpula militar de ETA por los artefactos explosivos incautados en Francia. Los agentes han descubierto que parte del material que la Policía gala halló en los zulos de la banda terrorista fue el mismo que se empleó en los atentados perpetrados en Mallorca entre los meses de julio y agosto de 2019. El estudio permite relacionar a los autores de la fabricación de los explosivos con los responsables de esta cadena de ataques, en los que fueron asesinados dos guardias civiles.

El informe del Instituto Armado, que desvela Vozpópuli, se produce en respuesta a la solicitud del juzgado de la Audiencia Nacional que investiga el último atentado mortal de la banda terrorista. El magistrado José Luis Calama Teixeira solicitó a la Comandancia de la Guardia Civil en Baleares que analizara al detalle los informes periciales elaborados en Francia sobre los explosivos que se incautaron de ETA en los zulos allí ocultos en fechas similares a los atentados de Palma.

El objetivo de la Justicia era tratar de identificar miembros de ETA que pudieran estar relacionados con el atentado contra los dos guardias civiles en Calviá en julio de 2009 y con la explosión de tres artefactos en Palma, un mes después, que no dejaron víctimas mortales. Tras un análisis detallado del material empleado para estos ataques, la Guardia Civil concluye que es el mismo que el hallado en los zulos de Francia.

Amonal, cloratita y temporizadores

Se trata de precursores utilizados para fabricar amonal (localizado en la bomba lapa que colocaron en los bajos del coche de los agentes asesinados) y cloratita. Esta última fue empleada en los cuatro artefactos que explotaron el 9 de agosto en varios restaurantes y bajos de Palma de Mallorca.

"La singularidad de los dispositivos empleados en los artefactos colocados en los vehículos de la Guardia Civil y el recuperado en uno de los zulos de Francia los vincula, sin lugar a dudas, en el aspecto relacionado con su fabricación, aunque posiblemente también en lo relacionado con los aspectos logísticos y operativos de la organización terrorista ya que parecen haber sido creados 'ex profeso' para atentados de este tipo", reza el oficio policial.

La singularidad de los dispositivos empleados en los artefactos y el recuperado en uno de los zulos de Francia los vincula, sin lugar a dudas, en lo relacionado con su fabricaciónInforme de la Guardia Civil

El informe, al que acompaña una pericial elaborada por el Servicio de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil, apunta también a los temporizadores. Gracias a la información facilitada por Francia se ha podido saber que en los zulos encontraron numerosos dispositivos anti-movimiento del tipo lapa que la banda utilizó en el atentado de Calviá, así como dispositivos de retardo (los conocidos temporizadores). Los agentes intuyen que estos se emplearon para las explosiones de agosto.

Uno de ellos, además, presentaba una manipulación especialmente singular, que los agentes no habían observado en anteriores artefactos utilizados por ETA, y que sería compatible con uno de los que se colocaron en los vehículos atacados. Lo han podido determinar gracias a las fotografías que tomaron especialistas del Servicio de Desactivación de Explosivos (SEDEX) del coche de los dos guardias civiles asesinados.

Las bridas, elemento clave

Con todo, los investigadores destacan un tercer material determinante para vincular lo hallado en siete zulos de Francia con estos ataques, y son las bridas de plástico que encontraron en el lugar de los atentados. Precisan que es un hallazgo "significativo" ya que la banda terrorista las utilizó en "contadísimas ocasiones" en sus atentados. Casualmente, los etarras se valieron de este plástico para sus dos ataques en el verano de 2009 en Mallorca.

La bomba se colocó en el vehículo la madrugada antes del atentado. Al no tener los terroristas un control efectivo del momento del ataque, la explosión pudo haber provocado, sin duda, más víctimas

Los agentes encontraron bridas de color negro en los bajos del coche, así como en los artefactos colocados en el segundo atentado. Además, apuntan un detalle más: el 'modus operandi' es muy similar ya que en ambos atentados se manipularon las bridas de forma muy pareja (forradas con cinta aislante de color negro). Del mismo modo, el análisis impulsado 13 años después de los atentados permite aventurar que ETA colocó las bombas la madrugada anterior al atentado.

"El vehículo oficial ocupado por los dos guardias civiles asesinados estuvo circulando durante varias horas con el artefacto colocado en sus bajos hasta que quedó en disposición de hacer explosión, circunstancia que ocurrió entre las 13.00 horas y las 13.40 del 30 de julio de 2009. Al no tener los terroristas un control efectivo del momento en que se produciría la activación del artefacto, la explosión pudo haber provocado, sin lugar a dudas, más víctimas, además de los dos guardias civiles", añade la Guardia Civil.

La pericial concluye que la hora en la que se fijó el atentado "no parece elegida al azar" ya que coincide con la finalización del turno de la mañana de muchas patrullas de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil o con el inicio del turno de tarde. Ello implicaba un aumento de las posibilidades de conseguir su objetivo. Tras adherir este informe policial, el juzgado que investiga el atentado ha dado traslado del mismo a la Fiscalía para que se pronuncie sobre los últimos avances de estas diligencias.