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Galicia

Los principales sindicatos se unen al coro crítico contra la construcción de una megaplanta de tejidos sostenibles en Lugo

Crece el rechazo en Galicia al proyecto ecológico liderado por la multinacional Altri pese a su promesa de crear 2.500 puestos de trabajo

Pancarta en contra de Altri en un puente sonbre el río Ulla a su paso por Monterroso (Lugo)
Pancarta en contra de Altri en un puente sonbre el río Ulla a su paso por Monterroso (Lugo)

Con el sector eólico paralizado desde hace varios años debido a la negativa del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia a dar luz verde a nuevos parques de viento que no garantizan, en opinión de los magistrados, la preservación del medio ambiente, y con el desarrollo industrial amenazado ante los crecientes recelos que provoca el desembarco en la comunidad de multinacionales del calado de la pastera portuguesa Altri, cada vez más analistas se preguntan si el “país del millón de vacas” está dando los pasos correctos para consolidar su futuro económico, facilitar el crecimiento empresarial, frenar la despoblación en las áreas rurales y ofrecer trabajo suficiente a las nuevas generaciones.

Altri es un nombre que últimamente está en la boca de miles de gallegos ante la fuerte confrontación que ha surgido entre los defensores a ultranza de la construcción, en el municipio lucense de Palas de Rei, de un gran complejo industrial dedicado a la fabricación de lyocell, un tejido muy en boga que se produce a partir de la celulosa de la madera, y los que no quieren oír ni hablar de la citada compañía lusa pese a su promesa de realizar una inversión de 900 millones de euros y de crear 2.500 puestos de trabajo en una comarca muy deprimida.

Hasta hace muy pocos meses, buena parte de los actores implicados de forma directa o indirecta en este proyecto parecían estar deseosos de que las obras comenzasen cuanto antes. Todos los grupos parlamentarios bendecían una operación que traería mucha riqueza al interior de la provincia de Lugo; la Xunta metía presión para que la multinacional obtuviese la financiación necesaria y contase con la ayuda de los fondos Next Generation para instalarse en Galicia, los sindicatos opinaban que se trataba de una magnífica ocasión para generar empleo de calidad y los estrategas económicos no albergaban duda alguna de que la llegada de Altri atraería a otras muchas empresas relacionadas con la misma actividad. Ahora, en cambio, cuando el plan se encuentra ya en fase de exposición pública, no paran de surgir detractores que ponen en duda las bondades ‘vendidas’ por la multinacional con sede en Oporto.

Las últimas organizaciones que se han sumado al ‘coro crítico’ son el potente sindicato CIG, que cuenta con casi 80.000 afiliados en Galicia, más que UGT y CCOO juntos, y Unións Agrarias, organización líder en el sector del campo. Este último colectivo ha anunciado que presentará alegaciones a la planta de Altri en la comarca de A Ulloa por ser un proyecto que “dista mucho del presentado en su día, que nada tiene de innovador y que golpea frontalmente los intereses de la población de la zona y el mantenimiento de la actividad agroganadera”. El secretario de coordinación sectorial de Unións Agrarias, Félix Porto, ha asegurado que el sindicato no puede apoyar este proyecto "tal y como está", pues se parece muy poco al que presentó la pastera hace dos años. Ahora, aquella iniciativa innovadora se ha transformado en "un proyecto clásico de producción de pasta de papel que no solo genera dudas, sino preocupación" en buena parte de sus afiliados y en los sectores que representan.

Por su parte, el encargado de desarrollo rural del organismo sindical ha afirmado que se encuentran con un proyecto "distinto" al que se les explicó en abril de 2022 al tratarse ahora de "una celulosa estándar, donde un 70% de la producción sería para pasta de papel y un 30% para lyocell, sin el producto acabado", lo que les plantea "muchas dudas". Jacobo Feijoo ha explicado que lo que más les preocupa son "las posibles emisiones de la fábrica en el entorno" o la generación de lluvia ácida, además de que la tierra de cultivo se transforme en nuevas plantaciones de eucalipto. Sobre este particular, los expertos señalan que la materia prima básica que utilizará Altri para fabricar lyocell será la madera de este árbol tan abundante en Galicia y lo hará con tal ‘voracidad’ que, según las previsiones, ‘engullirá’ casi el 20% del total de eucaliptos que se cortan al año en la región.

Cuatro mil explotaciones agrarias en peligro

Por otra parte, el sindicato CIG también ha anunciado que presentará alegaciones al plan de Altri y ha manifestado su apoyo a las acciones desarrolladas hasta el momento por vecinos de la zona, así como por las plataformas Ulloa Viva y En Defensa da Ría de Arousa. La organización no se anda con chiquitas a la hora de criticar a la multinacional por presentar como sostenible un proyecto "depredador" de los recursos naturales, especialmente del agua y de la madera, y que tendrá un "grave impacto ambiental, social y económico". Para rematar la jugada, la Federación Rural Galega (Fruga) se ha unido también al ‘orfeón antiAltri’ al considerar que un complejo de esas características pondrá en peligro la supervivencia de más de 4.000 explotaciones pecuarias que cuentan con unas 90.000 cabezas de ganado vacuno. Alerta, igualmente, sobre cómo afectará a la continuidad de la Denominación de Origen Queso Arzúa-Ulloa, que agrupa a más de veinte empresas y es la segunda a nivel nacional en la elaboración de este producto.

El Bloque Nacionalista Galego, la segunda fuerza parlamentaria en la comunidad, ha desplegado en las últimas semanas una demoledora campaña en contra del desembarco de Altri, pero la Plataforma Ulloa Viva, integrada por vecinos de una decena de municipios que de esta comarca, recuerda que lleva ya dos años exponiendo sus recelos a la construcción de la citada con argumentos basados, aseguran, en el sentido común y en la sensatez. Este colectivo rechaza de plano que algunos de sus miembros se haya comportado de forma agresiva durante las charlas informativas que organizó la empresa lusa por diversos puntos de la comarca, lo cual provocó que las mismas, según los organizadores, se suspendieran. La plataforma asegura, al respecto, que Altri pensaba que iba a dirigirse a un público desinformado y se llevó una gran sorpresa al comprobar que los asistentes estaban perfectamente al tanto del proyecto y con ganas de hacer todo tipo de preguntas, algunas de ellas incómodas. Ante esa situación, tal y como denuncia la agrupación, “los peones enviados se encargaron de victimizarse y de no dejar el micro a quien quería preguntar”. Añade que “de agresividad, nada. Agresividad es la que se pretende contra un territorio y sus gentes”.

Compromiso total con la conservación del medio ambiente

En en lado contrario de la contienda se encuentra el sindicato Comisiones Obreras, que apoya con decisión la llegada de Altri al considerar que su proyecto cumple de forma escrupulosa con las normativa medioambiental y supone una ocasión de oro para relanzar la economía y el empleo en la provincia de Lugo, que básicamente son las mismas tesis que esgrime la Xunta de Galicia. No obstante, quizá esas ‘bendiciones’ no son compartidas por todos los sectores de la agrupación sindical, cuyo Comité de Dirección Nacional se reunirá el próximo día 11 para, precisamente, fijar cuál será su hoja de ruta en este tema después de que la Federación de Industria defendiese con tanto ardor los planes de la pastera lusa.

Los detractores de la megaplanta de tejidos textiles sostenibles denuncian que la infraestructura prevista "ocupará tanto terreno como la extensión de Santiago de Compostela" y que "precisará de un consumo diario de agua superior" a la que emplea "toda la población de toda la provincia de Lugo en el mismo día". Algunos estudios cifran ese consumo en 640 litros por segundo, que a su vez es el equivalente a 17 piscinas olímpicas al día.

Fuentes de Altri, por su parte, aseguran que en la planta prevista en Galicia se extraerá la celulosa de la madera para producir “exclusivamente” fibras textiles y fibras solubles, en ningún caso para fabricar papel. La compañía afirma, asimismo, que la fábrica no supondrá ningún impacto en la fauna o la flora local y mantiene que se nutrirá de eucalipto excedentario que en la actualidad no encuentra mercado en Galicia, por lo que en absoluto será necesario incrementar la superficie dedicada a la plantación de esta especie.

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  • R
    Rianxo

    el tema es bastante claro. BNG votó a favor de esa factoria antes de las elecciones por si salia la señora Potón de presidenta. asi se llenarian de orgullo de ser facilitadores de numerosos puestos de trabajo. como laelecciones no dieron el resultado adecuado, se cambia el "rollo" y a protestar por la ria que antes de elecciones no tenia problema. es lo que hay, y que siempre hubo en un partido de "partidiños" mucha cabeza pensante

  • M
    M-V-P

    Tanto UGT como CCOO apoyan esta planta. Quien no la apoya es la CIG sindicato afín al BNG que también ahora esta en contra de la planta cuando si la apoyo en la Xunta.