Ahora es Eva Cárdenas. En un nuevo intento de desviar la atención sobre el caso Koldo y, de una forma muy especial, sobre las presuntas relaciones comerciales que mantuvo la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, con Air Europa poco antes de que la aerolínea fuese rescatada por el Gobierno mediante la inyección de cerca de 500 millones de euros de dinero público, el Ejecutivo ha vuelto a encender el ‘ventilador’ de los trapos sucios para ver si logra salpicar de alguna forma a los altos dirigentes del Partido Popular y a sus allegados.
De esta forma, tras meter en danza al novio de la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por un supuesto fraude fiscal, y recuperar por enésima vez del cajón del olvido la famosa foto en la que Núñez Feijóo aparece acompañado, hace la friolera de treinta años, del contrabandista Marcial Dorado en una lancha de recreo, el Gobierno ha decidido ahora sacar las flechas para disparar, de momento con nula puntería, contra la pareja del líder nacional del Partido Popular, Eva Cárdenas.
La estrategia de los arqueros con menos escrúpulos del PSOE está muy clara: si Feijóo dispara contra Begoña Gómez, hagamos nosotros lo mismo contra su compañera. Y si no logramos dar en la diana ni una sola vez, ni siquiera de muy lejos, da igual, que aquí de lo que se trata es de enrarecer el ambiente aunque sea a base de bulos incomestibles.
Y bien, ¿cuál es la idea que Sánchez desea que cale lo más posible en la sociedad mediante la utilización de la figura de Eva Cárdenas? No otra que Feijóo concedió subvenciones cifradas en más de 100.000 euros a la emblemática empresa Sargadelos durante el tiempo que su pareja trabajó, como asesora, en la prestigiosa firma gallega de cerámica tradicional. La noticia, publicada por Infolibre, fue desmentida de inmediato, por escrito, por el principal responsable de la compañía, Segismundo García, que negó de forma tajante que alguna empresa del grupo hubiese solicitado y recibido subvenciones en el periodo en el que Cárdenas estuvo vinculada a Sargadelos.
Otro asunto muy diferente sería el dinero que la Xunta otorga a numerosas fundaciones, es decir, asociaciones sin ánimo de lucro, que desarrollan una reconocida labor social o se encargan de mantener inmuebles, museos o infraestructuras de todo tipo ligadas al patrimonio histórico o cultural de Galicia. Sargadelos, en ese sentido, sí cuenta con una fundación que gestiona museos y organiza infinidad de cursos y talleres relacionados con la cerámica. Pese al desmentido de Sargadelos, Pedro Sánchez no se ha dado por vencido y afirma tener “más cosas”, sin concretar cuáles son ni en qué consisten, en contra de la compañera de Feijóo.
En la tarde de este jueves, el director de infoLibre, Jesús Maraña, ha compartido la rectificación de su información errónea y apuntando al motivo del error: la Xunta ayudó al Real Patronato de Sargadelos y no a la Fundación Sargadelos -en la que trabajó Cárdenas- como apuntaron inicialmente.
Fichaje de Inditex para lanzar Zara Home por todo el mundo
Eva Cárdenas, al contrario de lo que ocurre con Begoña Gómez, siempre ha intentado mantenerse al margen de la vida pública de su pareja. Discreta hasta el límite, muy pocas veces aparece en actos sociales y ha logrado, con éxito, preservar su intimidad y la de su familia en los diez años largos que lleva unida con el expresidente de la Xunta de Galicia y actual líder del Partido Popular, con el que tiene un hijo en común. Todo ello pese a ser una empresaria y ejecutiva de primer nivel que ha ocupado importantes puestos en multinacionales de gran prestigio internacional.
Nacida en La Coruña en 1965, Cárdenas estudió Económicas y Diseño Industrial en Santiago de Compostela, formación que completó con un máster en administración y dirección de empresas. Poco después empezó a trabajar en L´Oréal, la firma de cosméticos más grande del mundo, con la misión de impulsar aún más la presencia de esta compañía en España, y en 2003 se fijó en ella nada menos que Amancio Ortega, fundador y dueño del imperio de moda Inditex, al que le habían llegado noticias excelentes sobre su gran talento y su enorme capacidad de innovación.
Con esas referencias, Ortega no dudó en ficharla con la encomienda fundamental de hacer despegar la cadena Zara Home, de aquella una nueva línea de negocio basada en la venta de ropa y artículos del hogar. Así, con 38 años, la futura pareja de Núñez Feijóo se convirtió en una de las grandes ejecutivas de la multinacional Inditex al ponerse al frente del nuevo proyecto empresarial impulsado por uno de los hombres más ricos del mundo.
¿Cuál fue el resultado del fichaje? Sencillamente espectacular. De partir de la nada, la infatigable Cárdenas logró posicionar Zara Home en casi 600 tiendas repartidas por 75 países. Separada y madre de una hija, la carrera profesional de Eva Cárdenas estaba en el punto más álgido cuando, en 2013, trascendió la relación que mantenía con Núñez Feijóo. Ambos se conocieron en el transcurso de un vuelo entre Madrid y Santiago de Compostela, tiempo después se volvieron a ver durante una visita que el entonces presidente de la Xunta realizó al ‘cuartel general’ de Inditex y desde entonces se hicieron inseparables. En 2017, la pareja tuvo un hijo, el primogénito de Núñez Feijóo, que por aquel entones contaba ya con 55 años, y unos meses después la alta directiva de Inditex decidió dejar la que había sido su casa durante tres lustros para intentar vivir un poco más tranquila, aunque pronto se embarcó en la creación de una empresa propia, la inmobiliaria Niebla Azul.
Adios a Sargadelos tras la mudanza de Feijóo a Madrid
Su etapa como asesora externa de Sargadelos comenzó en 2020 y concluyó apenas dos años después por motivos familiares de fuerza mayor relacionados con la marcha de Núñez Feijóo a Madrid para hacerse cargo de la presidencia del Partido Popular tras la marcha de Pablo Casado. Una vez más, la reconocida ejecutiva hizo lo posible y lo imposible para preservar su intimidad en la capital de España, objetivo que logró cumplir hasta que el PSOE instaló el ventilador de mugre cerca de su ventana por si pueden salpicarla, a través de su pareja, con algún trapo sucio. Las apuestas indican con claridad que pincharán en hueso. Y es que Eva, de ‘trapos’, pero limpios, sabe un rato muy largo desde su prolongado paso por Inditex.
