Sánchez se reunía con Puig pero ahora 'pasa' de Mazón en sus visitas a la Comunidad Valenciana

Pedro Sánchez tiene por norma ignorar al presidente de la Generalitat en sus visitas a la Comunidad Valenciana y también a la presidenta de las Cortes Valencianas, pese a que se trata de la primera y la segunda autoridad de la Comunidad Autónoma. Es algo que no sucedió mientras Ximo Puig fue el presidente autonómico valenciano.

La última prueba de la mala relación existente entre el presidente del Gobierno y los máximos exponentes del poder ejecutivo y legislativo en tierras valencianas se produjo ayer con la visita de Sánchez a Alicante para conmemorar el 'Día de Homenaje a las Víctimas del Exilio' que se celebró en Alicante en la sede de Casa Mediterráneo.

Juntos, una vez

Las fuentes institucionales consultadas por Vozpópuli confirman que Sánchez no informó ni a Carlos Mazón ni a Llanos Massó de esta visita a Alicante, por lo que no se pudo dar una foto de autoridades que sólo se ha registrado con motivo del trágico incendio en dos edificios del barrio de Campanar de Valencia.

La jornada vespertina de ayer la destinó Pedro Sánchez a este homenaje en tierras alicantinas a quienes sufrieron el exilio durante la dictadura franquista en una jornada –el 8 de mayo– que la Ley de Memoria Democrática marca para tal fin.

Ni rastro del Gobierno valenciano ni de la Presidencia de las Cortes. En las comunicaciones oficiales del Gobierno de España sí que se informó por parte del ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, de su presencia en este acto en Casa Mediterráneo y también, por la mañana, en su visita al pequeño pueblo alicantino de Fageca. Es lo habitual.

Torres sí informó

Torres informó a Presidencia de la Generalitat y a Presidencia de las Cortes pero de Sánchez no hubo ni rastro en una acción que las citadas fuentes tildan de "descortesía habitual".

Enterarse por la prensa de las visitas del presidente español empieza a ser una constante salvo en contadas excepciones y revela que la sintonía del Gobierno de España con la Generalitat y las Cortes Valencianas es inexistente, lo que es un motivo de preocupación ante los problemas pendientes de solucionar en las tres provincias de la región.

El acto de ayer llegaba en un momento de 'choque' institucional entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el de Carlos Mazón por la Ley de Concordia que PP y Vox han impulsado en el Parlamento valenciano y que ha acabado con una carta del ministro Torres a Llanos Massó. En ella se intuye una forma de presionar para que la futura ley cumpla con los requisitos que marca un informe de tres relatores que trabajan para la Organización de Naciones Unidas.

Frialda institucional

Esa frialdad se extiende prácticamente desde la llegada de Carlos Mazón a la Presidencia de la Generalitat y con la repetición de Pedro Sánchez en el cargo al frente del Ejecutivo central. El pasado 14 de febrero en su visita a la desaladora de Torrevieja, el jefe del Ejecutivo no avisó a Mazón, ni a Massó y tampoco al alcalde de la localidad, Eduardo Dolón.

Sólo el pasado 23 de febrero se produjo la foto entre Sánchez y Mazón en la ciudad de Valencia hasta donde se desplazó para apoyar a los Cuerpos de Seguridad del Estado y a los Bomberos que participaron en las tareas de extinción del incendio de Campanar, para anunciar las ayudas a las víctimas del siniestro. Es la única muestra de una solidaridad institucional que se echa de menos esta legislatura.

Con Puig sí se reunía

No ha sido así en los pasados mandatos donde el color político del Gobierno de España y de la Generalitat Valenciana (entonces con Ximo Puig al frente) era el mismo: el PSOE.

El 3 de octubre de 2018 Ximo Puig se reunió con Pedro Sánchez en la Moncloa en una reunión bilateral como la que Mazón lleva reclamando desde hace más de tres meses cuando se lo trasladó a la tercera autoridad de la Comunidad Valenciana, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé.

Allí Puig arrancó la presencia de Sánchez en los actos del 9 d'Octubre, la festividad grande de la Autonomía.

Unos meses antes, el 20 de julio de 2018, Sánchez y Puig se reunieron en Castellón en la Casa del Caragols –sede de la Delegación Territorial de la Generalitat– donde se analizaron cuestiones como la reforma del sistema de financiación y la condonación de parte de la deuda de la Generalitat. No hubo avances, como se pudo comprobar después, en esta visita que coincidía con la celebración del Festival Internacional de Benicàssim del que Sánchez era asiduo.

El 23 de octubre de 2022 fue Sánchez quien devolvió la visita a Puig y mantuvo un encuentro en el Palau de la Generalitat antes de participar en el décimo aniversario del digital El Diario.es en la plaza del Ayuntamiento de la capital del Turia.

Y también hubo encuentros con Puig en el marco de trabajos sectoriales como el celebrado el 24 de noviembre de 2022 en el Auditorio y Palacio de Congresos de Castellón el marco de la Cumbre Hispano-Rumana.

Al término de ese encuentro, Puig y Sánchez se reunieron con el presidente y el secretario general de la patronal cerámica (Ascer), Vicente Nomdedeu y Alberto Echavarria, respectivamente, a quienes prometieron ayudas ante la grave crisis que padecía (y padece) el sector azulejero.

El 19 de diciembre de 2022 Pedro Sánchez también se desplazó con Ximo Puig al Hospital Universitario y Politécnico La Fe, donde se instalaron 11 equipos del Plan de Inversiones en Equipos de Alta Tecnología del Sistema Nacional de Salud por un valor de 14 millones de euros.

Visitas de trabajo sectorial, de inversiones del Gobierno e institucionales, jalonadas con la presencia de Sánchez en mítines del PSOE para las distintas campañas electorales. Ese es el resumen de las anteriores legislaturas.

Conferencia de Presidentes y cartas

La era de Mazón al frente de la Generalitat no ha contado con esa colaboración y al margen de visitas como la del pasado 24 de marzo a Benicàssim para participar en la clausura del congreso extraordinario del PSPV –donde Mazón lógicamente no pintaba nada– en el resto de visitas como presidente del Gobierno tampoco ha habido conexión.

Mazón explicaba ayer que Pedro Sánchez "está incumpliendo el reglamento y no puedo hablar con él de temas relevantes en una Conferencia de Presidentes", órgano que el presidente valenciano ha pedido reiteradamente que se reúna.

"No puedo hablar con Sánchez de los asuntos clave de la Comunidad Valenciana por lo que tendré que volver a dirigirme a él por carta", explicaba, ya que "es la única manera en la que puedo comunicarme y trasladarle estos asuntos". Ahora bien, por carta tampoco ha habido éxito y ni Mazón, ni tres consellers de su Ejecutivo han obtenido respuesta a la decena de misivas que han enviado al propio Sánchez y a otros integrantes del Gobierno.

Carlos Mazón encara pues una legislatura en la que el guión es muy parecido al que vivió Francisco Camps en su época de presidente autonómico valenciano cuando José Luis Rodríguez Zapatero era el inquilino de la Moncloa. Los acuerdos en cualquier materia van a ser, parece, muy raros de ver hasta 2027.