Catalá entra al cuerpo a cuerpo con Lim y hoy trata de perfilar una postura común de todos los partidos

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha decidido pasar al ataque contra Peter Lim y ha pedido al Valencia CF, del que el singapurense es el máximo accionista, que ofrezca más información y garantías para disponer de la licencia, las fichas urbanísticas y el convenio para reanudar las obras del nuevo estadio situado en la avenida de las Cortes Valencianas.

El objetivo de Catalá pasa a corto plazo por conseguir una postura común de todos los grupos políticos que hoy mismo se verán las caras en la Junta de Portavoces y que, en próximas fechas, mantendrán un encuentro monográfico para analizar este tema. Hoy se podrá perfilar algo de lo que cada grupo quiere para solucionar un problema urbanístico de primer orden para la ciudad.

La alcaldesa tiraba ayer de ironía para explicar que ella es la única que no se ha movido de su postura inicial y que el resto de grupos (PSPV, Compromís y Vox) deben decidir qué harían en la complicada negociación para que se reanuden las obras del nuevo recinto del Valencia CF.

Garantías o sustituir al promotor

PSPV y Compromís parecen querer ligar la concesión de las fichas urbanísticas y el convenio a que el Valencia CF se comprometa con avales a cumplir los hitos constructivos y de características del nuevo estadio.

Vox, por su parte, se mantiene en su propuesta de realizar una sustitución del promotor por los reiterados incumplimientos de Peter Lim a quien quiere fuera del club y piden que desde el Ayuntamiento se haga lo posible para facilitar su salida.

Más allá del lógico juego político parece cierto que algo se ha roto en la relación de Catalá con los representantes de Meriton, la empresa que controla el paquete accionarial mayoritario (92%) del club de Mestalla. "Hartazgo" es alguna de las expresiones que ayer utilizaban fuentes municipales consultadas por Vozpópuli para definir el ánimo de Catalá con este tema que le marca la agenda más de lo que desearía en muchas de sus comparecencias.

La licencia, aún lejos

Los avances por parte de Lim han sido nulos desde hace años y la posibilidad de que Valencia acoja el Mundial 2030 empieza cada vez a ser menos factible. Este condicionante hace que la ciudad ya no tenga "nada que perder" y el Ayuntamiento podría fortificar su postura contra Peter Lim para que ofrezca garantías sólidas en el mes de mayo.

Catalá asegura que la licencia de obras que reclama Lim para reanudar las obras está pendiente de un informe del servicio de Emergencias de la Generalitat y otro de Movilidad del Ayuntamiento. Y también aseguraba que ayer enviaron un requerimiento al club para que garantice las exigencias del convenio de 2005 y las registradas también en 2007 y 2015, así como un cronograma de inicio y finalización de las obras.

"Un folio"

"El Valencia nos ha enviado un folio con sus garantías financieras y necesitamos el detalle del proyecto porque sino: ¿Sobre qué se va a hacer una auditoría? (la que impulsará el Ayuntamiento para saber el coste del proyecto), explicaba la primera edil, en una intervención más ácida de lo habitual y que empieza a vislumbrar una postura más dura.

El club, según ha podido conocer este medio, está en la línea de ofrecer la documentación que se requiera por parte del Ayuntamiento "lo antes posible", aunque las garantías jurídicas que exige Lim (el convenio y las fichas urbanísticas) se mantienen.

Silencio sobre la sentencia

El enroque sigue siendo la fotografía en la 'negociación' entre Ayuntamiento y Lim y la ventana de acuerdo parece estrecharse cada vez más. Diez años de gestión del magnate singapurense han sido suficientes para ver que el interés por acabar el nuevo estadio ha sido inexistente y en esa posición parece mantenerse.

Y queda pendiente que el club se pronuncie oficialmente sobre si recurrirá o no al Tribunal Supremo la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana que da por caducada la Actuación Territorial Estratégica que le permitía tener al Valencia CF unos beneficios urbanísticos en el cambio del actual Mestalla al nuevo estadio. Ese silencio se mantiene de manera oficial por parte del club de Mestalla.