Telegram lleva días en el foco de la polémica. El juez Santiago Pedraz reculó y finalmente la aplicación no será bloqueada en España. ¿Qué hay detrás de esta red social?. Los grupos y usuarios normales conviven con delincuentes que se ocultan bajo la seguridad de su sistema. La opacidad de este 'ecosistema' facilita que pederastas puedan compartir su contenido a la vez que los yihadistas difunden sus mensaje o sus ataques, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.
Los agentes de Información y Ciberdelincuencia de la Policía Nacional son los que más conocen los entresijos de Telegram. Han seguido de cerca el uso que han dado las organizaciones criminales a esta plataforma, que cuenta desde sus orígenes con un alto nivel de privacidad. Los investigadores llevan tiempo detectando que esta aplicación es un nicho de pederastas y yihadistas que se esconden en sus cloacas para compartir archivos y difundir sus mensajes radicales.
La sede de la empresa en Islas Vírgenes
La decisión de la Audiencia Nacional, del juez Santiago Pedraz, sobre el cierre del Telegram tuvo en vilo a una buena parte de la población. Este aviso está considerado como una advertencia que llevan años reclamando de forma discreta los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. No levantan la voz pero en sus investigaciones recogen las dificultades que tienen con la empresa a la hora de hacer diligencias.
Unos problemas que ahora ha enfatizado públicamente el magistrado de la Audiencia Nacional. Ha tenido una absoluta falta de colaboración de las autoridades de las Islas Vírgenes donde se ubica la compañía. Este es el 'pan de cada día' de los funcionarios que trabajan en cazar a pederastas y yihadistas.
La opacidad de Telegram es tal que desde su orígenes se publicitó como una aplicación que preservaba la privacidad de sus usuarios. Y es que, como cualquier empresa, dispone de datos claves pero se niega de forma sistemática a proporcionarlos a las autoridades cuando lo requieren.
A pesar de estas dificultades, los agentes han conseguido detener, y demostrar, el mercado negro de las cloacas de la red social. Uno de los casos más sonados de los últimos tiempos fue el de Santiago, el joven pederasta que agredía sexualmente a su bebé de meses en Madrid. También se lo ofrecía a terceros, precisamente, a través de Telegram.
Los pederastas y los yihadistas
No es el único caso. Los investigadores de Ciberdelincuencia han realizado en el último año innumerables operaciones contra depredadores sexuales que compartían las fotografías de sus víctimas a través de este canal con total impunidad. Los agentes siempre han llegado a estos 'monstruos' a través de sus propias herramientas de fuentes abiertas. De forma discreta y sin llamar la atención, conocedores de que era imposible pedir el historial de estos delincuentes a la empresa.
Por otra parte, los terroristas yihadistas también son usuarios habituales de la plataforma. A pesar de ello, Telegram no es la única vía ya que en los últimos tiempos se han trasladado a otras redes como la de Discord, donde hay gente más joven y es uno de sus objetivos primordiales.
En este caso, los radicales buscan un altavoz para divulgar sus consignas violentas y el odio hacia Occidente. Canales y grupos privados que promueven las acciones contra los intereses europeos. En más de una ocasión han dejado por escrito con antelación en esta plataforma los planes de atentados que tenían en mente.
El atentado de Rusia reivindicado en Telegram
Es más, hace pocos días, el propio Estado Islámico reivindicó en Telegram la autoría del atentado de Rusia que se ha cobrado la vida de más de un centenar de personas. "Los combatientes del Estado Islámico atacaron una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y mataron e hirieron a cientos de personas y causaron una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura", publicaron en esta plataforma.
Las fuentes policiales consultadas por Vozpópuli destacan que las últimas polémicas con Telegram han provocado un éxodo de la plataforma de los usuarios que cometen ilícitos. Entre los delincuentes ahora está 'de moda' el uso de otras redes que consideran más seguras para sus comunicaciones como son: Signal, Threema o Wickr.
