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Cataluña

El manifiesto de los constitucionalistas catalanes para vencer al independentismo

La iniciativa, que cuenta ya con más de 1.000 apoyos, pretende unir en un único proyecto a quienes rechazan el separatismo para sumar en las urnas y vencer a los nacionalistas

El manifiesto de los constitucionalistas catalanes para vencer al independentismo
De izquierda a derecha: Carlos Rivadulla, Eva Parera, Óscar Benítez y Cayetana Álvarez de Toledo.

Un grupo de constitucionalistas catalanes ha presentado este jueves en Madrid el manifiesto 'Por una Cataluña valiente; en defensa de la legalidad y la lealtad a España' para "recuperar la lealtad institucional y la neutralidad de las instituciones" mediante la presentación de un único proyecto para sumar en las urnas y vencer al nacionalismo. La iniciativa ya cuenta con más de 1.000 apoyos, entre ellos el de la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo.

Joan López Alegre, uno de los portavoces del manifiesto, ha explicado que este documento "no va de catalanes, sino de todos los españoles" y ha subrayado que los catalanes constitucionalistas son "españoles decisivos", al tiempo que ha hecho referencia al pacto del Gobierno con ERC y Bildu. "Este no es un pacto de índole económico, es un pacto de largo alcance", ha advertido. El exdiputado 'popular' del Parlamento catalán ha hecho hincapié en que "la única opción es sumar fuerzas" y ha pedido al Ejecutivo que "deje de pactar con ellos". "Dejen de imaginar que hay nacionalistas moderados, no existen. Dejen de pensar que la centralidad política de Cataluña es el nacionalismo", ha reivindicado.

En este sentido, el manifiesto recoge que "existe un conflicto en Cataluña provocado por dirigentes políticos irresponsables, que pretenden imponer sus postulados identitarios y secesionistas a todos los catalanes, sin respeto alguno a las normas de convivencia democrática". El texto también carga contra el 'procés', que pone "en riesgo miles de puestos de trabajo, los ahorros de las familias y la posibilidad de prosperar para miles de catalanes".

Sobre esto, el presidente de Empresarios de Cataluña, Carlos Rivadulla, ha recordado que el otoño de 2017 supuso "el inicio de la decadencia" que apartó "lo más importante" para la economía: "La confianza y la seguridad". "Nos falta esa España 2.0", ha añadido el empresario, que ha apuntado a la creación de una "gran plataforma" como una posible solución. "Renovar la ilusión es ofrecer al electorado un proyecto ilusionante porque hay unión, porque se centra en lo común. Es necesario este manifiesto para frenar esta decadencia y volver marcha atrás", ha zanjado.

También ha intervenido en la presentación de esta iniciativa la Secretaria de Sociedad Civil Catalana, la empresaria Eva Trias, quien ha compartido su visión en primera persona. "Es un manifiesto que marcará un antes y un después para conseguir recuperar la lealtad constitucional", ha comenzado sus palabras en las que ha dejado claro que se ha sumado a este manifiesto por todo lo que ha sufrido "en el ámbito personal y empresarial".

"Una batalla cultural"

Por último, Álvarez de Toledo ha respaldado el manifiesto porque "lo que suceda con el constitucionalismo catalán va a definir lo que sea España". "Un Estado existe para que los ciudadanos no tengan que ser héroes", ha afirmado la dirigente 'popular', que ha asegurado que el Estado está "fallando de manera estrepitosa". "Hemos tenido un Estado abdicante y ahora tenemos que pasar a otra fase. Hay una alternativa a la política actual, es mentira que no haya otra opción a lo que está haciendo el presidente del Gobierno", ha apostillado, a la par que ha explicado que dicha alternativa pasa por "hacer exactamente los contrario" a lo realizado en los últimos 40 años. También ha señalado que "tiene que haber una política de despliegue del Estado" con una "deslegitimación radical del nacionalismo como ideología" y con "una batalla cultural". En tercer lugar, Álvarez de Toledo ha afirmado que hay que "asumir que existe una ruptura en Cataluña" y "coger a la mitad constitucionalista y darle lo que no ha tenido". Finalmente, ha concluido su intervención diciendo que se debe pensar en la ofensiva con "actitud de militancia" y aceptando que hay que "anteponer la democracia a las diferencias".

El manifiesto

"Los catalanes no independentistas no podemos volver a ser moneda de cambio de intereses políticos a nivel nacional", afirman en el manifiesto que reclama "ser políticamente fuertes para que la negociación de la Presidencia del Gobierno o los Presupuestos no queden en manos de las prioridades políticas de grupos nacionalistas y populistas". También reivindican un "marco jurídico y fiscal seguro y competitivo" y, dentro del ámbito de la seguridad jurídica, "el derecho a la propiedad y la acción eficaz contra la ocupación debe ser una prioridad para acabar con el santuario okupa en el que se ha convertido Cataluña".

Respecto al ámbito lingüístico, los constitucionalistas afirman que "Cataluña es bilingüe": "Ambas lenguas nos son propias, sin imposiciones, viviendo con normalidad esta realidad. Defendemos el fomento de la cultura y la educación tanto en castellano como en catalán, sin discriminación alguna por razón de lengua".

Para acabar, de cara a las próximas elecciones municipales, autonómicas, generales y europeas, quieren "ser parte activa de una confluencia política del mundo constitucionalista para presentar un único proyecto capaz de dar respuesta a los problemas reales de la sociedad catalana y derrotar en las urnas tanto al nacionalismo como al populismo". "Necesitamos un proyecto político ganador", han zanjado.

Este es el primer párrafo del manifiesto, que adjuntamos al completo más abajo: Cataluña lleva más de una década de fractura social, fomentada por una Generalitat gobernada por los partidos independentistas con el apoyo externo de los antisistema y por un Ayuntamiento de Barcelona en manos del populismo. Factores como las leyes de desconexión del 6 y 7 de septiembre, con el consiguiente atropello a la democracia y a los derechos de la oposición en el Parlament, el referéndum ilegal del 1 de octubre, las protestas violentas tras el juicio a los líderes del procés, los indultos a los políticos presos y la aparición de la pandemia del coronavirus, han provocado una aparentemente imparable decadencia social, política, económica y cultural. Esta situación se agrava con gobiernos locales secuestrados por organizaciones paragubernamentales como la ANC, Òmnium y la AMI, ocupados en impulsar el secesionismo desde ayuntamientos y diputaciones, o en implementar políticas que torpedean el progreso económico, el bienestar y la seguridad de los ciudadanos; y con un Gobierno central que se sustenta con los votos de independentistas y de populistas de izquierda, con una agenda política muy alejada de las necesidades de los ciudadanos, incluidos los catalanes.

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