Las cárceles se quedan sin médicos: seis de cada diez plazas están vacantes

"Tenemos un serio problema, las cárceles se están quedando sin médicos". Son las declaraciones a Vozpópuli de un funcionario de prisiones que advierte que los centros de reclusión se están convirtiendo en "psiquiátricos" y las instalaciones no están preparadas para esta situación y los trabajadores no están formado para ello. El sindicato CSIF ha elaborado una lista con las vacantes de médicos en las cárceles que refleja que de 489 plazas solo están cubiertos 178 puestos.

Las cifras muestran hay 311 plazas vacantes de las 489 del total, según el balance de CSIF. Es decir, más de seis de cada diez plazas están sin ocupar. La lista refleja que el Centro Penitenciario de Navalcarnero es el que tiene más déficit de sanitarios ya que tienen sin cubrir 15 plazas, cuentan solo con 8 sanitarios, del total de 23. Otra de estas instalaciones con problemas es Valencia que tiene 17 ausencias y solo 3 abogados. Por contra, en Albacete y Teruel son los dos únicos emplazamientos completos.

"Los médicos prefieren trabajar en la calle que en prisiones. Lo que piden pertenecer a las comunidades autónomas en cuestión y eso pasa en País Vasco, Cataluña y Navarra que tienen transferida las competencias y los médicos dependen del Gobierno de ahí", explica a Vozpópuli Sergio García, delegado de CSIF Prisiones en las cárceles de Valdemoro y Estremera.

Prisiones negocia con las CCAA

Para García, funcionario de prisiones faltan dentro de los barrotes "recursos para tratar la salud mental de los presos": "No se está cuidado". "Se están convirtiendo en psiquiátricos penitenciarios y centros así en toda España solo hay dos", detalla. Sergio convive día a día con este tipo de presos y reconoce que las cárceles no están preparadas ni los funcionarios están formados para esta tipología de "perfiles de internos" que se encuentran tanto en los departamentos de ingresos.

Las cifras más actuales, de finales del 2022, reflejan que en las cárceles de la Comunidad de Madrid hay 35 puestos ocupados y 53 vacantes sin cubrir. Uno de los recintos con más deficiencias Soto del Real que tiene ocho vacantes y Navalcarnero que sigue a la cabeza.

Respecto a esta problemática la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha explicado a Vozpópuli que las competencias de la sanidad penitenciaria esta transferida desde el 2003 a las Comunidades. Solo País Vasco, Navarra y Cataluña las han adquirido, junto al control total del sistema. "Desde que llegó esta administración se trabaja para que se cumpla la Ley y la Comunidades asuman esa transferencia, se está en negociaciones pero llegó la pandemia y ralentizó todo este proceso", aclaran fuentes penitenciarias a Vozpópuli que ni confirman ni desmienten las cifras ofrecidas por el sindicato CSIF.

Desde la Secretaría General recuerdan que las personas privadas de libertad tienen los mismos derechos que los ciudadanos que están en la calle. Una de las medidas establecidas para el sistema sanitario penitenciario es el proyecto de las guardias telemáticas. Una iniciativa piloto que ha tenido un año de duración y es una herramienta más para la administración en cuanto a la asistencia sanitaria.

Otra petición de CSIF para las cárceles

Otro de los requerimientos de CSIF Valdemoro en materia penitenciaria tiene que ver con el transporte y el traslado de los funcionarios. Sergio García ha enviado un escrito a la dirección de Madrid lll para que solucione el problema que tienen los trabajadores con el autobús del centro en horario de tarde en la zona de Villaverde, Ciudad de los Ángeles y Avenida de Andalucía. 

"Las quejas parten en su inmensa mayoría porque el autobús de la ruta que va a Madrid III Valdemoro para dejar a los funcionarios que entran a trabajar en horario de tarde no para en muchas paradas pasando de largo y dejando a estos trabajadores en la marquesina de la parada sin poder coger el vehículo para ir al trabajo en el horario de tarde", según recoge el escrito presentado con destino a la dirección de esta cárcel.

Para García no es el cometido de los empleados tener que llamar a la empresa ni al conductor para que "vuelva a la parada o bien tener que pagar de su bolsillo un medio de transporte". "Pedimos se tomen las medidas oportunas y todos los funcionarios puedan llegar a su puesto de trabajo sin ningún problema y en la hora establecida para entrar a trabajar", concluye el escrito del representante de CSIF de dos de las cárceles madrileñas.