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Los barones del PSOE temen que las listas de Bildu les penalicen: "Nos puede hacer daño"

Los barones y candidatos del PSOE el 28-M admiten el impacto de los 44 terroristas que integran la lista de Bildu, pero confían en que la campaña mantenga el tono "regional" y se centre en "las cosas del comer"

Los barones del PSOE temen que las listas de Bildu les penalicen: "Nos puede hacer daño"
Pedro Sánchez con Ximo Puig en un mitin celebrado en Castellón VP

Los 44 terroristas de ETA -siete de ellos condenados por asesinato- en las listas de EH Bildu para el 28-M se han convertido en un problema para el PSOE. Los barones y candidatos confían que el impacto que ha generado la información recopilada por el colectivo de víctimas Covite no enturbie la campaña que arranca este jueves por la noche. Pero algunos de ellos reconocen a Vozpópuli que "les puede hacer daño".

"Es un tema delicado, que puede afectarnos", reconoce un candidato a presidencia autonómica. "Siempre hay gente que puede entretenerse con temas al margen de los propios de una campaña regional".

La incomodidad de los ministros socialistas del Gobierno ha sido evidente a las preguntas sobre Bildu en el Congreso. La mayoría no ha abierto la boca. Y ha esquivado los micrófonos como buenamente ha podido. La izquierda abertzale es un socio habitual del Ejecutivo, que ha delegado en su portavoz en la Cámara baja, Patxi López, la respuesta oficial del partido: "No me gusta nada".

PSOE: "Nos puede hacer daño"

Podemos, por su parte, no ha tenido problema alguno en dar por buenas las listas que presenta Bildu a las municipales vascas. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha expresado su "máximo respeto" sin entrar a valorar los delitos, algunos de sangre, que pesan sobre algunos de los candidatos o el hecho de que no hayan mostrado el más mínimo arrepentimiento por sus crímenes.

Las voces críticas con Sánchez -alguna queda- dentro del PSOE consideran que "ni los anuncios de vivienda, ni los de la sequía van a poder tapar el escándalo de Bildu" y el papel de aliados que han jugado durante la legislatura. En las comunidades son más cautos. Y consideran que la campaña acabará centrándose en temas autonómicos y no nacionales.

De hecho, presidentes como Javier Lambán, Emiliano García Page y otros se han distanciado públicamente de los acuerdos de Sánchez con la izquierda abertzale. Al menos, en sus declaraciones. Sin embargo, confían en que este asunto no les acabe afectando. "Estamos en nuestra campaña regional. Y esperamos que sea eso, regional", señalan desde el entorno de García Page.

En Valencia, uno de los territorios más disputados el 28-M según las encuestas, Ximo Puig depende de un pacto que incluye a Podemos y otros socios que se han mostrado históricamente comprensivos con Bildu. "No afectará en nada", aseguran fuentes del Partido Socialista valenciano.

"La gente está en las cosas del comer"

En otras regiones, tanto presidentes que aspiran a repetir como candidatos que buscan desbancar al PP, consideran que el votante atiende más a los problemas que le rodean. Aunque no descartan que haya gente que quiera pasar factura al PSOE en las urnas de ayuntamientos y parlamentos autonómicos por las alianzas de Sánchez. "Creemos que la gente va a estar más en las cosas del comer", coinciden desde dos candidaturas del PSOE en comunidades diferentes.

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha denunciado que 44 personas que integran las listas de EH Bildu en el País Vasco y en Navarra a las elecciones autonómicas y municipales del 28-M estuvieron condenados en el pasado por pertenencia y colaboración con ETA, y siete de estas personas incluso estuvieron condenadas por asesinato.

COVITE considera “especialmente grave” y “un peligro para la democracia” que personas con un historial criminal y terrorista opten ahora a cargo público, sin que se tengan en cuenta sus antecedentes penales. “Ninguna democracia digna, ningún Estado de Derecho consciente del significado de sus víctimas del terrorismo permitiría que las puertas giratorias de los terroristas fuesen la política. Que estas personas puedan llegar a ocupar cargos públicos, como si no hubiesen supuesto una gravísima amenaza a la democracia en el pasado, es preocupante y decepcionante”, ha afirmado Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE.

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