Arrimadas impulsa la candidatura andaluza de Marín para desactivar a los críticos

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, abrirá este domingo el curso político en Andalucía con un acto del partido en Sevilla con el que se quiere arropar al vicepresidente de la Junta, Juan Marín, y a los nuevos cargos orgánicos en pleno debate interno sobre la celebración de primarias. Pero el verdadero sentido de la visita a la capital andaluza es afianzar el liderazgo de este último para desactivar a los críticos.

A la cita en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla están invitados todos los cargos institucionales y públicos de Ciudadanos en Andalucía, pero solo unos pocos elegidos hablarán ante el auditorio en las mesas redondas que ha organizado la formación naranja. A todos los oradores les une una fidelidad absoluta a Marín.

Desde la nueva portavoz en el Parlamanto, Teresa Pardo, a los nuevos secretarios autonómicos -Andrés Reche y Javier Loscertales-, pasando por la fiel escudera de Programas, Elena Sumariva, y los dos dirigentes más identificados con el proyecto de Marín: el consejero Javier Imbroda y la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet. El diputado nacional y secretario de Comunicación autonómico, Guillermo Díaz, abrirá el cónclave, mientras que Arrimadas y el vicepresidente andaluz serán los encargados de clausurar la jornada.

El programa del acto excluye deliberadamente a los críticos con Marín, caso de la consejera Rocío Ruiz o el diputado autonómico y coordinador en Córdoba, Fran Carrillo, quien a finales de julio fue apartado de la portavocía adjunta dentro del grupo parlamentario. Tampoco estará entre los oradores el hasta hace poco portavoz en el Parlamento, Sergio Romero.

Marín ha asentado en los últimos meses su poder al frente de Cs Andalucía y todo hacía pensar que no tendría rivales de peso en las primarias internas para las futuras elecciones andaluzas. Ruiz comunicó a sus más allegados hace unos meses que desistía en su idea de presentarse a las mismas ante el decidido apoyo de Arrimadas al vicepresidente andaluz.

Sin embargo, los cambios dentro del grupo parlamentario antes del verano han movilizado a los críticos en torno a Carrillo, quien tiene previsto pedir este domingo la celebración de primarias cuanto antes ante la posibilidad de un adelanto electoral en esta comunidad autónoma en el mes de marzo.

Todo ello después de que el consejero Imbroda pidiese al partido que entierre estas elecciones naranjas para no dividir a un partido que pasa por malos momentos ya que, en su opinión, no debe desangrarse en cuitas internas cuando los sondeos son desfavorables. Este movimiento, junto con las palabras de Bosquet a favor de Marín, han provocado que afiliados y cargos medios se estén movilizando contra la dirección regional.

Esta semana surgió una cuenta anónima en Twitter -Renew Andalucía- para impulsar una candidatura conjunta de Ruiz y Carrillo. "Quieren secuestrar al partido", subraya una de las figuras críticas de este movimiento ante la petición de Imbroda de que no haya comicios internos.

En realidad, el portavoz nacional de Ciudadanos, Edmundo Bal, dejó claro el miércoles que habrá primarias en Andalucía porque así lo estipulan los estatutos. La cuestión es cuándo porque si hay un adelanto y la convocatoria se precipita poco antes de las urnas, entonces los tiempos serán muy ajustados y las primarias apenas contarán con campaña.

Respaldo sin fisuras de Arrimadas

Desde Andalucía fuentes próximas a la consejera de Igualdad y Políticas Sociales insisten a Vozpópuli que ella no tiene intención de plantar batalla interna a Marín. Lo que no descartan es que algún militante del partido naranja pueda presentarse -lo dan por hecho-, buscando protagonismo personal, pero ajeno a la corriente interna que hasta ahora ha representado Ruiz, en el centroizquierda, frente a Marín, escorado hacia el PP.

Las fuentes citadas reconocen que Ruiz sopesó ser la alternativa a Marín, en el marco del llamado "flanco socialdemócrata" del partido liberal en Andalucía, si bien la reciente gira por la región y el respaldo tan claro y sin fisuras de Arrimadas supusieron un "espaldarazo" para el también coordinador regional de Cs.