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España

La locura de los alquileres azota Madrid y Barcelona: 14 metros cuadrados por 1.000 euros

La crisis de vivienda está castigando a toda España, pero se ceba especialmente con las dos grandes urbes, donde las ofertas para encontrar un techo han alcanzado cotas irrisorias

Cartel irónico contra los alquileres en Madrid.

"La vivienda está muy mal". Este mantra, repetido hasta la saciedad en nuestros días, se ha ido transformando en una realidad imparable. Un mal social que azota especialmente a la clase media y baja, representada por la población joven, la cual tiene la titánica tarea de independizarse o establecerse por su cuenta con los salarios menos estables y el precio de la vida más alto de los últimos años a causa de la galopante inflación.

En principal culpable es el precio de la vivienda y los alquileres, especialmente el de las habitaciones. La demanda que se dispara hasta un 40 % en ciudades como Madrid y Barcelona, ante la dificultad de los jóvenes para acceder a un piso entero y comprar una vivienda, y el atractivo que tiene para muchos extranjeros.

La habitación, la opción más demandada

Según Gonzalo Bernardos, profesor de economía y director del máster inmobiliario de la Universidad de Barcelona, la ciudad catalana "es la ciudad española donde hay más demanda del alquiler de habitaciones", comenta en una entrevista con EFE.

El 80 % de la demanda en Barcelona y el 70 % en Madrid procede de los estudiantes de máster, grado y postgrado. Ello ha hecho que en los últimos cinco años se hayan casi triplicado las residencias estudiantiles en la capital catalana.

"Aunque la oferta ha crecido con las residencias y los pequeños propietarios optando por esta fórmula porque da más rendimiento que el alquiler convencional y les da más seguridad ante posibles ocupaciones, la demanda aún es mayor", ha asegurado Bernardos.

Como consecuencia de esta demanda y del elevado precio de los alquileres convencionales, los precios de las habitaciones suben: "Los propietarios ven que se pueden saltar las limitaciones para el arriendo de una vivienda y pueden, por ejemplo, pasar de cobrar 1.800 euros al mes por un piso de 110 m2 en el Eixample (Barcelona) a ganar 2.800 si alquilan por separado las 4 habitaciones", ha detallado.

En cuanto al precio de alquilar una habitación, Spothome señala que en Barcelona es de 603 euros/mes -suele incluir las facturas de los suministros-, una cantidad que es la más alta de España, mientras que en Madrid es de 558 euros y en Palma de Mallorca llega a 516 euros.

Además de Barcelona y Madrid, la demanda de habitaciones para alquilar está creciendo también en Valencia. La plataforma asegura que alquilar una habitación en pisos compartidos, en los que el baño se comparte con otra persona, es un 60 % más barato que optar por un piso completo.

Zulista, un clásico temporal

Según datos de la plataforma especializad en alquileres de media y larga duración Spothome, y recogidos por EFE, la demanda de este producto habitacional crece sin parar desde el tercer trimestre de 2022 y ha recuperado ya el nivel que tenía en 2019, antes de la pandemia. Basta con echar un vistazo a páginas como Idealista, Fotocasa Pisos.com y demás portales web para encontrar casos de alquileres que rozan lo cómico.

Esta concatenación de absurdos ha hecho que los usuarios compartan en redes sociales ofertas y oportunidades que han ido recopilando en Internet a través de cuentas en redes sociales. El perfil más conocido de todos ellos es @elzulista, donde cualquier interesado en conocer las miserias de los alquileres patrio puede asomarse a ver qué se cuece en el mercado inmobiliario.

Antes de traeros algún ejemplo del estado salvaje en el que se encuentran los alquileres y las viviendas en Madrid y Barcelona, es bueno presentar las microcasas. Son estancias de 20 metros cuadrados equipadas con cocina, baño, y una sola habitación/salón. El alquiler de estos pisos cuesta 750 euros al mes, y se encuentran en un polígono industrial de Rivas Vaciamadrid. Un aperitivo de lo que se avecina.

Aquí una caja de zapatos de poco más de 14 metros cuadrados en Barcelona por 1075 euros al mes. Como se aprecia en la foto, va a tener usted dificultades para distinguir la cama del servicio. Claro que la situación en la capital no es mucho mejor. Pisos de 40 metros en pleno centro por 2300 euros, dúplex enanos de poco más de 30 metros por 1000 euros o estudios en Pueblo Nuevo que no superan los 30 metros por 675 euros al mes. Opciones hay, como se puede observar. La cosa es si tiene el interesado dignidad o no.

Esta lacra avanza a paso de gigante por toda la geografía española, llegando a una Valencia que tampoco alude el empuje del poder económico. Por último, y para el disfrute del lector, se adjunta otro tuit de zulista con un falso loft en Barcelona muy apetecible de 30 metros por 900 euros al mes. Veremos cómo evoluciona el tema de los alquileres en España, en concreto en estas dos ciudades, pero la situación actual invita a seguir estando en casa de los padres o abusando de la confianza de terceros durante mucho más tiempo.

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  • E
    Eduardo-0

    Si buscan precios de compra de esos mismos pisos verán que los 1000 euros suponen rendimientos brutos de inversión de menos del 5%. Ahora cuenta gastos tales como reparaciones e IBI y suma una prima de riesgo por impagos y okupas. Esos precios son ajustados y me parecen poco todavía.

  • J
    jdexposito

    Con la inseguridad y la desprotección que tenemos los caseroes, demasiado baratos están todavía los alquileres. Subirán más. Y si el Gobierno intenta limitar precio, venderemos los pisos. Quien tenga dinero para comprar, que compre; quien no, que se vaya a vivir bajo un puente.

  • A
    Alpargatero

    Está claro que cuanto más interviene el estado y menos seguridad jurídica se da a los propietarios más se encarecerá el alquiler. Yo empecé de soltero comprándome un apartamentito de 30 metros, donde vivía estupendamente. También se puede optar por alejarse un poco uno del centro, optar por cascos viejos de las ciudades... Lo que no puede ser es acabar los estudios sin tener nada ahorrado y pretender comprarse una vivienda como la de los papás o mejor, y en una zona cotizada.