Quantcast

España

La Aemet hace saltar las alarmas por la sequía: sin atisbos de lluvia y con los embalses en mínimos

Las cuencas del Guadalquivir y Guadiana son las que se encuentran en una situación de sequía más duradera desde, al menos, 1961

La Aemet hace saltar las alarmas por la sequía: sin atisbos de lluvia y con los embalases en mínimos
Efectos de la sequía EP

La Aemet se ha pronunciado sobre las previsiones de lluvia y la sequía en nuestro país. El pronóstico no es el mejor de todos. Este otoño ha arrancando siendo uno de los más cálidos de la historia, sin perspectivas de lluvias a corto plazo y con un déficit anual de precipitación cercano al 11%. Los embalses tampoco se encuentran en su mejor momento. En ellos, hay síntomas de agonía puesto que se encuentran por debajo del 36% de su capacidad. Una sequía que se agrava cada vez más en España.

Después del verano, se puede decir que la Península está inmersa en una fase de sequía meteorológica de larga duración, teniendo en cuenta las lluvias de los últimos tres años. En todas las cuencas de acumulación, salvo la del Júcar, Segura y Tajo que son las que se salvan. Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en las cuencas del Guadalquivir y Guadiana se trata de la sequía más duradera desde, al menos, 1961, mientras que en la cuenca del Pirineo oriental es la sequía más intensa desde el inicio de la serie.

La principal causa de esta sequía, según explica la Aemet, es la insuficiencia de lluvias. Esto ha derivado en que los recursos hídricos sean insuficientes para satisfacer las necesidades que actualmente existen. No es una situación excepcional, sino que nuestro país ya ha sufrido otros periodos de sequía. Los peores años de los que hay registro son: 1979/1983, 1991/1995, 2016/2017 y el actual

Los datos de la Aemet sobre los embalses

A día de hoy, los datos explican que los umbrales de agua embalsada albergan un total de 20.098 hectómetros cúbicos, es decir, están al 35,9 % de su capacidad, con casi 4.000 hm3 menos que la media de los últimos cinco años, y hasta 7.000 hm3 por debajo de la media de la década, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica.

Por cuencas, la del Guadalquivir (18,2 %) y la de Guadalate-Barbate (15,8 %) son la que sufren una situación más grave. Tras ellas, están la del Segura (24,3 %), Guadiana (23,8 %), Mediterránea Andaluza (23,4 %) y las internas de Cataluña (22 %).

En cuanto a la situación de los embalses por comunidades autónomas se diferencian fuertes contrastes en las acumulaciones: Asturias es la comunidad que más porcentaje de agua embalsada tiene (76,5 %), seguida del País Vasco (59,9 %), Galicia (59,2 %) y de la Comunidad de Madrid (50,2 %). Detrás de ellas, y en zonas más intermedias, se encuentran Castilla y León (44 %), Comunidad Valenciana (42,4 %), la Comunidad Foral de Navarra (41,1 %), Extremadura (39,4 %), Cataluña (35,5 %)y Aragón (32,4 %); En las últimas posiciones se sitúan La Rioja (29,9 %), Castilla-La Mancha (28,7 %), Región de Murcia (28, 3 %), Cantabria (24,5 %) y Andalucía (20,1 %).

La Aemet resalta que el estrés hídrico de los embalses ya era patente y preocupante en 2022 cuando, en la misma semana, la reserva de agua marcó el 32% de su capacidad, porcentaje todavía más bajo que el actual y muy alejado del 66,6 % registrado en 2013, el mejor dato de los últimos 15 años.

Sin embargo, la escasez también afecta a las lluvias, tal y como se refleja en el año hidrológico que explica la Aemet y que comprende del 1 de octubre al 30 de septiembre, ha concluido como el sexto más seco del siglo XXI y el undécimo de la serie histórica (1961), con una media de precipitaciones en torno a un 11-12 por ciento menos del promedio.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) dice que el pasado año hidrológico, 2021-2022, fue el tercero más seco de la serie histórica. Por delante, 2004-2005 fue el más seco de la serie histórica, con una media de 415,1 litros por metro cuadrado, mientras que 2011-2012, también muy poco lluvioso, fue el segundo más seco, con 473,6 litros por metro cuadrado.

Con respecto a las posibles lluvias para esta semana y parte de la próxima, el pronóstico de la Aemet no es muy esperanzador. Se prevén temperaturas al alza y una situación de bloqueo, con un potente anticiclón en superficie y su dorsal en altura, que desvían al norte las borrascas, dejando sin precipitaciones a la península.

De momento, hasta mediados de la próxima semana, predominará el calor por un episodio cálido que no solo no perderá fuerza, sino que se intensificará, sobretodo en el norte, este y sur, con temperaturas que superarán los 30 grados en buena parte del país y hasta 34-36 grados en amplias zonas de Extremadura y Andalucía.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • F
    Framan

    No era la AEMET la que decía hace unas semanas que se esperaba un otoño lluvioso?

  • J
    Juan Santacruz

    Pues nada, que sigan derribando presas para que los peces no se estresen. Genios, que son unos genios.