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España

Sólo un pacto Podemos-EH Bildu podría disputar el gobierno al PNV

Íñigo Urkullu se perfila como ganador de las elecciones vascas.

La campaña electoral más disputada en la historia del País Vasco arranca este viernes con Podemos dispuesto a disputar la hegemonía al PNV, la incógnita de hasta dónde influirá la inhabilitación de Arnaldo Otegi en el voto de EH Bildu, las dudas sobre el ‘derrumbe’ de PSE y PP, y la previsible entrada de Ciudadanos en la Cámara de Vitoria. Un escenario endiablado que obligará a pactos, previsiblemente a tres bandas, si se quiere constituir un gobierno con mayor estabilidad de la que ha disfrutado el PNV, que de manera inédita ha gobernado en solitario con 27 escaños sobre 75. Los comicios se celebran cuando el independentismo se encuentra en las tasas más bajas de la historia, respaldado por sólo el 24% de vascos, según el euskobarómetro de enero, y el 16% según el Deustobarómertro de junio, y, como en el resto del país, con el paro como principal preocupación de los ciudadanos (70%).

Íñigo Urkullu, que primero descartó hacer coincidir los comicios vascos con las generales del 26J y después los anticipó al 25S (la legislatura concluía en octubre y tenía de margen hasta noviembre para convocarlas) para evitar que tuvieran lugar al mismo tiempo que la constitución del nuevo ejecutivo central, se ve atrapado ahora por una situación política bloqueada a nivel nacional que va a incidir en la campaña electoral. De hecho, la posibilidad de que el PNV modifique su voto negativo a Mariano Rajoy tras las elecciones vascas, ante la hipótesis de que pudiera necesitar los votos del PP para formar gobierno, va a ‘contaminar’ la campaña, por más que todos los dirigentes jeltzales repitan en los medios de comunicación que su oposición a Rajoy se mantendrá tras el  25S. “El PNV está intentando quitarse de encima esa sospecha, pero mi impresión es que va a sobrevolar toda la campaña”, sostiene Alfredo Retortillo, profesor de Ciencia Política de la Universidad del País Vasco (UPV).

“El PNV está intentando quitarse de encima esa sospecha, pero mi impresión es que va a sobrevolar toda la campaña”, sostiene Alfredo Retortillo, profesor de Ciencia Política de la UPV

Todas las encuestas, aunque la reciente experiencia de las generales obliga a tomarlas con cautela, y los analistas consultados dan al PNV como vencedor de los comicios, aunque con un descenso en su número de apoyos (27 escaños), al tener que repartir la tarta electoral (75 escaños) con un invitado más, Podemos, una formación que ya venció en el País Vasco en las pasadas elecciones del 20D y el 26J, en éstas últimas superando a los nacionalistas en número de votos y en escaños. Hasta dónde llegará Podemos en este nuevo envite electoral es la gran incógnita de la campaña, como lo es la política de pactos que se abrirá el día después, con los resultados en la mano.  

“Nunca ha sido todo tan volátil como ahora –dice Javier Elzo, catedrático emérito de Sociología de la Universidad de Deusto-. Yo me atrevería a decir que va a ganar el PNV porque es el partido que tiene el voto más consolidado, mientras que Podemos, PSE y EH Bildu lo tienen en menor medida y entre sus votantes hay muchos que tienen al PNV como segunda opción. Lo que vaya a ocurrir dependerá de lo que pase desde ahora hasta el día 25”. Una opinión que comparte Braulio Gómez, investigador en Ciencia Política también de la Universidad de Deusto,  para quien “la victoria del PNV no parece discutible. Será castigado electoralmente porque hay personas desencantadas con estos cuatro años de gobierno e influirá también la entrada de Podemos, pero a su favor juega que la oposición de izquierdas está muy dividida. Hay una importante parte de la ciudadanía que podría apostar por un cambio, el problema es que hay muchas alternativas, que el voto de izquierda está muy dividido”. Para Retortillo “el PNV seguirá siendo el primer partido y el que tiene los apoyos repartidos más homogéneamente en el territorio”, pero estas elecciones presentan un “cambio radical que abre cierta incertidumbre política, y es que lo que antes era imposible porque no había ninguna suma alternativa al PNV o que no contara con el PNV, ahora se produce con la suma de Podemos y EH-Bildu”.

Si, como prevén las encuestas (de nuevo una llamada a la cautela), Podemos se convierte en la segunda fuerza política vasca, posición que le va a disputar EH Bildu, su manifestado deseo de expulsar al PNV de Ajuria Enea obligará a los peneuvistas a buscar apoyos en el resto del abanico electoral. El PSE se erige aquí como socio preferente, después de una legislatura de colaboración entre ambas formaciones, pero la duda es si la suma bastará para que entre ambos alcancen los 38 escaños que darían la mayoría absoluta y estabilidad al Ejecutivo. “El problema –dice Elzo- es que el PSE no presenta alternativa, no tiene discurso. Idoia Mendía es una excelente mujer, pero no tiene madera de líder”.

Si finalmente la suma PNV-PSE no fuera suficiente para alcanzar la mayoría absoluta, el PNV necesitaría el concierto del PP para alcanzar la cifra mágica

Si finalmente la suma PNV-PSE no fuera suficiente para alcanzar la mayoría absoluta, el PNV necesitaría el concierto del PP para alcanzar la cifra mágica. “Lo previsible que el PNV gane sin apoyos suficientes para gobernar y necesite del apoyo del PSE, que podría incluso entrar a formar parte de un gobierno de coalición –dice Víctor Urrutia, catedrático de Sociología Urbana de la UPV-. Puede ocurrir que la suma de ambos no alcance la mayoría absoluta y necesiten el concurso de un tercero, que sería el PP, a cambio, eso sí, de que el PNV apoye en Madrid a Mariano Rajoy. Eso sería, dentro de los usos políticos, lo normal y un ejemplo del pragmatismo del PNV, que ha jugado siempre a todas las barajas y con todos los jugadores. No extrañaría a nadie.”.

Un hipotético pacto Podemos-EH Bildu es, a priori, la única combinación que puede sumar más escaños que el PNV, pero no es probable que el mismo alcance para gobernar en solitario y necesite también el concurso de un tercer partido, en este caso más complicado de encontrar. “La suma de ambas fuerzas no llegará a los 38 escaños y necesitarían un tercero para gobernar. El problema es que ese tercero no existe, porque el PSE no iba a entrar de ninguna manera en dicha combinación”, sostiene Urrutia. “A la hora de la verdad –añade Retortillo- creo que EH Bildu sería partidario de pactar con los peneuvistas antes que con Podemos, y a partir de ahí tratar de iniciar un proceso como en Cataluña. Además, está por ver si Podemos consigue finalmente el segundo puesto. Creo que llega a estas elecciones debilitado, y que su resultado va a estar más próximo al de Bildu que al PNV. Es más, si tuviera que apostar, creo que Bildu le va a ganar la partida a Podemos”. La inhabilitación definitiva de Arnaldo Otegi como candidato de EH Bildu jugará, según Elzo, a favor de la izquierda abertzale. “Mi pronóstico –sostiene- es que van a obtener más votos que si Otegi se hubiese presentado. Van a utilizar la inhabilitación durante toda la campaña en términos victimistas”. “La inhabilitación de Otegi va a condicionar la campaña –concluye Braulio Gómez-, va a estar presente, se va a utilizar, pero no va a condicionar el resultado electoral”.

La solución, el día 25.

CINCO CANDIDATOS NUEVOS PARA ENFRENTARSE A URKULLU

Íñigo Urkullu se enfrentará en los comicios a cinco candidatos nuevos del resto de fuerzas políticas. Una situación que no se había dado hasta ahora. Podemos, que concurre por primera vez a unas elecciones autonómicas vascas, lo hace con Pilar Zabala (Tolosa, 1968), hermana de Jose Ignacio Zabala, secuestrado y asesinado por los GAL en 1983, tras fracasar el intento de que fuese la magistrada Garbiñe Biurrun quien encabezara la candidatura. El PSE presenta como candidata a lehendakari a su secretaria general, Idoia Mendía (Bilbao, 1965), en sustitución de Patxi López, a quien relevó también al frente del partido. El exministro de Sanidad, Alfonso Alonso (Vitoria, 1967), es la apuesta del PP. Hombre de la confianza de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, sustituye al frente de la candidatura a Antonio Basagoiti, como meses atrás hizo con Arantza Quiroga en la presidencia del PP vasco.

Ciudadanos, que al igual que Podemos concurre por primera vez a las elecciones vascas, presenta como candidato a Nicolás de Miguel (San Sebastián, 1963), exdirigente de UPyD en Guipúzcoa, partido que ha decidido no concurrir a los comicios y al que aspira a sustituir en la Cámara de Vitoria. Por último, la izquierda abertzale, agrupada en torno a EH Bildu, que en los anteriores comicios presentó a Laura Mintegi, carece de un candidato definido a lehendakari después de que el Tribunal Constitucional no admitiera a trámite el recurso presentado por Arnaldo Otegi tras su inhabilitación por la Junta Electoral de Guipúzcoa y el Juzgado Contencioso-Administrativo número 2 de San Sebastián. La periodista Maddalen Iriarte (San Sebastián, 1963), que le ha sustituido al frente de la lista por Guipúzcoa, se convierte así en la candidata in pectore.

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