Hay una nueva moda que arrasa en el Gobierno: cambiarse de teléfono móvil, como ha hecho el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Algo que no se puso de moda ni siquiera después de que se desvelara que el software espía Pegasus había logrado infectar el móvil del líder del Ejecutivo, algo que solucionaron simplemente añadiendo más seguridad. Debe ser que últimamente información más sensible de lo habitual recorre los terminales en Moncloa.
A esta moda se ha sumado el escudero de Sánchez, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. Fuentes del entorno de Moncloa aseguran que éste habría instalado la aplicación de mensajería WhatsApp en otro teléfono móvil diferente al que utiliza habitualmente.
Una de dos: o Sánchez tiene a Bolaños frito a wasaps y memes y le ha dado por abrazar la desconexión digital en su tiempo libre, o un motivo más oscuro se esconde detrás. Para aclararlo, habría que unir los puntos: primero, tu jefe se cambia de teléfono poco después de que lo haga el Fiscal General del Estado, a quien se le acusa de filtrar el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso en Hacienda. Luego, el juez que investiga el caso señala a Presidencia, es decir, a Bolaños, como origen de la filtración, y rastrea tus llamadas con el Fiscal General. Es entonces cuando te entra el gusanillo de cambiar WhatsApp a otro móvil.
O en Moncloa se ha impartido un cursillo rápido de informática y ahora todos se creen hackers o algo raro ocurre. Por supuesto, el Gobierno se parapeta en razones de seguridad para justificar todos estos cambios, aunque afecten solo a las personas directamente relacionadas con una investigación en curso en los juzgados.
Lo cierto es que las modas lo acaban empapando todo y esta en concreto ha alcanzado incluso a personajes que ya no están en el Gobierno y que -¡sorpresa!- también están siendo investigados, como el exministro de Transportes y, al igual que Bolaños, ex mano derecha del presidente, José Luis Ábalos. Casualidad o no, todos los caminos conducen a Pedro Sánchez.
kjlm10
17/01/2025 09:08
Muy bien, que cambien de teléfono si quieren. Pero el teléfono antiguo debe ser guardado para poder 'demostrar' que en el ejercicio de sus funciones no han cometido delito alguno. Esos teléfonos antiguos, sin manipular, deberían terminar en poder de la UCO para poder disponer de ellos en caso de necesidad. Lo demás, engaño, ausencia de transparencia y por tanto sospechoso de delito ...
MataNarcisos
17/01/2025 13:09
¿Pero tiene importancia ya, el smartphone? Si hay unas declaraciones, de nada menos que los-las, Fiscales de mas alto nivel, afirmando que fue el quien les pasó la información, a estas alturas lo de los whatsapp, podrán afirmar más, pero no son vitales para probar el DELITO, pues existen testigos de todo, y los mismos tienen el mayor rango jurídico. El teléfono de GILA ya es baladí.