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Economía

La Unión Europea da un paso al frente y firma un acuerdo con Japón que favorecerá a las empresas y a la economía

El pasado sábado 28 de octubre tuvo lugar una reunión de Comercio del G7, donde ambos países llegaron a un pacto histórico

La Unión Europea da un paso al frente y firma un pacto con Japón que favorecerá a las empresas y a la economía.
La Unión Europea da un paso al frente y firma un pacto con Japón que favorecerá a las empresas y a la economía. EP

La Unión Europea y Japón fortalecen sus lazos institucionales y económicos. El pasado sábado 28 de octubre tuvo lugar una reunión de Comercio del G7 en la que participaron el comisario europeo de Comercio, Valdis Dombrovskis; el titular de Economía, Comercio e Industria nipón, Nishimura Yasutoshi; y la canciller japonesa, Yoko Kamikawa. Unas conversaciones que llegaron a buen puerto con la puesta en marcha de un acuerdo que la propia Unión Europea ha tildado de histórico.

Y es que ambas potencias mundiales han adoptado un pacto sobre flujos de datos transfronterizos que contribuirá a agilizar y abaratar las transacciones digitales. Un acuerdo que ayudará a avanzar hacia el hito de la digitalización y que favorecerá tanto a la economía de los países miembros, como a las empresas que verán como se rompen un centenar de trabas a la hora de hacer transacciones y acuerdos económicos. Un avance que se centra en la expansión de las nuevas tecnologías.

"La UE y Japón se encuentran entre las economías digitales más grandes del mundo. Este acuerdo es un hito en nuestros esfuerzos conjuntos para avanzar en la digitalización de nuestras sociedades y economías. Los flujos de datos transfronterizos son un facilitador crucial para este desarrollo. Una vez ratificadas, las disposiciones acordadas se incluirán en el Acuerdo de Asociación Económica (AAE) UE-Japón", explica la Unión Europea a través de un comunicado en su página web oficial.

El acuerdo entre la Unión Europea y Japón facilitará el comercio digital

Un pacto que sienta catedra y abre un nuevo paradigma jamás explorado. Gracias al acuerdo entre la Unión Europea y Japón se han establecido las bases para un enfoque común en lo que se refiere al comercio digital con una idea muy clara: dejar en el pasado el proteccionismo digital y unificar ambas economías en una sola, dejando atrás las restricciones arbitrarias.

Aunque todo dentro de unos límites. La Unión Europea ha aclarado que siempre premiará la protección de datos frente a los intercambios económicos y el comercio digital, siguiendo las normativas de privacidad y cumpliendo con la agenda de comercio digital de la Estrategia Indo-Pacífico de la UE. Un hecho sin precedentes y que también se pretende llevar a cabo con Corea del Sur y Singapur.

Un pacto que la Unión Europea evalúa como positivo, centrándose en que será un avance para las empresas y para la economía: "El acuerdo de hoy brindará beneficios reales a las empresas activas en la mayoría de los sectores, desde servicios financieros, transporte, maquinaria hasta comercio electrónico. Les permitirá manejar datos de manera eficiente sin engorrosos requisitos administrativos o de almacenamiento, y les brindará un entorno legal predecible en el que prosperar".

El punto clave del pacto entre la Unión Europea y Japón es la eliminación de costosos requisitos de localización de datos, una carga innecesaria para las empresas europeas y japonesas. En dicha modificación es donde radica la mejora en el comercio digital, que ha sido celebrada tanto por las entidades privadas, como por los países miembros. Pero: ¿Qué cambia la eliminación de los requisitos de localización de datos?

La Unión Europea ha aseverado que erradicar la anterior normativa implica que las empresas no tengan que construir y mantener instalaciones de almacenamiento de datos en múltiples lugares y duplicar los datos que utilizan, con un impacto negativo en su competitividad, si no que también podría socavar la seguridad de dichos datos.

Un paso hacia adelante de la Unión Europea que afianza su relación con el país nipón y que mejora el funcionamiento del comercio digital, favoreciendo a las empresas. Con esto se dibuja un nuevo horizonte del sistema de comercio internacional basado en las nuevas reglas de flujo de datos globales, respetando siempre la protección de los datos personales y los enfoques regulatorios de los diferentes estados.

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