El equipo de Ursula von der Leyen se reúne con directivos de Telefónica tras la entrada de los saudíes

La entrada de Arabia Saudí en el capital de Telefónica no solo preocupa y ocupa al Gobierno de España. La Comisión Europea también vigila este movimiento accionarial en una empresa estratégica de la Unión y quiere saber de primera mano los planes de la compañía. Por ello, el Gabinete de la presidenta, Ursula Von der Leyen, citó a directivos de la empresa española.

Según ha podido saber Vozpópuli, la reunión se celebró el pasado viernes 13 de octubre y versó sobre “inversión en red, ingresos, consolidación de mercado y los diferentes frentes referentes a la intervención regulatoria”. Fuentes de la Comisión comentan que esta reunión se celebró a petición de Telefónica. El encuentro se centró en temas de regulación recurrentes en los ámbitos de las telecomunicaciones y la política de competencia.

Telefónica, por su parte, no ha querido ampliar estos detalles ni profundizar sobre cómo fueron las conversaciones sobre la entrada de Arabia Saudí en la compañía. El encuentro, que se produce un mes después de la llegada de la empresa saudí STC a Telefónica, se produjo a través de videollamada.

El equipo de Von der Leyen estuvo liderado por Anthony Whelan, el abogado que se encarga de asesorar en asuntos de política digital a la presidenta de la Comisión Europea. Hasta 2013, Whelan era el director de Redes y Servicios de Comunicaciones Electrónicas de la Comisión. 

Un especialista en los temas de Telefónica aunque, hasta la fecha, las reuniones de la ‘teleco’ española con la Comisión se había concentrado en los equipos de Margrethe Vestager, la comisaria de Competencia y ‘Era Digital’, o Thierry Breton, comisario de Mercado Interior. 

Por su parte, la representación de Telefónica está liderada por Carlos Rodríguez Cocina, director de Asuntos de la Unión Europea y de la Oficina de Bruselas de la compañía española. El equipo de Rodríguez Cocina, formado por seis integrantes, es uno de los más activos de España en los pasillos comunitarios. Hasta la fecha, según los registros oficiales, ha mantenido 136 reuniones con representantes de la Comisión Europea. 

El asalto a Telefónica

El pasado 5 de septiembre se conocía una de las noticias del año para el sector de las telecomunicaciones: el accionista mayoritario de Telefónica sería a partir de entonces Arabia Saudí a través de STC Group, operador de Oriente Medio controlado por la familia real del país.

STC Group se hizo con un 9,9% de las acciones de la compañía en una maniobra que cogió por sorpresa a casi todos. El porcentaje adquirido no es cosa baladí. De haber alcanzado el 10% el Gobierno de Pedro Sánchez tendría poder de maniobra para bloquear la operación utilizando el escudo antiopas aprobado durante la pandemia del coronavirus y prorrogado al inicio de la guerra de Ucrania.

El objetivo del citado antiescudo es evitar que empresas de capital extranjero tomen el control de corporaciones críticas para España.

Así las cosas, el Ministerio de Defensa, con Margarita Robles al frente, tiene la potestad a partir del 5% de participación de echar para atrás la entrada de capital en una empresa española si esta es considerada imprescindible para la defensa del país.

STC, interesada en Telefónica Tech

Los saudíes están especialmente interesados en Telefónica Tech, división que aglutina los negocios de ciberseguridad, Internet de las Cosas (IoT), Big Data y cloud del operador dirigido por José María Álvarez-Pallete. Un área que se encuentra en plena reestructuración y que es perfecta para complementar la oferta de STC Group.

El operador saudí ofrece a sus clientes servicios de ciberseguridad en sus zonas de influencia: Arabia Saudí, Medio Oriente y Norte de África. La demanda de empresas por disponer de este tipo de servicios concretamente en Arabia es muy grande. El Gobierno del país obliga a las empresas, sean del tamaño que sean, a disponer del soporte de un centro de ciberseguridad o SOC (Security Operations Center) con el que defenderse de ciberataques.

Arabia Saudí es uno de los países con mejor economía de todo el mundo. Esto no pasa desapercibido para los ciberdelincuentes, que atacan allí donde se encuentre el dinero.