Luxemburgo retrasa la Superliga de Florentino a después del Mundial de Catar

Los promotores de la Superliga asumen que el torneo podrá estrenarse como pronto después del Mundial de Catar. El Tribunal Europeo de Justicia con sede en Luxemburgo se ha opuesto a resolver su pleito competencial con la UEFA por la vía urgente, como reclamaba el grupo que lidera el presidente del Real Madrid Florentino Pérez para forzar una respuesta a finales de este 2021 o principios de 2022.

Fuentes cercanas a la Superliga dan ya por seguro que la respuesta del TJUE no llegará hasta bien entrado el 2022 (primavera o, más probable, el verano). A ello habría que sumarle al menos unos meses más por ciertos plazos procesales del juicio, que tendrá que culminar donde comenzó, en España.

A cargo del proceso judicial más importante del fútbol europeo y mundial está ahora Sofía Gil García, magistrada especialista en materia mercantil, que viene de ejercer en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Barcelona

El juez español Manuel Ruiz de Lara, quien elevó la cuestión a Europa y ha blindado a la Superliga de multas por 1.200 millones, ha sido sustituido, aunque no por la recusación de UEFA y La Liga sino por un concurso de provisión de plazas del Consejo General del Poder Judicial que se había iniciado con anterioridad a las recusaciones, avanzó el medio especializado en derecho deportivo Iusport.

A cargo del proceso judicial más importante del fútbol europeo y mundial está ahora Sofía Gil García, magistrada especialista en materia mercantil, que viene de ejercer en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Barcelona.

Bruselas deja viva la Superliga

Fuentes cercanas a la Superliga insisten en que nada de lo acontecido está fuera de "lo previsto" y que solo cabe esperar a que el Tribunal con sede en Luxemburgo delibere si Florentino y compañía tienen potestad para llevar a cabo una competición al margen de la UEFA. Por España, junto al Madrid están el Barça y el Atlético de Madrid. Pese a los comunicados públicos, ninguno de los fundadores ha roto con la empresa de la Superliga, con sedes en Barcelona, Madrid y Luxemburgo (esta última, habitual en los fondos de inversión).

En la misma línea, inciden en que la idea de un formato abierto como el que se ha conocido ahora que tendrá - con una liga de 20 equipos grandes pero sin cupos fijos - está sobre la mesa de las conversaciones ya desde el pasado mes de mayo.

En cuanto a la moción aprobada en el Parlamento Europeo contra las competiciones "rupturistas", fuentes cercanas a la Superliga remarcan que la misma defiende "la libre competencia", lo que podría volverse un argumento favorable si el TJUE sentencia que los clubes tienen derecho a organizar competiciones al margen de la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol​.

"El foco es definir si la UEFA, privada, es o no un monopolio; esa es la única cuestión"

"El foco es definir si la UEFA, privada, es o no un monopolio; esa es la única cuestión", repiten desde el entorno de Florentino. "El gran argumento del mérito deportivo está ya resuelto una vez que cualquier club podrá clasificarse y no habrá plazas fijas", añaden, insistiendo en que el mentado torneo cuenta ya con el apoyo de "varios clubes" al margen de los doce fundadores. La UEFA, por su parte, reivindica estar trabajando en un proyecto de Súperchampions a partir de 2024 con hasta 36 clubes que sea capaz de competir en números económicos con los ya prometidos por Florentino.

Fuentes cercanas a la Superliga inciden en que parte del dinero que dejaría de ir a las reservas de la entidad que preside Aleksander Ceferin bastaría para incrementar los llamados "fondos de solidaridad" -como reclama Bruselas- con cargo a la Superliga. La moción europea, que pende de una resolución definitiva, pide apostar por el modelo alemán para el negocio del fútbol para que ningún club pueda dejar más del 49% de su capital en manos privadas.

Desde la Superliga contestan que su modelo no discrimina entidades según su propiedad y que busca precisamente que clubes como Madrid o Barça puedan seguir siendo de sus socios y no de fondos extranjeros como, esgrimen, fomenta la UEFA. La entidad que preside Aleksander Ceferin trabaja en un nuevo sistema de control financiero basado en "impuestos de lujo" a los clubes que gasten más de lo permitido, algo que incluso en La Liga, opuesta a la Superliga, ven poco disuasorio para Catar o Abu Dhabi.

La flexibilidad que la UEFA consiente en especial a Catar a la hora de financiar al PSG es una de las principales grietas del bando contrario a la Superliga. En contrapartida, la "sintonía" entre Florentino Pérez y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, llevan a algunos a pensar que el torneo no se emplazará de una forma improvisada que perjudique al Mundial de Naciones 2022 -ni a los siguientes-. La Superliga apunta así a estrenarse después del Mundial de Catar, país dueño del Paris Saint Germain, al que se daría la bienvenida al torneo "con unas reglas de control financiero reales y serias".