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Economía

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El comité de empresa de Seat culpa a VW de limitar la llegada de chips a Martorell

La bajada de producción ha hecho mella en los resultados de la marca española, cuyas pérdidas crecieron un 30% en 2021

Cadena de producción en la planta de Seat de Martorell.

La caída del volumen de producción por la falta de chips provocó que Seat cerrara el año pasado con un aumento de sus pérdidas superior al 30% respecto al ejercicio anterior. Para el presidente del comité de empresa, Matías Carnero, buena parte de la culpa la tiene el propio Grupo Volkswagen, al que considera que no ha tratado bien a la firma española en el reparto global de chips entre las numerosas fábricas del grupo, condicionando por ello las pérdidas del pasado ejercicio. Por ello, le ha reclamado más apoyo para salvar el empleo en la fábrica de Martorell (Barcelona).

"A Seat el grupo no la ha tratado bien en el reparto de semiconductores", ha asegurado el dirigente sindical, que ha recordado que la multinacional alemana acordó priorizar el envío de chips a los coches con más margen de beneficio y a los eléctricos, algo que, a su juicio, no se ha cumplido con Cupra, modelos de mayor rentabilidad que los modelos de Seat. Para Carnero, en el fondo de la cuestión está el hecho de que el consejero delegado del consorcio, Hebert Diess, "no nos quiere". "Fue el grupo el que decidió dar a Seat un coche pequeño eléctrico sabiendo que eso no te da rentabilidad", ha apuntado.

Y es que a pesar de la asignación de un coche eléctrico de tamaño urbano hay un cierto temor entre los trabajadores de Seat de un posible excedente de empleo que supondrá la producción de eléctricos en Martorell, y que puede llegar a los 2.800 trabajadores. Por ello, ha instado también al consorcio alemán a adjudicar una segunda plataforma eléctrica a Seat, y que sea para un vehículo de mayor tamaño, con más margen de beneficio y que permita mantener el empleo.

De los 2.800 empleos en juego, 2.200 corresponderían a los del centro de Componentes de El Prat de Llobregat (Barcelona), donde se fabrican cajas de cambio, para el que los sindicatos reclaman una alternativa ya. El presidente del comité de empresa ha alertado también de que los planes de centrar en Cupra el desarrollo del coche eléctrico llevarán a la marca Seat "a una muerte anunciada" a partir del 2028 o 2029.

60 millones de euros más de pérdidas

No pasa Seat por sus mejores momentos, al menos para el comité de empresa, pues la caída del volumen de producción debido a la falta de semiconductores se ha traducido en unas pérdidas en el ejercicio 2021 de 256 millones de euros, 62 millones más que en el anterior ejercicio.

El presidente de la marca española, Wayne Griffiths, ha enmarcado este dato en el contexto de un año "inesperado" para la compañía, ya que esperaba recuperar el camino de la rentabilidad tras un 2020 difícil por el impacto de la pandemia. Pese a la limitación de la producción, las dos marcas de la compañía, Seat y Cupra, volvieron a los niveles anteriores a la pandemia y las entregas crecieron más del 10 %, de 427.000 a 471.000 coches.

Seat registró un resultado operativo negativo de 371 millones de euros, frente a los 418 millones de 2020, y el resultado después de impuestos fue de pérdidas por valor de 256 millones de euros. La facturación aumentó un 5,4% hasta los 9.256 millones de euros, mientras que el ingreso medio alcanzó los 16.850 euros por coche, casi 480 euros por vehículo más que en 2020.

Respecto a las perspectivas para este 2022, Griffiths ha alertado de los problemas que pueden llegar por la conjunción de la falta de semiconductores y las afectaciones que pueda conllevar la guerra de Ucrania, que ya ha paralizado varias plantas del grupo alemán en las que se fabrican modelos de Seat y Cupra.

Si persisten "las perturbaciones", ha apuntado que se podría ver afectada la producción ante un escenario que es "imprevisible", por lo que ha hecho un llamamiento a los sindicatos de Martorell (Barcelona) a colaborar ofreciendo más flexibilidad laboral para que la compañía "sea más robusta que nunca".

Pese a las pérdidas, la compañía continúa con su apuesta por la inversión, que fue de más de 900 millones de euros en I+D en 2021, lo que supuso un 7% más respecto a 2020, una inversión muy volcada en la electrificación y que ha permitido que las ventas de vehículos eléctricos e híbridos de Cupra y Seat se cuadruplicaron y crecieron de 15.000 a 61.000 coches.

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