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Economía

Santander reconoce que la crisis de los chips ya impacta en su filial financiera

El banco asegura que la actividad de Digital Consumer en el tercer trimestre se ha visto perjudicada por problemas de producción global en el mercado del automóvil nuevo

Santander reconoce que la crisis de los chips ya impacta en su filial financiera
Sede del Banco Santander. Europa Press

La crisis de los chips ha llegado hasta el Banco Santander. El grupo cántabro reconoce en sus cuentas que la actividad de Digital Consumer Bank se ha visto impactada en el tercer trimestre por problemas de producción global en el mercado del automóvil nuevo.

La filial especializada en créditos al consumo y financiación obtuvo un beneficio de 935 millones de euros, un 17% más que en el mismo periodo de 2020 gracias al repunte de los ingresos (+4%) y la mejora del coste del crédito.

Digital Consumer generó 1,5 millones de contratos nuevos en los nueve primeros meses del año y cuenta con una cartera de crédito de 87.000 millones de euros en el sector de autos. Fuera de éste, las cifras asciende a un total de 19.000 millones de euros y con cuatro millones de contratos realizados en el mismo periodo.

Cabe destacar que la integración de Santander Consumer Bank y Openbank en esta plataforma única aún no se ha realizado, pero se espera que se culmine a final de este año. Asimismo, la filial tiene entre sus planes para reducir costes la simplificación organizativa, que pasa por la transición de licencia banca a sucursales en el hub España.

Más allá del Santander: crisis de los chips

Lo que parecía al inicio algo puntual está marcando el paso en prácticamente todos los países productores y la demanda de este pequeño elemento se está disparando, en parte también para intentar tener stock suficiente de cara al futuro.

La falta de chips y la propia crisis económica está haciendo que las ventas de los coches nuevos caigan en los primeros cinco meses de 2021 un 36% respecto del mismo periodo de hace dos años. La incertidumbre económica que ha traído la pandemia es el principal motivo de la caída, pero hay otras causas que están frenando el mercado.

Los precios medios han subido a lo largo de este año, debido a que las versiones básicas de muchos modelos se han visto afectadas por el cambio de medición en las emisiones, provocando que salten de tramo de pago de impuesto de matriculación.

Además, las marcas apuestan cada vez más por coches híbridos enchufables o eléctricos para cumplir con las estrictas normas anticontaminación europeas, tecnologías todavía caras que no facilitan mucho unas ventas que, aunque crecen, no alcanzan al gran público que busca coches más o menos asequibles.

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