Marejada accionarial a la vista en Sacyr: Goldman irrumpe con el 5,9%

Marejada accionarial a la vista en Sacyr: Goldman Sachs ha irrumpido en el capital de la constructora española aflorando el 5,9%, convirtiéndose en su cuarto mayor accionista.

Por delante del banco de inversión estadounidense se sitúan la familia Carceller (con el 14,59% a través de la petrolera Disa); José Manuel Laureda, uno de los fundadores de la compañía (con el 8,26%); y el grupo Fuertes (con el 6,3%).

La última vez que Goldman Sachs arribó al capital de Sacyr fue a mediados de 2018, cuando tomó el 5,1% con la intención de que un 3,7% de esa misma participación devengara derechos de voto a favor de Carceller.

Esa operación de 2018 se llevó a cabo en plena batalla accionarial en Sacyr, cuando el empresario José Moreno Carretero, vinculado al anterior presidente de la compañía, Luis del Rivero, trató de alcanzar mayor representación y poder en el consejo de administración.

Moreno Carretero llegó a convertirse en el primer accionista de Sacyr batallando contra Manuel Manrique

Moreno Carretero, que entre 2017 y 2018 llegó a convertirse en el primer accionista de Sacyr, se enfrentó con el presidente del grupo, Manuel Manrique, al que Del Rivero acusa de haberle traicionado y despojado de la presidencia de la constructora.

En junio de 2018 el consejo de administración de Sacyr acordó cesar a Moreno Carretero como consejero sosteniendo que estaba actuando contra la reputación de la compañía.

El pasado mes de septiembre Moreno Carretero redujo su participación en Sacyr del 8,1% al 4,9%.

De acuerdo a los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el 5,6% del capital de Goldman Sachs en Sacyr es a través de instrumentos financieros.

Sacyr ganó en los nueve primeros meses del año 60 millones de euros, un 28% más respecto al mismo periodo de 2020; los ingresos ascendieron a 3.310 millones de euros, 3% más, y el resultado bruto de explotación (ebitda) aumentó un 19 %, hasta los 630 millones.

La sentencia conocida a principios de noviembre sobre dos de las nueve autopistas que quebraron durante la pasada crisis financiera, las radiales 3 y 5, que condena a Sacyr a pagar 141 millones de euros, ha incidido sobre su cotización. La compañía no ha recuperado todavía los 2,5 euros por acción a los que cotizaba justo antes de publicarse la sentencia.