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Economía

Más de 210.000 personas no buscan empleo porque creen que no lo encontrarán

El número de inactivos 'desanimados' refleja, no obstante, una tendencia al alza por progresiva recuperación de la ocupación

Más de 210.000 personas no buscan empleo porque creen que no lo encontrarán
Un repartidor pasa por una oficina del SEPE.

En España, había a cierre del tercer trimestre de este año 3.416.700 personas en paro, según la Encuesta de Población Activa, 306.200 menos que en el mismo trimestre de 2020. En términos relativos, la tasa de paro se situó a finales de septiembre pasado en el 14,57% de la población activa, 1,69 puntos porcentuales menos que doce meses antes. Hay poco más de 20 millones de ocupados, 854.100 más a finales del verano de 2020.

Las cifras de la última EPA parecen esperanzadoras, aunque la comparación en términos anuales se realice sobre los datos de un año durísimo para el conjunto de la economía y el empleo por la irrupción de la pandemia del coronavirus como fue 2020.

Pues a pesar de que el número de ocupados ha sobrepasado, aunque sea por poco, el listón de los 20 millones, con un crecimiento interanual de 854.100, en España sigue habiendo 209.500 personas inactivas (74.700 hombres y 134.700 mujeres), que no buscan empleo porque creen que no lo van a encontrar. Son datos del Informe de Análisis de Mercado publicado por el Ministerio de Trabajo hace unos días. Son los más bajos en un tercer trimestre –la estacionalidad de la economía española produce muchas distorsiones si las comparaciones se hacen entre distintas estaciones- desde el inicio de la crisis financiera internacional en 2007. Habría que remontarse al tercer trimestre de 2007 para encontrar la cifra más aproximada: 230.000 personas.

En plena negociación de la contrarreforma laboral entre Gobierno, empresarios y sindicatos, llama la atención este colectivo de personas desanimadas, que no encuentran suficientes atractivos para intentar incorporarse a la vida laboral. De acuerdo con los últimos datos del Ministerio de Trabajo, en España había en septiembre 1.638.600 parados que llevan más de un año buscando empleo. Son el 48% del total. Es más que posible que este dato pueda desalentar a cualquiera, pero es tan cierto como que en las conversaciones que llevan manteniendo los agentes sociales con el Gobierno en los últimos meses hay pocas referencias para tratar de solucionar el problema del desánimo.

En España había en septiembre 1.638.600 parados que llevan más de un año buscando empleo. Son el 48% del total

Según los últimos datos del INE, a finales del tercer trimestre de este año había en España 16,2 millones de personas clasificadas de “inactivas” por la EPA. Son casi 500.000 menos que en el mismo periodo de 2020. El término “inactivo” es recogido por la estadística española como “todas aquellas personas de 16 o más años no clasificadas como ocupadas, ni paradas ni población contada aparte durante la semana de referencia”, siguiendo la norma de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La mayor parte de este colectivo, 4,53 millones, casi el 28%, lo son por razones “inclasificables” para el Instituto Nacional de Estadística; 3,886 millones son jubilados; 2,4 millones siguen cursos de enseñanza o formación; 1,788 millones declaran enfermedad o incapacidad propia; 1,543 millones alegan “otros motivos”; un millón, “otras obligaciones familiares”; 678.800, cuidado de niños, adultos enfermos, incapacitados o mayores; 209.500 declaran que no buscan trabajo porque no lo van a encontrar; 97.000, que están regulación de empleo, y el resto, 38.100, desconoce las razones de su pereza laboral.

Entre los que dicen no buscar empleo por estar convencidos de que no lo van a encontrar (209.500) hay algunas cifras preocupantes. Un total de 28.000 personas tienen entre 16 y 25 años; 37.500, menos de 30 años, y 42.700, el 20,4%, menos de 35 años. Es decir, uno de cada cinco “perezosos laborales” no alcanza a cumplir los 35 años. Al contrario que en las cifras de paro generales, hay más hombres que mujeres a los que trabajar le parece un verbo de difícil conjugación. De las 37.500 personas de entre 16 y 29 años, 25.400 son hombres (el 67,7%) y 12.100, mujeres.

Entre quienes no buscan empleo por desánimo hay algunas cifras preocupantes. Un total de 28.000 personas tienen entre 16 y 25 años; 37.500, menos de 30 años, y 42.700, el 20,4%, menos de 35 años

Más sencillo de entender resulta el hecho de que el 47,5% de este colectivo (99.500 personas) no busque trabajo porque tiene más de 55 años y las esperanzas de encontrarlo son cada vez más remotas. Pero es que hay más de 36.000 personas que tienen entre 40 y 50 años que han tirado la toalla, cuando aún les quedarían diecisiete años de vida laboral para alcanzar la jubilación (si llegasen a obtener los derechos para cobrarla) si las condiciones de acceso no se endurecen aún más.

Los 209.500 desanimados es la cifra más baja en quince años con datos a cierre del verano. En septiembre de 2020 había 366.200, por lo que el descenso registrado en doce meses ha sido del 42,8%. El nivel máximo se alcanzó en el tercer trimestre del año 2013, con 570.700 personas que no buscaban trabajo por estar convencidos de que no lo iban a encontrar.

Los niveles máximos de este dato suelen coincidir con épocas difíciles desde el punto de vista económico. En 2013, España llegó a tener a cierre del primer trimestre cerca de 6,3 millones de desempleados, el 26,94% de la población activa. Por el contrario, los mejores registros se dan en épocas de bonanza o recuperación económica. De ahí las cifras de los años 2006, 2007 y 2008.

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