La rebelión del WhatsApp: cómo ha logrado el campo desafiar al Gobierno 'sin cabecillas'

El clamor del campo está acaparando titulares estas semanas por las tractoradas y manifestaciones que se están llevando a cabo a lo largo de todo el país, en imitación del resto de Europa. La gran sorpresa del Gobierno es no saber quién está detrás de ese jaque al que le está llevando el sector primario. Porque detrás de este gran movimiento que está llenando las calles no hay 'cabecillas' claras ni un grupo que lo sustente. Se están organizando a través de grupos de WhatsApp locales, a los que se han ido sumando conocidos de unos y otros, aunque en algunos sectores se comenta que detrás puedan estar grupos con intereses políticos, incluyendo partidos y movimientos como Plataforma 6F.

Tal y como han confirmado fuentes del sector a Vozpópuli, Telegram, WhatsApp y Twitter han sido las vías de comunicación de estas concentraciones de carácter personal y espontáneo. Se trata de grupos locales y provinciales, que en muchos casos existían desde antes, ya que se tratan de los típicos grupos de compañeros del sector.

El hartazgo y la presión a la que están sometidos los trabajadores del campo les llevó a que, por iniciativa privada, se lanzaran a proponer hacer una tractorada. Y la idea fue saltando de grupo en grupo, hasta que se ha materializado en estas manifestaciones que esta semana ponen contra las cuerdas al Gobierno y al sector de la distribución, como bien ha asegurado este miércoles la propia Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) en un comunicado. Precisamente el hecho de que estén organizadas por iniciativa propia preocupa más todavía al Gobierno y a los super, porque no saben cuándo van a terminar ni qué planes van a seguir.

Polémica por quién está detrás

Durante estos días se ha hablado mucho sobre la buena organización que han tenido estas tractoradas y manifestaciones del campo. Y muchos creen que tiene que haber detrás algún movimiento que haya estructurado, comunicado y preparado todo; peros según ha confirmado este periódico, nada parece apuntar a que se trate de algo organizado.

En algunos casos se ha hablado de que detrás pueden estar partidos políticos, que quieren aprovechar el grito del campo para ganar votos, haciendo suyas las reivindicaciones y aumentando el rechazo al Gobierno central.

También tiene un papel misterioso la Plataforma 6F, cuyo origen es todavía desconocido. Fuentes consultadas han explicado que se trata de un grupo de carácter político sin origen concreto que ha surgido a raíz de estas manifestaciones, y no como origen de las mismas.

Las manifestaciones de las asociaciones completan la rebelión del campo

A todas estas tractoradas espontáneas se unirán también las manifestaciones oficiales convocadas por las principales asociaciones del campo (COAG, ASAJA y UPA, por un lado; y Unión de Uniones, por otro). Finalmente, tras meses de avisos, han anunciado un calendario de movilizaciones en todo el país para pedir cambios en las "demagógicas e injustas" políticas de la Unión Europea, un plan de choque del Gobierno español y actuaciones de las comunidades autónomas frente a la crisis que vive el campo.

Las tres organizaciones agrarias mayoritarias españolas, excluyendo a Unión, difundieron el acuerdo para iniciar las protestas, que van en línea con los agricultores de otros países de la UE, "ante la frustración y malestar creciente debido a las difíciles condiciones y asfixiante burocracia que generan las normativas". Así, confirman lo que venían diciendo desde hace meses: "España también será un rugido".

Está previsto que los primeros actos de protesta se desarrollarán, "al menos por ahora", a escala regional durante las "próximas semanas", siendo este jueves el pistoletazo de salida de estas manifestaciones oficiales.

Reclaman tres tipos de cambios, que unifican cientos de peticiones y exigencias de todo el sector europeo. Por un lado, exigen cambios a escala de la UE; por otro, solicitan cambios en las políticas del Gobierno; y por último, solicitan el compromiso con el campo por parte de las comunidades autónomas.